Sorpresas de la vida (SDLV #1) (COMPLETA) romance Capítulo 13

UN AÑO DESPUÉS

Ha pasado ya un año desde que volví de Alemania. Muchas cosas han pasado en tan solo un año, el que me atrevo a decir que ha sido el peor de toda mi vida... y no ha terminado.

Mia y Matty ya tienen dos años y medio. Caminan bien y hablan bastante bien también. Mia es una pequeña niña rubia con mucha energía en su cuerpo. Es una niña tierna, dulce... y sana. No puedo decir lo mismo de Matty. A los dos años de edad a Matty le diagnosticaron leucemia.

Mi mundo se destruyó. Se cayó a pedazos. Se hundió. Usen la expresión que quieran usar para explicar lo devastada que estaba al saber que mi hijo, mi pequeño bebé tenía cáncer. No podía creerlo y sigo sin poder hacerlo.

Lloraba día y noche gritando "¿Por qué él y no yo?" o "Dios ¿por qué le haces esto a un niño inocente?". Sigo sin comprenderlo. Sigo sin entender como las cosas malas de la vida les suceden a las personas buenas. Matty no le ha hecho ni un mal a nadie. ¡Por dios es solo un bebé! Él no se merece esto, mi familia no se merece lo que hemos estado sufriendo. Somos gente humilde, sobrevivimos día a día trabajando duro con mi madre para poder pagar las cuentas, la comida y la universidad de Emma.

Aunque en verdad ya no vivo con ellas. Me mudé a un departamento cerca del hospital cuando supe lo de Matty. Estamos a tan solo dos cuadras y cuando ocurren emergencias con él- cosa que ocurre más a menudo de lo que me gustaría- lo llevó prácticamente corriendo.

Mi mundo gira entorno a la enfermedad de Matty y tratar de que Mia no se sienta desplazada por la atención que recibe su hermano. También tengo que trabajar para costear el tratamiento de Matty. Porque si, me gradué antes de tiempo. Según mis profesores nunca habían leído una historia tan conmovedora como la que había escrito.

Era algo simple, dos enamorados que se conocían en Alemania, la chica se llamaba Camila y era Argentina, el chico Ian y era inglés. Se enamoran en sus vacaciones y después tienen que separarse. Sin volver a hablar, volviendo a sus vidas como si nunca se hubieran conocido antes. No pude evitar crear una historia así, con similitudes entre mi historia con Jace. En ese tiempo solo podía pensar en él y en cuanto lo extrañaba.

Hoy en día Jace solo tiene tiempo para estar en mi cabeza en la noche. Hay días que ni en la noche puedo pensar en él. Los días malos de Matty me consumen por completo y aun así al día siguiente tengo que ir a trabajar al instituto en donde doy clases de Literatura básica y avanzada.

No todo ha sido tan malo, conocí a un buen chico en el instituto. Un compañero de trabajo llamado Cameron. Él tiene treinta años y enseña matemáticas. Es un buen amigo, aunque siempre me ha pedido ser algo más. No tengo tiempo para eso. Matty y Mia consumen mi vida o al menos esa es la excusa que siempre le doy. La verdad es que mi corazón sigue perteneciendo a Jace a pesar del tiempo y la distancia. No creo que aquello alguna vez cambie. Cameron tiene una hija cuatro meses menores que mis hijos. Alexandra y ella vive justo frente a nuestro apartamento. Es muy amiga de Mia ya que su madre es una irresponsable y siempre la deja sola, llorando prácticamente todo el día. Así que siempre que puedo dejo que se quede en casa. Cameron y la madre de su hija no se llevan bien, ella no deja que Cam vea a Alexandra así que cuando la tengo bajo mi cuidado siempre llamo a Cam para que la venga a ver

Es así como nos hemos convertido en grandes amigos a pesar de que él me ha expresado abiertamente que quiere algo más de mí.

