Soy más rica que mi exmarido multimillonario romance Capítulo 251

Tomas se marchó, dejando solos a Alina y a Caleb en el salón.

Tras desahogarse, Alina parecía tranquilizarse un poco.

Mirando hacia la mujer, Caleb preguntó:

—¿Por qué no crees en los resultados de mi investigación?

—Porque sé muy bien la relación entre mis padres y Kate Scotter. Kate no tiene por qué hacer mal a mis padres después de tantos años.

—Entonces, ¿sabes que Kate no lleva una vida matrimonial feliz después de separarse de tu padre?

—Si fuera como lo que dices, entonces ella debería solo querer matar a mi madre, en vez de a los dos, ¿no? —Alina dijo en voz muy serena, sin dejarse llevar ni un poco por Caleb.

—¿Cómo sabes que Kate no guarda rencores a tu padre? —Caleb preguntó de nuevo.

—Caleb, ¡no creo que te hayas aclarado! Reconozco a esa persona, ¿lo sabes?

Sí, Alina había identificado a esa persona culpable, por lo tanto, no importaba qué pruebas le demostraran a ella, ¡serían falsas!

Sin embargo, Caleb había insistido pedir un plazo tres días para hacer la investigación por su parte. A ojos de Alina, tal acto solo era para posponer el tiempo con la intención de pensar en una forma de sacar a Emma del apuro.

Alina se levantó del sofá, mirando con desdén a Caleb, y dijo:

—Yo sabía que me daría una repuesta de que Emma no era la culpable cuando me pidiste que te diera tres días para la investigación. ¡Sabía que echarías la culpa a la familia Scotter o cualquiera para limpiar a Emma de sospecha! Caleb, no intentes engañarme. Ya no soy esa chica tonta de tres años atrás.

—¿Crees que he falsificado los resultados de la investigación? —Caleb preguntó.

Ante la pregunta directa del hombre, Alina solo dibujó una sonrisa leve en los labios bien pintados.

Mirando su sonrisa llena de ironía, Caleb por fin se dio cuenta de que si se permitía que las cosas siguieran así, la situación seguramente estaría fuera de control.

En cuanto Alina se dio la vuelta, el hombre dijo en tono crispado:

—Bueno, no me opondré más.

Alina se volvió y preguntó sonriendo:

—¿Qué?

—¡Es que puedes estar con Chester como quieras y no te molestaré más!

Ante las palabras de este, Alina se quedó helada ligeramente, sin saber qué decir por un momento.

Si Emma era el tabú de Alina, entonces Chester era la línea roja para Caleb.

La proximidad de Alina a Chester era una fuente constante de ira para Caleb. Cada vez que él veía que Alina y Chester se acercaban tanto, le entraba ganas de pegar duramente a Chester. ¡Caleb estaba muy celoso y enfadado!

Sin embargo, ¡justo ahora él accedió a que Alina y Chester estuvieran juntos!

Tras volverse en sí, Alina sonrió y preguntó significativamente:

—Entonces, ¿qué quieres de mí?

«Je, je, quiero ver hasta dónde podrías llegar por esa Emma.»

—¡Quiero que todo termine aquí!

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