— Puede que mi historial diga que soy un puto mujeriego pero si voy a estar contigo será solo contigo y me considero un hombre muy, pero muy posesivo y celoso. Y no en el buen sentido, conocerás al lanzallamas
— ¿Dices que tus juegos con mujeres se acabaron? —lo desafía
— Necesito un motivo para tener ojos y manos solo para ti —susurró sobre los labios de Wes
— Si no vas a besarme entonces sube al auto, diseñador
Negando con una sonrisa Theo, se apartó sorprendido y muy satisfecho con esa advertencia, le echó un vistazo al lugar y volvió a besarlo, esta vez no fue con calma, estampó sus labios en la boca de Wes, le mostró cuanto quiere que lo suyo funcione robándole el aliento y la capacidad de razonar o reaccionar ya que se apartó antes que Wes, consiguiera corresponderle, estaba aturdido.
— Sube chico malo, daremos un paseo
Accionó el mando de su llavero y las puertas se desbloquearon automáticamente, de brazos cruzados observó al hombre que le quitaba el sueño cada vez con más frecuencia subir en su auto. Sacudiendo sus oscuros pensamientos Theo, se obligó a dejarlo para cuando estuviera en su cama solo y lo llevó donde él quisiera. Haría lo que le pidiera si lo nombraba.
Han pasado 2 días desde que Nicholas, tuvo que sacar a Danielle, de prisión y desde entonces y tras pasar por la sala de urgencias ella se la ha pasado durmiendo los últimos días, despertando solo a comer. Por lo que ahora estaba enojada porque se perdió la mañana de navidad junto a él y lo corrió de la habitación prohibiéndole entrar hasta la noche
— ¿Qué haces con eso en el rostro? —preguntó Nic, desde la puerta
— Es tu cena niño rico —gruñe mirando el techo
— Bueno, estoy muy dispuesto a comer lo que sea que haya estado sobre ti —intentó no reír—. Que vas a prepararme ¿filete?
— ¿Qué quieres? Deja de pasearte por la casa y vuelve al trabajo
— Alguien sigue de malas
— Me perdí la navidad por tu culpa
— Estabas agotada, ya no gruñas —ordenó calmado—. Con Wes, iremos a buscar a Robbie, así que saca ese filete de tu rostro y date una ducha, no queremos asustar a nuestro amiguito
— Pero…, yo quiero ir contigo —hizo pucheros sentándose de golpe
— No, no hagas eso, te quedas y punto, ya le pedí a Patricia, que preparara un pastel y una cena especial para darle la bienvenida
— ¿Llevas ropa para que se ponga?
— Si, Wes, consiguió algunas cosas del apartamento, no había nadie así que metió todo a tu apartamento
— Que alivio ¿y una chaqueta?
— También
— ¿Puedo ir? —insistió frunciendo los labios en un puchero
— No, no voy a dejar que salgas de esta casa, te lo dije cariño, vas a descansar aunque tenga que amarrarte a esa cama
— ¿Al menos vas a llevarme a la ducha?
— Dani, tú y yo sabemos lo que sucedería si hago eso —le recuerda acercándose a la cama—. Tienes que descansar y si eso significa nada de sexo, entonces será nada de sexo
— Algún día vas a arrepentirte de haber dicho eso —sonríe burlona
— Lo sé, pero tú te encargarás de recordármelo y yo haré todo lo posible para compensarlo
Con una sonrisa en el rostro Nic, sostuvo el trozo de carne en el ojo de Danielle, mientras la besaba en los labios con suavidad, procurando no hacerle daño.
— Ve por mi Robbie, ya quiero ver a ese angelito
— No creas que vas a salir de la cama solo por Robbie, ambos deben descansar y me voy a asegurar de eso
— Sí señor
— Y no voy a permitir que sigas corriéndome de la habitación
— Eso lo veremos, no te tardes
— Si señora
— Lárgate ya
Sonriendo se echó para atrás volviendo a su posición anterior, con la mirada fija en el techo y el trozo de carne cruda sobre el ojo para que bajara la hinchazón, Mika, le insistió en que así lo hacían sus primos cuando se metían en alguna pelea.
En el hospital Nicholas, se reunió con Wes, en la entrada para hacer el papeleo del alta, esa mañana había firmado los documentos que lo nombraban a él y Danielle, como sus guardianes, era oficial, legalmente esa mujer no podía acercarse a Robbie.
— ¿Quieres que entre contigo?
— No, quiero hablar con él, a solas un momento, me gustaría explicarle la situación, no quiero hacer nada que no quiera
— De acuerdo, Lee, anda por aquí, veré si ya acabó, quiere visitar a Dani, para chequearla
— Por supuesto, te veo en el auto
— Suerte
— Gracias
Nicholas, aguardó a que Wes, se marchara para entrar, se sentía nervioso, quería ayudar a Robbie, cuidarlo y darle un lugar seguro. Pero no sabía lo que el niño pensaba de todo lo que ocurría o qué quería, así que tomando aire tocó a la puerta y entró. El niño estaba mirando la televisión con mirada ausente, su rostro amoratado e inflamado por los golpes congelaron a Nic, momentáneamente, le dislocaron la mandíbula y perdió un par de dientes de leche así que el impacto de su imagen fue intenso, lucía mucho peor que hace dos días.
