Soltando un discreto suspiro Danielle, se puso de pie y siguió a Elías, mientras él, le indicaba hacia donde se dirigían. Su muy ordenado estudio/oficina. Ambos tomaron asiento en un par de sillones junto a la ventana y sin preámbulos Elías, comentó luego de verla tan tensa en su conversación con Nicholas, en la cocina
— Luces molesta
— Por supuesto, no me gusta el modo en que su esposa trata a Nicholas, intenta manipularlo
— Es su madre
— Claro, claro lo olvidaba, tiene derecho a jugar con Nicholas
— No nos estamos entendiendo
— En absoluto ¿por qué permite que lo aparten de esta manera? Como su padre y miembro de esta familia no debería consentir ese comportamiento
— Las cosas son más complicadas de lo que parecen
— Bueno explíqueme
— Es asunto familiar
— Hasta donde tengo entendido voy a formar parte de esta “familia” Señor Allen, no lo evite —espeta furiosa—. A menos que ese sea su “sistema” evadir problemas
— Le pedí a Nicholas, que vinieran hoy para hablar contigo, como ya mencionaste vas a ser parte de la familia y tenemos modos de hacer las cosas —comenta ignorando el problema y su opinión
— ¿A qué se refiere? ¿Hay algo malo en mi comportamiento? —pregunta sorpresivamente a la defensiva ¿qué le hacía esta familia?
— Nicholas, ahora es un hombre importante, el hotel lo ha puesto en el ojo público y tanto tú como nosotros debemos cuidar nuestra apariencia, donde vamos y con quién
— Estoy de acuerdo ¿a dónde quiere llegar?
— El matrimonio
— Muy bien, usted dirá ¿qué sucede con mi matrimonio?
— Es primordial un acuerdo prenupcial, establecer los bienes y...
— Un momento —lo interrumpe sorprendida—. ¿Piensa que me quiero quedar con el hotel?
— No, claro que no, pero es necesario que quede por escrito, he redactado un simple acuerdo en el que en caso de haber una separación el hotel, la casa y la compañía seguirán a nombre de Nicholas.
— Ustedes los Allen, son sorprendentes, avaros como nadie e idiotas como la mitad del mundo
— Jovencita no le permito que me insulte
— ¿Y Nicholas, si tiene que permitirle a su esposa tratarlo mal?
— Desde luego que no
— Entonces enséñele modales y que olvide que Vanessa, algún día será parte de su familia
— No quiero iniciar esta relación de mala manera
— Entonces vuelva a empezar, firmaré lo que quiera, no me importa, solo asegúrese que Irene, trate con respeto a Nicholas, y que no vuelva a mencionar a Eileen, eso es cruel y despiadado
— ¿Cómo dices? ¿Sabes acerca de Eileen?
— Si, se todo lo qué pasó con ese hombre y Nic
— ¿Él te lo contó?
— Por supuesto y no fue nada fácil, estaba ahogado, jamás confió en nadie para quitarse ese peso de encima y es triste, lo dejaron solo
— Dímelo
— No puedo Señor Allen, es decisión de Nic, contarlo no mía
No podía con sus emociones, se sentía tan molesta y decepcionada, le daban ganas de patearlos a todos y gritarles que aprendan a ser educados y a querer a su familia. Pero debía controlarse, no deseaba colapsar justo frente al papá de Nic. Así que solo guardó silencio y se concentró en regular su respiración mientras Elías, la observaba en busca de más información
— Esto que está pasando es mi culpa
Confesó con un cansado suspiro. Se refería a su familia dividida.
— Lo es, su accidente fue lamentable Señor Allen y Nicholas, se sintió terriblemente culpable, responsable pese a que es algo que puede ocurrir, un riesgo de su trabajo
— Gajes del oficio, claro que no es su culpa
— Debió insistir más en eso, ahora su hija y su esposa lo ven con desprecio, no lo tratan bien y no quiero que mi...
De pronto se sintió mareada, estuvo a punto de decirlo en voz alta, estaba pasando otra vez y el solo hecho le provocaba náuseas. Tenía miedo. Una vez lo admitiera sería real, no había marcha atrás
— ¿Te encuentras bien?
