Sortilegio romance Capítulo 7

Salieron de la casa con dirección al bar donde se llevaría a cabo la celebración. Cuando llegaron al lugar se encontraron con todas las amigas de Samanta. Todas ellas salieron al encuentro, cuando las vieron llegar al lugar. Luego de hacerlo se dirigieron hacia la pista del baile. Todas menos Ivana quien se quedó a platicar un rato más con Samanta y Margot.

—Samanta cariño, es un gusto verte ¿Cómo te sientes estando a tan pocos días del gran día? —le pregunto Ivana.

—Estoy un poco nerviosa, pero eso es algo normal imagino —le respondió Samanta.

—Claro que lo es cariño, toda novia anda con los nervios de puntas, ya que espera que todo salga perfecto el gran día.

—Pero miren quien está aquí Margot, me alegra y sorprende mucho el verte.

—¡Muchas gracias! pero porque te sorprende el verme aquí, si quien se casa es mi hermanita —dijo Margot.

—Lo sé, pero no eres una de sus madrinas. Pensé que estaban peleadas —le dijo Ivana.

—Imposible, nosotras casi nunca nos peleamos y cuando lo hacemos no dejamos que los malos entendidos interfieran en nuestra buena relación —le dijo Margot— la razón por la cual no pude ser madrina es porque tengo muchas ocupaciones en Los Ángeles, eso me impedía poder estar aquí para poder organizar las cosas con ella, pero por nada en este mundo me perdería el gran día.

—Te comprendo, en verdad me da mucho gusto que te esté yendo bien —le dijo Ivana— creo que deberíamos acercarnos la mesa y tomar algo mientras conversamos —sugirió.

—Tienes razón, debemos hacer eso —dijo Samanta.

Así lo hicieron, se dirigieron hacia la mesa. Pidieron unas bebidas y siguieron conversando. Mientras se encontraban en la mesa, se acercó otra de las amigas de Samanta a ellas.

—¡Buenas noches! ¿Qué tal están?

—Nosotras estamos bien y ¿tú? —le pregunto Samanta.

—Me encuentro excelente, esta celebración ha sido una de las mejores ideas que se le ha podido ocurrir a Jazmín. Hablando de eso ¿Dónde se encuentra ella? Quedo de pasar por ti ¿Por qué no lo hizo?

Samanta estaba a punto de comentarle, que ella le había dicho tenía mucho trabajo y por eso no había podido llegar por ella cuando Ivana respondió la pregunta.

—Lo que sucede es que la fiesta será tanto para nuestra amiga Samanta como para su prometido Fernando. Ella me dijo que ella traería a Fernando como regalo sorpresa para Samanta.

—¿Por qué lo traerá ella? Podía encargarle eso a alguien más o al menos avisarnos a alguna de nosotras que fuera por Samanta.

—Lo que sucede es que ella me llamo, y yo le comenté que Margot estaba aquí, que me vendría con ella.

—Con razón.

Samanta dijo eso, ya que no quería comenzaran las sospechas y comentarios antes de que ella pudiera desenmascararlos el día de la boda.

—Bueno chicas, me disculpo, esa es mi canción la pista de baile me está llamando.

—Ve, no te preocupes por nosotras —le dijo Samanta.

En eso les llevaron las bebidas que habían ordenado, Samanta no era de beber alcohol, pero se había pedido un coctel sentía necesidad de reunir fuerza. Cuando habían terminado sus bebidas escucharon llegaron Jazmín y Fernando.

—¡Buenas noches! ¿Cómo se encuentran? —les pregunto Jazmín a las presentes en la mesa.

Cuando ambos notaron que la persona que estaba acompañando a Ivana y Samanta era Margot se les fueron los colores.

—¡Buenas noches! nos encontramos muy bien, este lugar esta genial.

—Margot estas aquí —dijo con la voz entrecortada Jazmín.

—Claro que sí, no podía perderme esta celebración que hiciste a mi hermana.

—Samanta nos comentó que ya te había dicho que Margot estaba aquí, pero te ves un poco sorprendida por ese hecho —dijo Ivana.

—Sí, ella me comento que tenía con quien venirse, pero no sabía que era Margot esa persona.

—Sí que ando distraída, yo juraba que te había comentado que Margot estaba aquí y me vendría con ella.

—En eso tienes toda la razón esta noche se hizo para divertirnos y no para estar pensando en otros asuntos —dijo rápidamente Ivana.

—Ustedes tienen toda la razón, chicas, hemos venido a divertirnos y eso es lo que haremos.

Se levantaron de la mesa donde se encontraban y se dirigieron hacia la pista de baile. Mientras se encontraban bailando Jazmín no podía dejar de pensar en lo decepcionada que se sentía debido a que su plan para impedir que su querido amante Fernando y su mejor amiga Samanta se casaran había sido estropeado debido a la extraña actitud de ella y la presencia de su hermana Margot.

Aunque al principio había decidido ir a bailar solo por estropearle la noche a su amiga Jazmín, Samanta se encontraba disfrutando bailando.

—¿Quieres que nos sentemos ya? —le pregunto Fernando.

—La música esta increíble, bailemos un poco más —le respondió ella.

—¿Qué te sucede?

—A mi nada ¿Por qué amor?

—Tú nunca has sido de bailar en las fiestas y ahora resulta que no quieres salir de la pista de baile.

—Creo que le he tomado gusto al baile, más contigo como mi bailarín personal.

—Eres muy linda mi reina, y bailas demasiado bien para no ser fanática del baile.

—De pequeña mis padres me obligaron a tomar clases de baile, es esa la razón por la que odiaba la idea de bailar, pero creo que era más enojo por el hecho de que me obligaran a hacerlo que por el baile en sí. Al menos eso he visto con lo sucedido hoy.

—Entonces debo agradecer a mis suegros el hecho de que seas tan buena bailarina.

—Así es —le respondió ella.

Samanta y Fernando bailaron juntos durante toda la noche. Aunque todo comenzó por no dejar que su amiga se diera color con su prometido, termino agradándole la situación, no tanto por con quien estaba bailando sino por el bailar en sí. Al terminar la noche Samanta se le pidió a Fernando que la llevara a su casa ya que su hermana Margot se dirigía a casa de sus padres, esto era totalmente mentira, pero estaba enfocada en arruinarle la noche a su amiga. Al final Fernando acepto llevarla y Jazmín le toco irse con Samanta quien se ofreció a llevarla cuando ella menciono que no había llevado su carro ya que se habían ido en el carro de Fernando hacia el bar. Al llegar a su casa Samanta no quiso dejar entrar a su departamento a Fernando con la excusa que debía de descansar ya para no tener ojeras el gran día. Para su sorpresa su prometido le creyó esa excusa y se fue sin discutir más. Margot llegó al cabo de unos pocos minutos, luego de dejar a Jazmín en su casa. Ingreso al departamento y se fue hacia la habitación de su hermana, donde se pusieron a platicar en la habitación de Samanta hasta altas horas de la madrugado. Al final terminaron dormidas juntas en la misma habitación, luego de un día cargado de tantas emociones.

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