Sorpresas de la vida (SDLV #1) (COMPLETA) romance Capítulo 40

Si alguien me decía hace dos años que Jace volvería no le hubiera creído. Me hubiera reído en su cara si me dijera que aceptaría sin pestañear a nuestros hijos y lo golpearía en la cara por cruel si me dijeran que él sería mi novio. Lo que estoy viviendo en estos momentos es de ensueño. Jamás pensé que algo así me pasaría. Es demasiado bueno para ser cierto. A veces creo que deberían despertarme de este sueño para volver a la realidad, pero después pienso que es mejor vivir en este sueño. Aquí tengo a mis hijos conmigo, Matty está mejorando y Jace es mi novio.

Si, si esto es un sueño por favor no me despierten y déjenme vivir en él para siempre.

Tengo una familia feliz. Tengo todo lo que necesito y mucho más. Me gustaría que mi papá estuviera aquí para ver que he logrado la felicidad completa junto a mi familia. Me gustaría saber si está orgulloso de mí. Me gustaría ver cómo se comporta con mis hijos y con Jace. Me gustaría saber si él aceptaría a Jace como su yerno... Bueno, la vida quiso otras cosas para mi padre, pero de todas formas sé que él nos está viendo desde donde esté. Solo espero que sea feliz y que nos cuide.

Estoy en mi cama ya lista para dormir, esperando a que Jace llegue de darse una ducha y podamos dormir tranquilamente. Si, ahora duermo con Jace. Dejamos de lado lo de ir lento y comenzamos a enfocarnos en nosotros. Nos amamos y encuentro que no hay nada de malo que dos personas que se aman duerman juntas y más si ya son formalmente novios.

Siento un peso a mi lado. Pequeñas gotas de agua caen en mi brazo. Lo nuevo que he aprendido de Jace ahora que vivimos juntos y más ahora que dormimos juntos es que ama dormir con el cabello mojado. No sé porque y parece que él tampoco. Esas son cosas raras de cada persona tiene. Lo bueno es que puedo decir que amo a Jace a pesar de todo esas cosas raras. Eso es de verdad el amor. Amar a alguien a pesar de todas sus extrañezas y costumbres raras.

Amo a Jace. No me canso de decirlo. Podría repetirlo todo el día. En verdad lo hago, solo en mi mente, pero lo hago.

- ¿Qué piensas, pequeña rubia? - pregunta Jace a mi lado.

Me doy vuelta para verlo a la cara ya que antes le daba la espalda. Jace ya se ha acomodado en nuestra cama y yo cargo mi cabeza sobre su pecho. Puedo sentir como respira y el ritmo de su latido del corazón. Puedo notar lo relajado que está. Pone una de sus manos en mi espalda y comienza a hacer círculos en aquel lugar. Me es imposible que no comience a relajarme de inmediato.

Jace tiene ese efecto en mí. Bueno, es uno de los muchos efectos que tiene ese chico en mí.

- ¿Crees que tu madre estaría orgullosa de ti? - pregunto en un susurro, pero sé que él me ha escuchado.

-He cumplido todos los sueños que tenía en la vida. Estoy seguro de que ella estaría más que orgullosa de mí.

Asiento con la cabeza sumida en mis pensamientos. Como quisiera que mi padre estuviera aquí y me dijera que está orgulloso de mí... Al menos compartimos eso Jace y yo. A ambos nos falta uno de los dos padres. Pero también ambos los perdimos cuando éramos pequeños.

- ¿Por qué preguntas eso? - pregunta luego de unos segundos.

-Solo estaba pensando en mi padre- respondo.

De pronto tengo un nudo en mi garganta. Siento que las lágrimas se agolpan en mis ojos, pero me niego a que salgan. ¿Por qué estoy tan sensible? No me gusta la idea de llorar porque extraño a mi padre. Mi mamá gastó todas las lágrimas posibles para derramar por la muerte de mi padre y yo siempre me prometí ser más fuerte que ella en este aspecto.

Pero ella no está aquí ahora para verme llorar por papá.

Las lágrimas salen sin que yo lo quiera. Nunca me ha gustado llorar y eso no ha cambiado ahora.

Me doy cuenta de que, aunque las cosas estén bien y sea feliz con la vida que tengo siempre me hará falta algo. No había pensado en mi padre desde hace mucho tiempo y ahora que estoy completamente feliz él aparece en mis pensamientos. Los seres humanos somos unos masoquistas. Queremos tener lo que es imposible que aparezca ante nuestros ojos o también algo que ya perdimos hace mucho y no podemos recuperar, como es el caso de mi papá.

-No llores, Maddie- dice Jace en tono suave y cantarín- Tú papá también debe estar orgulloso de ti donde sea que esté.

-Pero yo lo quiero aquí conmigo- digo entre sollozos.

-Sabes que eso no es posible, pequeña. Tenemos que seguir viviendo, aunque ellos ya no estén aquí. Sé que duele. Créeme que lo sé, pero dejará de hacerlo en algún momento.

-Tampoco quiero olvidarlo.

-Es tu padre, Maddie. Jamás lo olvidarás. No digo que cuando deje de doler es porque lo habrás olvidado, sino que llegará un momento en que pienses en él y ya no sientas esta angustia que estás sintiendo en estos momentos.

