Sorpresas de la vida (SDLV #1) (COMPLETA) romance Capítulo 37

Jace cumplió los veintiocho años unos días antes que el cumpleaños de los mellizos. Hoy es un día completamente feliz para mí. Es el cumpleaños de mis pequeños hijos.

Hace tres años dos personitas salieron de mi interior. Estuvieron varios meses conmigo en mi vientre. Ya los quería en ese momento y cuando los vi por primera vez fue maravilloso. Eran pequeños, muy pequeños pero perfectos. Lloraban a todo pulmón, más Mia que Matty, pero ambos lloraban. Creo que no les gustó mucho la idea de salir de mi interior porque no dejaron de llorar por varios minutos. Cuando uno paró el otro también lo hizo. Desde ese momento supe que mis hijos iban a ser grandes hermanos.

Mi Matty y mi Mia. Están creciendo, aunque me gustaría que se quedaran así de pequeños para siempre. Que siempre estén a mi lado y que siempre dependan de mí. Soy su madre, quiero protegerlos de todo el mal que hay en este mundo, pero sé que no puedo hacer eso porque aquellos males existen por una razón y aquella es enseñarnos a vivir. Puede que a veces sea doloroso, pero también es necesario.

Tengo sentimientos encontrados porque como madre no quiero verlos sufrir, pero también quiero que aprendan. Ojalá hubiera un modo de hacer que pudieran aprender de la vida sin tener que sufrir, pero creo que eso es bastante imposible. No se puede conocer la felicidad sin conocer antes la tristeza. No quiero que ellos estén tristes nunca, pero quiero que sean siempre feliz. Una madre quiere cosas imposibles para su hijo. Yo quiero lo imposible para mis hijos.

Agradezco cada momento que me hizo llegar aquí, celebrando el cumpleaños número tres de mis hijos.

Agradezco que Peter me haya engañado con mi mejor amiga. Agradezco haber tomado la mala decisión de ir a un bar a olvidar todo, pero sobre todo agradezco a Jace por haber aparecido en mi vida y haber ayudado a poner dentro de mí a mis pequeños ángeles. Ellos son todo lo que siempre quise, aunque antes no lo sabía.

Tuvimos buena suerte que el cumpleaños de los mellizos cayera día sábado. Jace suele trabajar este día, pero como es un día importante tanto para él como para todos nosotros decidió tomarse libre.

Entramos a la habitación de los mellizos y ahí están ellos, durmiendo. Es bastante temprano, por lo que no los despertaremos aun, pero prepararemos un lindo desayuno para ellos. Probablemente los mellizos no recuerden todo lo que hicimos por ellos hoy, pero eso no importa. Para eso tenemos mi cámara. Sacaré muchas fotos para guardar este lindo recuerdo y mostrárselo a los chicos cuando sean más grande.

Duermen con tanta tranquilidad. Ellos ni siquiera saben que es su cumpleaños hoy, son muy pequeños para darse cuenta de esas cosas. Jace y yo los vemos dormir tranquilamente desde el marco de la puerta.

Hace tiempo que no me sucedía, pero fijo la mirada en Matty y me viene a la mente la imagen de Jace durmiendo. Son iguales, Matty es la copia en joven de Jace.

-Matty es tu copia- le digo en un susurro a Jace.

Él sonríe y niega con la cabeza. ¿Acaso no ve lo que yo veo? Tienen las mismas facciones y cuando Jace duerme y está más relajado se ve igual que como se ve Matty ahora.

-Matty es igual a Josh cuando mi hermano era pequeño- dice sin dejar de mirar a nuestros hijos- Nuestro hijo es igual a él. Recuerdo que Josh, cuando dormía, ponía su dedo pulgar en su boca. Lo hizo hasta como los cinco años. Había veces que se mordía sin querer y despertaba llorando. Anoche Matty se puso a llorar, fui a verlo y se había mordido el dedo. No te desperté porque pude tranquilizarlo antes de que despertaras tú y Mia. No pude evitar pensar que Matty era muy parecido a Josh cuando pequeño. Ahora que lo miro bien puedo asegurar que es verdad.

