Sorpresas de la vida (SDLV #1) (COMPLETA) romance Capítulo 38

Día domingo después del cumpleaños número tres de mis pequeños hijos. ¿Estado de mi casa? Un desastre total. Hay comida por todos lados, cosas que no están en su lugar, desorden máximo... en fin. El estado de mi departamento es igual a cualquier otro después de una reunión familiar y como toda mujer que ama el orden, la limpieza, pero odia hacerlo por sí misma, me estoy volviendo loca.

¿Cómo tres niños, dos adolescentes, dos adultos jóvenes y tres adultos son capaces de hacer tanto desorden?

Es muy temprano para ser un día domingo, pero me levanté solo para ordenar este desastre. Lo malo es que los niños y Jace siguen durmiendo y no quiero despertarlos. Los niños no son un problema porque ellos duermen con cualquier tipo de ruido, pero Jace... no quiero que se despierte. Si lo hace comenzará a ayudarme y quiero que descanse. Intento ordenar algunas cosas sin hacer tanto ruido, pero aun así lavar los platos y los vasos sin hacer ruido se vuelve algo difícil. Además, que intentando hacer menos ruido la tarea de limpiar se vuelve más lenta y como dije antes odio limpiar. Soy bastante floja en ese sentido, pero también soy lo suficientemente consciente para hacerlo de todas formas.

Una hora después de empezar a limpiar ya estoy terminando. Creo que no era tan malo como pensé en un principio. Lo único es que falta aspirar y eso sí que haría mucho ruido. Supongo que como no es gran cosa podré dejarlo para después.

Quedé más que cansada, pero valió la pena. Mi pequeño y humilde departamento brilla de lo limpio que está. Me doy pequeñas palmaditas en la espalda mentales para reconfortarme a mí misma por haber logrado limpiar sin quejarme.

-Me hubieras despertado- escucho la voz de Jace a mi espalda.

Mi humor de pronto se vuelve mejor de lo que estaba. No hay nada mejor que ver a un Jace recién despertando. Cabello revuelto, sin playera y ojos un poco más claros de lo que en verdad son. Es imposible que no piense que Jace es guapo. Nunca he dejado de pensar en eso desde que lo vi ese día en el bar en donde todo esto comenzó.

Y que aún no termina.

-Sé que soy guapo, pequeña rubia, pero no tienes por qué mirarme tan fijamente- dice en tono de burla y broma a la vez

Me sonrojo. No me había dado cuenta de que lo había quedado mirando tan fijamente. ¿Cómo no hacerlo? En este minuto parece un dios griego o algo parecido. Aun así, aparto la vista apenas me dice aquello. Sigo siendo una chica tímida en mi interior, aunque ya he madurado bastante.

-Tu ego está por las nubes- le sigo el juego, pero sin mirarlo.

-Tú haces que mi ego suba cada vez que me quedas mirando de esa forma.

Jace se sienta a mi lado. Demasiado cerca. No lo miro, pero siento su mirada en mí. Me está mirando fijamente tal y como yo lo hice con él. Me remuevo un poco incómoda. Nunca me ha gustado que me miren de esa forma. Me intimida. Siento que de alguna forma están buscando algún defecto en mí.

- ¿Te he dicho lo hermosa que eres? - dice Jace.

Siento como su aliento remueve mi cabello. Parece que está más cerca de lo que pensé.

-Parece que eres ciego- le digo nerviosa y entre risas.

Toma mi cabeza entre sus manos como solo él sabe hacer y hace que levante la mirada para verlo fijamente a los ojos. Mi corazón se detiene ante su cercanía. Podría inclinarme solo un poco y nuestros labios se estarían rozando.

-Eres hermosa, Maddie. Eres la chica más hermosa que he visto. Tal vez tú no lo creas, pero me tienes a mí para repetírtelo todos los días hasta que te lo creas.

Sus palabras me dejan sin aliento. Jace es una de las personas más románticas que he conocido. Con una sola frase ya me tiene en sus manos y eso es mucho poder.

Comienzo a acortar la distancia que hay entre nuestros labios poco a poco. Él también lo hace a esa velocidad. Nuestros labios comienzan a rozarse. Un solo movimiento más por parte de ambos...

Y el timbre suena.

Maldita sea el que esté detrás de esa puerta.