Justo ahora lo espero en la sala de profesores, mientras tomo un café y leo el último informe que me entregó el médico a cargo de Matty. Éste me ofrece un tratamiento nuevo para Matty, un trasplante de médula. Cuando me enteré de que Matty tenía leucemia el médico me explicó todos los tratamientos que él tenía que hacer para poder recuperarse, tomando en cuenta que lo descubrieron a tiempo. Él me dijo que el trasplante de médula sería el último recurso que ellos agotarían y aquí está. Ha llegado el momento. Mi hijo esta grave y ya no quedan muchas opciones de ser salvado.

Lagrimas comienzan a correr por mis mejillas. Normalmente no dejo que nadie me vea llorando. Lo hago solo cuando las luces están apagadas y mis hijos durmiendo en su cama. Mi hijo está muriendo. Se lo quieren llevar de mi lado, me lo quieren quitar

- ¿Por qué me hacen esto? - digo en un susurro. No hay nadie aquí, todos están en clase. Es una hora libre que tengo en el horario, una que comparto con Cameron- ¿Por qué no solo me llevan a mí y acaban con el sufrimiento de mi hijo?

-No vuelvas a decir eso- escucho la voz de Cam a mi espalda.

Me seco las lágrimas y aclaro mi garganta.

-No vuelvas a decir eso- repite él- Matty se pondrá bien, ya verás.

-Soy su madre. Siempre querré tomar todo el dolor que él está sintiendo y absorberlo yo. Yo soy la que debo sufrir, yo puedo soportar el dolor. Matty es solo un bebé. Así que no vengas a decirme que decir y lo que no. No estás en mi posición Cameron.

Sé que estoy siendo mala en este momento con él, pero no puedo evitarlo. Suelo descargar mi frustración en él y siempre le pido perdón al final del día por aquello.

-Maddie... Sabes que puedes apoyarte en mí. Estoy más que dispuesto a ser tu ancla en esta situación, yo te quiero y...

-Tengo clase en cinco minutos- digo interrumpiéndolo- Hablamos después.

Odio cuando habla de que me quiere tan abiertamente. Yo no estoy abierta al amor en este momento. No creo que lo esté alguna vez. Mi corazón pertenece a Jace y tengo a dos pequeños bebés que me lo recuerdan día a día.

Cameron bufa cuando tomo mis cosas y salgo corriendo de la sala. Está acostumbrado. Siempre que me dice que me quiere o demuestra su cariño hacia mí salgo corriendo.

Entro a la sala en donde tengo mi próxima clase y mientras mis alumnos llegan reviso algunos exámenes que tengo que entregar mañana. Debo ir al hospital con Matty después de clase y no podré hacerlo en casa.

...

Llego a mi departamento cansada después de dar clases. Mi mamá cuida a los mellizos cuando estoy trabajando y lo hace aquí en vez de su casa porque está más cerca del hospital por si ella tiene problemas con Matty.

Mia me recibe corriendo y gritando "Mami". Ella esta vestida de rosa y tiene su cabello rubio suelto.

-Hola mi princesa- digo.

Ya no le digo pequeña rubia. Los recuerdos que traía ese sobrenombre eran demasiado dolorosos como para ignorarlos.

La tomo en brazos y ella me da un sonoro beso en la mejilla. Esta bastante pesada, ya está grande.

Llevo en brazos a Mia hacia donde se encuentra mi madre con Matty en brazos. Mi hijo duerme como suele hacerlo. Las terapias suelen dejarlo exhausto. Es todo lo contrario a su hermana por ese motivo. Ella llena de energía todo el día mientras que él ya no tiene energías para nada.

La enfermedad lo ha ido consumiendo poco a poco

Una lagrima se escapa de mis ojos, pero la limpio con la manga de mi chaqueta de inmediato. Parece que no fue lo suficientemente rápido porque mamá la ve y me da una sonrisa triste.

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