Jace cuenta toda la historia mirando a Matty. Una sonrisa orgullosa en su cara me dice que está feliz de que estos dos pequeños sean nuestros hijos.

-Tendrías que mostrarme una foto de Josh cuando bebé- bromeo y él sonríe

Tímidamente me acerco a Jace. Como si leyera mi mente pasa uno de sus brazos por mis hombros y me abraza. Yo le devuelvo el abrazo y nos quedamos así acurrucados, viendo a nuestros hijos. Puedo asegurar que los dos estamos más felices que nunca hoy. Amamos a nuestros bebés. Amamos a nuestra familia. Es mucho mejor que cualquier familia falsa que se muestra en los catálogos de las revistas. Nuestra familia es real y mucho más feliz. Esta es una verdadera felicidad.

-Gracias- le digo a Jace mientras me acurruco mucho más a él- Gracias por haberme hablado ese día en el bar. Ese simple hecho nos llevó a este momento. No cambiaría nada de lo que hice ese día. Gracias a eso tengo a mis dos pequeños ángeles a mi lado.

-Nuestros ángeles, Maddie. Mia y Matty son nuestros ángeles.

-Y nosotros tenemos que protegerlos.

-Con nuestra vida.

Jace se separa de mí y acerca sus labios a los míos. Cada vez me acostumbro un poco más a los besos de Jace. Estos besos suaves no son lo único que me hace enamorarme cada día más de él. Son sus gestos por mí y por nuestros hijos. Todo lo que hace por nosotros y el hecho de que está dispuesto a hacer lo que sea por nosotros.

-Te quiero mucho, pequeña rubia- dice Jace separándose solo un poco de mis labios.

-Técnicamente la pequeña rubia aquí es Mia- le digo bromeando.

-No, Mia es mi ángel rubio o mi princesa rubia. Tú eres mi pequeña rubia y eso jamás va a cambiar- dice antes de besar mis labios con suavidad y delicadeza nuevamente.

Creo que Jace y yo nos olvidamos de que queríamos ir lento. No quiero recordárselo. Estoy feliz así. Siento que por fin somos una familia al cien por ciento y me encanta que lo seamos.

....

-Feliz cumpleaños mis pequeños- grita Emma cuando entra por la puerta.

Josh la sigue corriendo y entre los dos hacen un sándwich con mis hijos. Jace y yo solo los miramos mientras aplastan a nuestros bebés. Aunque Mia y Matty no parecen para nada triste con el abrazo que sus tíos les están dando. Incluso ríen fuertemente mientras Josh y Emma los llenan de besos.

- ¿Quién cumple tres años hoy? - pregunta con ánimo, Josh.

- ¡Yo! - responden mis mellizos al mismo tiempo

Mia y Matty están muy felices y con mucho ánimo, aunque creo que eso se debe a que han comido varios dulces. Es su cumpleaños y soy capaz de darles todo lo que quieren el día de hoy. Tendré que cambiar eso cuando se vuelvan más grandes o abusarán de mí y ya no serán pequeños ángeles, serán pequeños diablillos.

Emma saluda a mamá que llegó hace pocos minutos. Conversa tranquilamente con Ed y Jonathan quienes llegaron unos minutos antes que ella.

La familia está nuevamente completa. Bueno casi.

- Voy a buscar a Lexie a su casa- le digo a Jace.

- Si quieres voy yo.

- No- digo demasiado rápido y con mucho entusiasmo. Jace me queda viendo sorprendido- Voy yo no te preocupes.

La verdad es que no quiero que Jace se vea a solas con Sarah. Esa mujer es una arpía. Puede que esté un poco celosa, pero eso significa que me preocupo por Jace y que lo quiero mucho, pero sobre todo no quiero que Jace se vaya de mi lado.

