Después de 27 horas más en el hospital Dani, Lily, Mini y Nic, finalmente se fueron a casa. Y la sorpresa en sus rostros al entrar a una sala llena de sus amigos y familiares fue tan emocionante que se quedaron sin palabras, incluso Amanda viajó junto a su novio y su hija Ava. Robbie, les hizo el cartel más hermoso con ayuda de Theo y mucha brillantina para darles la bienvenida a las Sirenitas, incluso Muffin, estaba allí y cuando notó a Dani, corrió hasta ella trepándole las piernas para llegar hasta su rostro y lamer su mejilla con cariño, la falta de una patita ya no era problema para la gatita y así sin más Dani, se echó a llorar por su gatita de tres patitas
— ¡Dani, no llores Lily y Mini, se pondrán tristes!
— ¡¡Robbie!! Mi hombrecito —chilló abrazándolo a él y la gatita al mismo tiempo
— Estás muy linda Dani, estoy feliz de conocer a tus bebitas
— Oye, sigues siendo el hermano mayor, amigo —intervino Nic, acariciando su cabello despeinado con cuidado
— Los he extrañado muchisisimo, que bueno que ya están en casa —esta vez se aferró a la cintura de Nic, con cariño
— Y nosotros a ti rayito de sol —susurra Dani, intentando calmarse
— Papá dice que me puedo quedar con ustedes pero no ahora
— ¿Por qué no? —protestó Dani, con un puchero
— Dice que necesitan un tiempo a solas con las Sirenitas
— Eres bienvenido siempre, sin excepción Robbie —sonrió Nic, con cariño hacia el pequeño
— Sii, le diré a papá
Robbie, saltó de emoción y enseguida corrió hasta donde se encontraba su papá para contarle las noticias.
— Ya lo llama papá —gimió Dani, con el corazón apretado
— Me gusta la sonrisa que veo en su rostro amor, es lo importante
— Lo sé, estoy tan feliz por el…, se merece todo
— Así es, y ahora limpia esas lágrimas y disfrutemos de esta fiesta
— De acuerdo
Suspirando para controlarse secó sus lágrimas, besó a su esposo lista para acercarse a sus amigos que esperaban para recibirlos Nic, cargaba a ambas bebés con tanta facilidad que hacía parecer que no era difícil en absoluto, claro, eran las ventajas de poseer brazos largos.
— ¡Alto ahí! —los detuvo Mika, antes que pudieran dar un solo paso
— ¿Qué pasa Mik?
— No puedo resistirme a la primera foto familiar, solo unos segundos —pidió levantando su celular—. ¡Sonrían!
Les tomó una ráfaga de fotos asegurándose que salieran perfectos y que las niñas también.
— Mi hermosa Dani —apareció Wes, abrazando a su hermana
— ¡Mi Wesito! —lo abrazó con fuerza besando sus mejillas
— Bienvenidos a casa, hemos montado un “baby shower” algo atrasado y preparamos una zona especial para dejar a las muñequitas —señaló dos mecedoras instaladas para las bebés
— Gracias, estoy feliz de estar en casa
— Vamos vayamos a acomodarlas para que se relajen un rato, la niñera comienza mañana por la tarde
— Gracias por encargarte de eso, estos días mi cabeza ha estado en el hospital
— Descuida Nic, de todos modos la casa estará llena los primeros días, todos quieren ayudar y Dani, debe descansar unos días más
Acompañados por Wes, Dani y Nic, acomodaron a las niñas frente a todos sus amigos y familiares quienes los observaban embobados como la perfecta foto familiar, y eso incluía a los gatitos de Danielle, que permanecían a sus pies intimidados con tantas personas en la casa.
— ¿Quieres subir y refrescarte antes de unirte a todos?
— Estoy bien mi amor, vamos a agradecerle a todos por venir a vernos
— Vamos
Con entusiasmo comenzaron los abrazos y felicitaciones a los padres recién estrenados, todos estaban muy entusiasmados por hablar con ellos. Pero sin duda lo mejor de la fiesta fue Robbie, que no se despegó de Dani, ni las gemelas en toda la tarde, quería ayudarla todo lo posible, se preocupó de llevarle de comer y beber para que no tuviera que levantarse, Nic, le explicó que debía descansar para recuperar sus energías completamente y en niño se lo tomó muy en serio, también iba a ver a las gemelas cada 10 minutos junto a Nic. Entonces llegó la primera vez sacándose leche con las maquinas que le regaló Lee. Subieron a su habitación dejando a Patricia y Mika a cargo de sus Sirenitas.