Me levanto y abro la puerta. Sarah está ahí. He querido matarla por muchos motivos diferentes, pero seguramente este es el más egoísta. Como odio a esta arpía. Con una sonrisa socarrona en sus labios me saluda. Está limpia y al parecer sobria. Está pintada de forma exagerada y tiene puestos unos tacones de varios centímetros. ¿Cómo camina con ellos? Yo parecería bambi recién nacido si me pudiera esas cosas...

-Quiero a mi hija- dice sin rodeos.

- ¿Tan urgente es? Aún está durmiendo.

-Mi mamá me llamó. Si voy a su casa con la niña me dará dinero.

Creo que Sarah debería aprender a mentir un poco. O al menos a guardarse ciertas cosas para ella. Dice todo lo que piensa, no tiene filtro. Es como mi hermana, solo que Emma no es una arpía con cosas malvadas en su mente.

- ¿Pasa algo? - siento la voz de Jace a mi espalda.

¿Por qué siempre Sarah tiene que ver a Jace sin playera? ¿Qué acaso el universo no ve lo celosa que me pongo? Sarah lo revisa de arriba a abajo. Adopta una postura diferente a la que estaba teniendo mientras hablábamos. Saca pecho y trasero. Como si Jace se fijara en ella...

-Ya iré a buscar a Lexie- digo remarcando su nombre.

A veces pareciera que Sarah no se sabe el nombre de su propia hija.

Cuando me alejo de Sarah y Jace me maldigo mentalmente. Los dejé a solas mientras tengo que vestir a Lexie, porque aquí ella tiene su propio pijama, y traerla hasta su madre. Intento hacer todo el proceso lo más rápido que puedo, pero Lexie parece no estar de mi lado hoy. Tiene mucho sueño y apenas se mueve.

Después de unos minutos logro vestirla y la tomo en brazos. Se queda dormida en mis brazos de inmediato por lo que me acerco hasta la puerta en silencio, para no despertarla.

Lo que veo cuando llego no me lo creo. Sarah está sobre Jace besándolo. Si, besándolo. Lo tiene acorralado contra una pared, pero él es hombre no creo que tenga problemas para sacársela de encima, ¿verdad? Pensé que me daría tristeza ver esto, pero el sentimiento que me inunda es otro. Estoy furiosa. ¿Creía Jace que lo más enojada que me vería era con Cam? Pues tendría que verme ahora. Maldito idiota que se deja besar por la arpía de la vecina... pero en si no tengo derecho para reaccionar así. Jace y yo no somos nada. Somos unos tontos que no han formalizado nada.

Sarah se separa de Jace y veo que él tiene una expresión de sorpresa en su cara.

Me acerco a ellos y fingiendo no haber visto nada le paso a Lexie a Sarah. Ella se aleja de nosotros no sin antes darle una mirada a Jace.

Entramos al departamento. Jace y yo estamos en completo silencio. Creo que podría gritarle muchas cosas en este minuto, pero me recuerdo que no tengo el derecho porque no soy su novia y me calmo. Él es libre de hacer lo que él quiera y si quiere besar a la prostituta de nuestra vecina, pues que lo haga.

-Iré a mi habitación. Quedé cansada después de limpiar todo esto- digo cortante y sin mirarlo.

- ¿Maddie?

-Cuida a los niños si despiertan.

Comienzo a alejarme y él no me sigue. Pues parece que eso me lo confirma todo. Parece que Jace no es tan buen hombre como pensé que era. Me quedo dormida con ese pensamiento. Aquello no trae muy buenos sueños...

...

Cuando despierto siento que hay mucho silencio en la casa. Veo la hora y son las dos de la tarde. ¿Cómo pude dormir tanto? Bueno, no lo sé, pero me merecía un descanso y los niños estaban a cargo de su padre así que no me siento culpable.

Me acerco a la cocina y hay pizza, pero no hay nadie alrededor. Esta es justo la hora en que mis hijos estarían corriendo por todos lados jugando o al menos pintando en los suelos. Es imposible que ellos estén durmiendo. Conozco a mis hijos y su rutina. Ellos no están en casa.

-Qué bueno que despertaste, pequeña rubia- escucho la voz de Jace.

Me doy la vuelta y lo veo allí parado en el marco de la puerta de la cocina con una sonrisa en su cara. Como me gustaría romper su linda cara en estos momentos...