Miedos tontos e infantiles, lo sé, pero es inevitable tenerlos. Solo soy humana y los humanos tendemos a tener miedo de perder aquello que tanto queremos.

Toco la puerta del departamento de Sarah y ella me abre de inmediato. Está hecha un desastre. Se puede oler el alcohol y los cigarros a kilómetros. Sarah está claramente borracha porque se tambalea un momento y tiene que afirmarse del marco de la puerta.

Siento pena por esta mujer.

-Los mellizos están de cumpleaños y Lexie está invitada.

Sarah sólo asiente y desaparece un poco antes de salir nuevamente con Lexie en brazos. Parece que ha estado llorando, pero está intacta. Lexie me pide que la tome en brazos y eso hago. Sarah cierra la puerta en nuestra cara. Mejor así. Como me gustaría que Cam estuviera aquí para parar esta actitud de Sarah...

Entro con Lexie y mis hijos al verla salen corriendo en mi dirección. De inmediato Lexie se anima y me pide que la baje para estar con sus amigos.

El resto del día se trata de celebrar a los mellizos. Les cantamos el cumpleaños feliz, abrimos sus regalos y comemos una rica tarta de chocolate. Estos niños aman el chocolate, aunque creo que eso viene de Emma y Josh porque ambos se comen casi la mitad de la torta sólo ellos.

Pasamos un buen momento en familia.

-Creo que ellos son los niños más lindos de este mundo- dice mi madre casi derramando lágrimas.

- No llores mamá - le digo y la abrazo.

- Es de felicidad.

Sé a lo que se refiere. Mis hijos son el mejor regalo que me ha dado este mundo. Fueron la mejor sorpresa que la vida me ha dado. Agradezco cada momento en que ellos están a mi lado. Agradezco que Matty haya podido cumplir los tres años porque hubo muchos doctores que me dijeron que quizá él no lo lograría y aquí está junto a nosotros y lo estará mucho tiempo. Eso es lo que más quiero.

Me doy cuenta de que no quiero que ellos se queden así de pequeños para siempre. Quiero que crezcan felices. Quiero que aprendan y estudien. Quiero que nos quieran a Jace y a mí. Quiero ver la primera vez que se enamoren. Quiero estar ahí para ellos cuando tengan su primer corazón roto. Quiero enseñarles a ser Buenas personas.

Quiero que mis hijos conozcan las sorpresas que la vida tiene para ellos.

- ¿Qué pasa? - pregunta Jace quien se encuentra a mi lado.

Siento que una lagrima recorre mi mejilla. Hago ademán de quitármela, pero Jace lo hace antes que yo. Con mucho cuidado pasa su mano por mi cara, eliminando esa pequeña lágrima. Me gusta mucho lo delicado que es Jace conmigo.

- ¿Por qué lloras pequeña rubia?

Y el apodo. Me gusta mucho el apodo que Jace me puso.

- Es de felicidad.

- ¿Por qué estas tan feliz?

- ¿Cómo no estarlo? - pregunto - Tengo todo lo que siempre quise. Mis hijos están cumpliendo tres años y se lo celebramos en familia. Tenemos una familia, Jace.

Jace sonríe y me abraza. Envuelve sus brazos en mí y yo dejo que lo haga con gusto. No hay mejor lugar que los brazos de quien te quiere.

-Me diste la mejor familia del mundo, Maddie. Gracias a ti por dejarme ser parte de esta familia.

-No sería una familia completa si tú no estuvieras en ella

Es verdad. El regreso de Jace nos ha unido a todos. Incluso unió a Emma con Josh. Jace parece ser el ángel de la guarda de todos nosotros.

Jace es el pegamento que nos une a todos nosotros. Gracias a él estamos aquí.

Espero que algún día mis hijos sean el pegamento de su propia familia. Estoy ansiosa por ver eso, pero falta mucho tiempo aún. Lo que hay que hacer ahora es disfrutar de que siguen siendo parte de esta pequeña pero hermosa familia.

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