— Si, yo... —buscó una silla a si alrededor—. Solo necesito un momento
— Voy a traerte un vaso de agua
Ignorando lo que hacía Elías, mientras ella intentaba controlarse no pudo evitar la punzada de dolor que le atravesaba justo allí en el lugar donde se ocultaba su cicatriz. Su pecho dolía y el recuerdo de su niña a la que nunca llegó a conocer, sentir que desaparecería una vez que su embarazo..., no quería reemplazarla y eso la estaba matando
— Bebe un poco de agua fría, debes tener fatiga, deberíamos cenar
— No, lo mejor es que nos vayamos —murmuró antes de aceptar el vaso y beber un largo sorbo
— No era mi intención provocar todo esto
— Solo dígame dónde firmo y acabemos con esta discusión
— Si así lo prefieres
— Claro que si, solo no vuelva a mencionarlo y menos frente a Nic, o de verdad acabará sacándolo de su propia “familia”
— No es mi intención provocar algo así
— Bueno Señor, para ser tan inteligente no ha pensado realmente en las consecuencias o en lo que ha creado al evitar un conflicto, su esposa no manda, ambos deben tomar las decisiones, de eso se trata un matrimonio apoyo mutuo
— No necesito un sermón
— Me alegro
De vuelta a su ira inicial Danielle, se levantó y decidida se acercó al escritorio de Elías, tomó la carpeta y firmó el documento sin detenerse a leer nada.
— Espero que esto lo deje tranquilo a usted y su esposa avara
— No te permito insultos
— Se llama sinceridad, espero no tener que volver a verlos. Buenas noches.
Ignoró lo que sea que haya dicho y salió de la oficina echando humo por las orejas ¿toda la gente con dinero era así de horrible? ¿Todos creían que alguien siempre iba a tratar de robarlos?
— Estoy lista para irme
— ¿Qué hay de tu respuesta? ¿Va todo bien en Australia?
— No, tu mensaje fue la señal que necesitaba
— Llegaste bastante rápido..., estaba..., estaba pensando en ir hasta allá a verte
— Bueno ¿Qué dices si entramos o vamos a cenar? Hace frío
Propone abrazándola con fuerza el corredor era un húmedo y frío túnel, llevaba dos horas allí esperándola.
— Vamos a entrar
Apartándose para abrir la puerta buscó sus llaves en el bolso tirando su celular al piso, no era nuevo, siempre lo estaba dejando caer
— Deja que lo recoja por ti
Antes que pudiese si quiera reaccionar o maldecir Lee, ya estaba levantando el teléfono del piso para regresárselo
— Gracias..., siempre lo dejo caer...
Se distrajo por un mensaje en la pantalla, era de Robbie, de hace 3 horas.
— Vamos Lee, entra yo voy…a ver a mi vecino
— ¿El pequeño Robbie?
— Sí, me dejó un mensaje y apenas lo estoy viendo ahora
— Voy contigo
— Es aquí, la siguiente puerta, tú prepara té, no tardo
— De acuerdo
Regalándole una sonrisa entró al apartamento, pero Danielle, no fue capaz de regresársela. El mensaje provenía de otro número, uno que no tenía registrado así que preocupada tocó a su puerta varias veces hasta que un hombre semi desnudo con un apestoso olor a sudor mezclado con alcohol, rancia cerveza le escupió un “Qué carajo quieres”.
— Buenas noches, soy la vecina, necesito hablar con Robbie, le encargué mi correo —mintió mirando hacia la habitación del pequeño
— El mocoso no está, se fue hace horas, mejor, no pienso alimentar a esa rata malagradecida
— Disculpe las molestias y considere lavarse los dientes
Con una arcada ante el maloliente hombre se alejó hacia su puerta, llamó al número desconocido ya que el mensaje solo decía “Soy Robbie, llámame cuando puedas”.
— Dani
— ¡Robbie! ¿Qué pasa, dónde estás? —soltó preocupada en cuanto escuchó su voz
— Me escapé del novio de mamá estaba borracho y se metieron en mi cama, no quería estar allí y escuchar sus gritos mientras ellos…
— ¡Qué mierda! PERDÓN, perdón por eso, dime dónde estás ahora que me estoy muriendo de los nervios
— Estoy en la cafetería de la esquina, el señor de la caja me dejó quedarme pero no me alcanza para pagar la cuenta —susurra bajito
— Ay Robbie, ya voy enano, no te muevas o me va a dar algo
— Lo prometo
Olvidando completamente a Lee, corrió escalera abajo y luego hasta la cafetería de la esquina, los empleados ya comenzaban a recoger todo para cerrar así que Danielle, fue hasta el mostrador y habló con el encargado
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