- ¿Dónde están Mia y Matty? - pregunto de la manera más cortante que puedo.

Parece que Jace se da cuenta de mi estado de ánimo porque deja de sonreír. Evito las ganas de sonreír yo porque esta ronda parece que la he ganado yo.

-Emma y Josh se los llevaron a un parque de diversiones. Ese es su regalo de cumpleaños para los mellizos.

Asiento. Había olvidado que Emma me había comentado eso ayer. Me doy la vuelta y comienzo a calentar un poco de pizza. En este momento soy una mujer enojada y muy hambrienta.

Jace se queda a mi lado en silencio. Yo solo ignoro su presencia y como de mi rica pizza. Jace pidió de mi favorita, pero eso no hará que me olvide de lo que vi esta mañana.

Limpio el plato que usé para comer y voy a mi habitación. Jace no hace nada al respecto así que supongo que no le importa mucho lo que me pasa. Me gustaría alejarme un poco de él o lo terminaré matando. ¿A dónde podría ir? No tengo excusa para salir del departamento, aunque... la piscina. En este complejo de departamentos todos los vecinos compartimos una gran piscina que hay. Nunca la he ocupado, quizá sea el momento.

Mostrémosle a Jace de lo que se está perdiendo.

Me pongo un traje de baño negro de dos piezas. Es uno de los más pequeños que tengo. Emma me lo dio hace unas navidades y yo jamás lo usé porque encontraba que mostraba mucho, pero ahora es lo que necesito.

El enojo se ha transformado en venganza.

Tomo una toalla y hago ademán de salir. Jace está en los sillones leyendo el diario. Cuando me ve sus ojos se salen de sus órbitas. Intento no sonreír. Es justo la reacción que quería.

- ¿A dónde vas así? - pregunta desconcertado.

-Todos los meses cuando pago este departamento pago un poco por la mantención de la piscina. Nunca la he usado así que pensé, ¿por qué no ahora?

-Porque podría haber gente allí...

- ¿Sí? Pues espero que haya algún lindo vecino.

Salgo del departamento y voy a la piscina. Esta completamente vacío. El día este nublado y hace un poco de frío. Aun así, entro al agua. Me quedo nadando unos minutos. Es relajante. Parece que todo mi enojo se ha ido, pero ¿por qué Jace tenía que besar a Sarah? Aunque parecía más que Sarah besaba a Jace.

-Sé que me viste con Sarah- dice Jace.

Me asusto porque estaba metida en mi mundo y no me había dado cuenta de que Jace estaba aquí y mucho menos que se había metido al agua conmigo. Había olvidado lo bien que se ve con su traje de baño...

-Si, lo hice

- ¿Por qué no dijiste nada?

- ¿Qué querías que dijera? Tú y yo no somos novios como para que esté recriminándote por algo.

Nos quedamos en silencio. Parece que ninguno de los dos tiene algo que decir. No puedo evitar pensar que si no hubiéramos decidido ir lento nada de esto habría pasado.

-Sarah me besó a la fuerza. Te juro que yo no quería- dice Jace mientras se acerca a mí.

Yo retrocedo, pero él no deja de acercarse cada vez más.

-Debe tener una súper fuerza como para que no te la pudieras sacar de encima- ironizo

Mi espalda choca con una de las paredes de la piscina. Jace me acorrala entre ella y su cuerpo. Cuando está así de cerca es difícil recordar el motivo por el cual estaba enojada con él.

-Lo sé ese fue mi error. No quería ser brusco con ella, pero te prometo que si esto vuelve a suceder lo haré.

Se queda en silencio como esperando mi reacción. Es imposible pensar para mí. Jace tiene sus manos en mi cintura y cada vez se acerca más a mí.

-Eres la única mujer que quiero en mi vida, Maddie. Quiero que tengas algo que decir si estas cosas suceden. Si para eso tengo que hacerte mi novia, pues lo hago.

- ¿Me estás pidiendo que sea tu novia?

- ¿Querrías serlo?

¿Cómo alguien podría resistirse a él?

Asiento con la cabeza, incapaz de decir palabra alguna. Jace sonríe y junta nuestros labios en un beso apasionado. Ya no es un beso tierno y tímido como los que nos hemos dado estas últimas semanas. Este beso significa más.

Significa que Jace es mío y que yo soy suya. Siempre ha sido así y espero que siempre lo sea.

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