- ¿Tú ya llegaste a ese punto?

-No, aun no. Pero estoy esperando a que suceda en algún momento

Las sabias palabras de Jace hacen que me tranquilice. Mi respiración se hace más normal y las lágrimas dejan de salir de mis ojos. En ningún momento ha dejado de acariciar de espalda y eso hace que me relaje aún más. Siento como de repente mis ojos comienzan a pesar un poco. Cada vez me cuesta más mantenerlos abiertos. Fue un día bastante cansador en el instituto. No sería mala idea dormir y menos si lo hago junto a Jace. Sé que él me cuida por las noches y me encanta que lo haga.

No estoy sola. Tengo una gran familia detrás de mí incluyendo mi madre, Emma, Jace, mis pequeños mellizos y la familia de Jace. Tenerlos a ellos a mi lado es lo que agradezco en mi mente justo antes de caer dormida.

...

Otro día en el instituto. Amo enseñar, es una de las cosas que siempre he amado hacer. Para mí no es tedioso ni nada hacer que mis alumnos aprendan un poco de literatura.

Es lo que siempre he querido ser. Uno de los primeros sueños que tuve y esta cumplido. Me gusta mi vida. Soy feliz y nadie me puede quitar eso.

Aunque si hay una persona que puede cambiar mi ánimo momentáneamente y esa persona se llama Cameron. A quien se le ocurre hacer aparición en mi vida justo en la hora del almuerzo. Este tipo sabe a la hora en la que estoy desocupada.

- ¡¿Te atreves a llamar ahora Cameron?! Han sido semanas sin saber absolutamente nada de ti. ¿No creíste que estábamos preocupados por ti? ¡Eres un idiota!

Puedo sentir que Cam está aguantando la risa al otro lado de la línea. De algún modo eso me hace sentir mejor. Sé con seguridad que él está bien.

- ¿Te vas a defender un poco, aunque sea? - le pregunto después de unos segundos.

- Quiero que desates tu ira antes de decir algo- dice su voz.

Parece más tranquilo que antes. Habla en un tono más relajado muy parecido a cuando lo conocí. Me alegra escuchar eso.

-Pareces estar mejor- digo ya más calmada.

Es imposible estar mucho tiempo enojada con Cameron. Siempre será mi amigo.

- Estoy bien Maddie, tranquila. No tengo mucho tiempo para hablar, tengo que dar una clase en cinco minutos. Te llamaba porque quería decirte que estoy bien y las cosas por aquí van tranquilas en mi vida, pero los extraño.

- ¿A todos? - pregunto entre risas.

Cameron ahoga una risa. Sé que está rodando los ojos en este minuto.

-Si a todos hasta tu noviecito

Lo conozco bastante para haber trabajado juntos tan poco tiempo, pero fuimos unidos. Siempre lo fuimos y espero que aquello no cambie. Espero.

- No negaste que Jace es tu novio.

- Es difícil negar algo que es verdad.

No planeaba decirlo así. Pensé por un momento que él ya estaba bien porque ya no estaba enamorado de mí, pero el silencio incómodo que siguió cuando dije eso fue demasiado notorio.

Odio lastimar los sentimientos de otras personas y más si esas personas son importantes para mí.

- Lo siento, Cam... No quería

-No importa -me interrumpe Cam en el tono relajado de antes- Me alegro de que seas feliz, Maddie. Como te dije muchas veces te mereces eso y más.

- Gracias, Cam. Aprecio mucho que digas eso.

-No te preocupes es la verdad. Y.… ¿Cómo ha estado Lexie?

Cam hace esa pregunta con una fingida indiferencia, pero sé que ha querido preguntar eso desde que conteste a su llamada. Está preocupado por Lexie. Es obvio, él es su padre y ya era tiempo de que hiciera esta llamada para que yo le dé un reporte completo de como esta su hija.

- Lexie está bien, Cam. Ahora está con mi madre porque Sarah la fue a dejar al departamento hoy.

-Prefiero mil veces a que esté contigo que con Sarah.

- Lo sé, yo también. Sabes que cuidamos de ella. Jace y yo estamos al pendiente. Si quieres otro reporte del estado de tu hija sólo tienes que llamar.

Enfatizo las palabras "tienes que llamar" así se da cuenta que quiero que se comunique más con nosotros. Parece que entiende la indirecta porque ríe. Me gusta volver a escuchar su risa. Hacía tiempo que no la escuchaba.

- Lo haré lo prometo. Una cosa más antes de irme.

- ¿Sí?

- ¿Tienes al fin la familia feliz que siempre quisiste?

Lo pienso un poco y sonrío. Cam se sigue preocupando por mí, estoy segura.

-La familia que tengo es mejor de lo que pensé, Cam.

- Me alegra oír eso.

-Tú también eres parte de esta familia, ¿lo sabes no? Tú y Lexie

Puedo sentir que Cam está sonriendo. Conozco a este hombre mejor de lo que pensé.

- Lo sé, Maddie. Disfruta tu familia feliz. Hablamos después.

Mi familia feliz... claro que la disfrutaré y no dejaré que se desarme jamás.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Sorpresas de la vida (SDLV #1) (COMPLETA)