— Robbie, que bueno verte despierto
Saludó acercándose con el bolso con sus cosas.
— Señor Nicholas… —gimió adolorido
— Despacio, me gustaría hablarte de algunas cosas, solo quiero que me escuches y asientas con la cabeza o niegues, intenta hablar solo si es necesario ¿de acuerdo?
Robbie, asintió pero el hecho de tener esa conversación lo asustó. Definitivamente no quería volver a su apartamento y tener que enfrentar a su mamá, estaba asustado de su reacción después de haber escapado.
— Muy bien —acercó una silla y se sentó mirándolo a sus tristes ojos color chocolate a juego con su cabello rubio—. Primero quiero comentar lo fuerte que has sido, admiro tu valor y prometo hacer todo lo que esté en mis manos para que esto jamás se vuelva a repetir, quiero que confíes en mí y si algo no está bien o te incómoda me lo digas, aunque no sea nada ¿de acuerdo?
Asintió emocionado al ver que le importaba lo que le pasara.
— Ahora quiero hablarte de Alison
Le informó tomándose una pausa para medir su reacción. Y la expresión de miedo en el rostro de Robbie, lo alertó
— Esa mujer no va a volver a acercarse a ti, nunca
Le aseguró con convicción y el alivio en la cara del pequeño fue instantáneo
— Tú eres quien decide, no queremos tomar decisiones por ti ni obligarte a hacer algo que no quieras Robbie, debes tener siempre presente esto
— Lo se… —susurró con voz rasposa
— Hemos conseguido un permiso legal para ser tus guardianes, queremos cuidar de ti y si estás de acuerdo desde hoy vivirás con nosotros en nuestra casa
— ¿Qué? —no pudo evitar la sorpresa
— Tenemos una habitación lista para ti, no solo como invitado Robbie, queremos…, realmente deseamos que vivas con nosotros, como un miembro más de la familia —explicó intranquilo, el niño seguía con una expresión que no conseguía entender
— Pero… ¿qué pasa con su bebé? Yo no…, no quiero molestarlos
Extendió los brazos y se inclinó para que Robbie, le rodeara el cuello, lo acomodó bien y acomodó su chaqueta. Listos ambos salieron de la habitación y con los documentos en el bolso se dirigieron a la salida.
— ¡Robbie! ¡Hola amiguito, qué bien te ves!
Saludó Wes, en cuanto los vio salir por la puerta. Se encontraba con Lee.
— Lee —saludó Nic
— Hey, veo que están listos, los sigo en mi auto
— Perfecto
Con mucho cuidado Nicholas, acomodó a Robbie, en el asiento trasero y le pidió a Wes, que se fuera con él, para acompañarlo. El modo en que se preocupaba no pasó desapercibido por Wes, quien hasta ahora pensó que Nic, solo lo hacía por su amiga, pero ver cómo lo trataba lo hacía ver que realmente tenía sentimientos por este pequeño.
Al llegar a casa Nic, cargó a Robbie, hasta la habitación principal para que saludara a Danielle, solo esperaba que ya no tuviera ese trozo de carne en el rostro o el pequeño se llevaría un gran susto. La encontraron en la cama con su portátil tecleando concentrada
— Estamos en casa, mira quien ha llegado
Anunció Nic, con una sonrisa observándola pasar de la concentración a la alegría en un segundo. Dani, intentó no fijarse en las heridas y con mucho cuidado corrió a ellos y los abrazó.
— Mi angelito ¿tienes hambre, sed?
— Un poco de sed
— Iré a…-
— Yo voy, ustedes a la cama, pónganse al día un rato —ordenó Nic, con cariño—. Lee, vino a verte así que le enseñaré a Robbie, su habitación en un rato
— Gracias cariño
— Ya regreso.
Con mucho cuidado Nic, dejó a Robbie, en la cama, le quitó la chaqueta y los zapatos antes de marcharse a la cocina a pedirle a Patricia, que le suba un vaso de leche caliente al pequeño.
— Mira como tienes tu linda carita ¿te duele mucho? —preguntó mirando las marcas en su rostro mientras acomodaba su despeinado cabello
— Un poco, pero menos que antes, dormí todo un día
— Debemos descansar para que nuestras heridas sanen yo también he dormido mucho
— Gracias por defenderme Dani —susurró algo triste
— No, nada de caritas tristes, lo volvería a hacer una y otra vez…, puede que de distinta manera pero no voy a dejar que nadie te maltrate ¿me escuchaste?
— Pero…
— No, sin excepciones, no vamos a dejar que nadie te haga daño Robbie, queremos que te quedes con nosotros porque nos importas y te queremos, Nic, quiere que seas feliz y yo también
— Nic, es muy bueno…, entiendo por qué lo quieres tanto Dani
— Oye quiero que me prometas que siempre me dirás la verdad, aunque no me guste, vamos a vivir juntos y quiero que te sientas a gusto
— Nic, me pidió lo mismo, lo prometo, sé que solo quieren hacerme sentir bien
— ¿Lo estamos consiguiendo?
— No tienen que hacer nada, me gusta estar con ustedes
— Me alegra escucharte decir eso —con cuidado de no hacerle daño, Danielle, se inclinó y besó su frente emocionada de tenerlo con ella
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