— Esto es emocionante, vamos a quitarte la ropa
— Oye pervertido, solo tengo que levantarla para poder ordeñarme los pechos
— Es lo más erótico que he escuchado en mi vida —sonrió radiante quería hacerlo todo él mismo
— Ya para —ríe divertida—. Vamos, sácame leche que ya pasaron dos horas, nos entretuvimos mucho.
Nicholas, siguió las instrucciones de Lee, al pie de la letra, acariciar a su esposa era una de sus cosas favoritas junto con hacerla sonreír, pero también estaba ansioso por estar lejos de sus niñas por mucho tiempo, era primera vez que se alejaba de ellas y solo quería ir a buscarlas.
— Ya es suficiente, luego me saco más, ve por las niñas
— Ok, no tardo
— Que alguien te ayude, no las cargues a ambas tu solo
— No voy a tropezar
— Mis bebés están algo intimidados, pueden meterse en tus pies, dile a Robbie, que los cuide por mí
Besándola antes de salir de la habitación regresó a la sala, chequeó a sus niñas despiertas e inquietas y soltó aire con alivio y sus amigos Jim y Vincent lo notaron.
— Viejo, tranquilo que tus nenitas no irán a ninguna parte —lo tranquilizó Vincent
— Me siento algo ansioso, nervioso cuando no las veo —confesó
— Bueno, este no es nuestro ambiente, sobre todo mío, así que queremos enseñarte algo ¿se las dejas a Patricia, unos minutos? —pidió Vincent
— Si… —asintió agradecido con sus amigos
— Vamos cariño acomodémoslas en sus cunitas, toma el monitor para nuestra habitación, ellas van a dormir hasta que vuelvan a tener hambre
— De acuerdo
Con suma delicadeza Nicholas, acomodó primero a Mini, que es a quien cargaba, la arropó y acomodó en su camita para luego repetir con Lily, se aseguró de dejar una luz de noche y verificar que el monitor funcionaba y que se vieran ambas. Estaba siendo muy cuidadoso y dejarlas solas no era algo que le resultara fácil, así que Danielle, lo tomó de la mano y lo sacó de la habitación cerrando la puerta.
—Iré al baño un momento
— De acuerdo… —murmuró concentrado en el monitor
Danielle, pensó que su preocupación era adorable así que solo lo dejó observarlas y se dirigió a su habitación para acomodarse la ropa antes de volver a la sala con sus amigos.
— ¿Quieres descansar ya?
Nic, la sorprendió entrando en el baño sin tomarse la molestia de tocar primero, por suerte solo se lavaba las manos
— Nic, bebé, no estoy enferma, puedo quedarme un rato más, Robbie, me estaba contando sobre el refugio dónde están cuidando a mis gatitos, tiene fotos y muchos videos
— No, no vas a ir a verlos —le advirtió sabiendo perfectamente lo que esos grandes ojos querían
— ¿Por qué no? —preguntó con un puchero
— Acabas de tener dos hermosas niñas, tómalo con calma
— Necesito actividad, me siento como ese monstruo verde y gelatinoso de Hotel Transilvania
— ¿Que dices? —confundido pues no sabía a quién se refería sacó su celular y lo buscó en google—. Tú y esta cosa no tienen nada de parecido, ya basta
— Solo bromeo Señor Allen, vamos a beber un poco de jugo, luego tengo que volver a ordeñarme
— ¿Segura que no quieres amamantarlas directamente?
— No, vi videos terribles de pezones mordisqueados, no quiero más dolor
— Mm…, suena tentador —insinúa con la mirada clavada en el pecho de Danielle
— Vamos pervertido, solo cuarenta días, hasta entonces no puedes tocarme
— Eso lo veremos
— Ya para, sabes que cuando pones esa cara odiosa me encanta, antipático
— Bien, ya no vuelvo a seguirte al baño, por ahora
Los siguientes días fueron los mejores, Kristall, estaba en casa, Dan, estaba en casa, Robbie, estaba en casa, las pequeñas eran un caos llorando cada vez que tenían hambre, o cuando su pañal se ensuciaba pero para todos escucharlas llorar era un soplo de energía, se turnaban para consentirlas, para cargarlas pero a la hora de cambiarlas solo Nic, estaba a cargo, su parte preferida era cuando todos se iban a dormir y él se encargaba de darles su última comida mientras su esposa trabajaba en su computadora, estaba planificando el evento para los gatitos que compró, hace unos días algunos de los bebés se enfermaron y Charlie, se los llevó hasta la clínica para cuidarlos, no quería que les sucediera algo, lo gatitos pequeños son muy débiles es por eso que estaba concentrada en ese evento de caridad para buscarles un hogar permanente.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Sí Señor (Porque Yo lo digo 2)