Su Ternura es Mi Veneno romance Capítulo 1

Camila Lima se despertó en la mitad de la noche, agotada hasta los huesos, si decía lo que había pasado, nadie le creería, pero la noche anterior, había tenido relaciones con Jorge García. Fue su primera vez y no sintió nada especial, solo dolor.

Lo único que dejó una impresión profunda en ella fue cuando la barba de Jorge rozó su mejilla, su respiración en su cuello, sus besos en su oreja, su voz profunda acompañada del contacto físico hizo que el cuerpo de Camila se calentara más allá de lo que podía soportar. Durante todo el proceso, Jorge murmuraba un nombre en su oído, aunque Camila nunca pudo escuchar claramente cuál era, pero eso no disminuyó su emoción y nerviosismo.

A media noche, Camila se despertó, Jorge aún dormía. Observó la cara seria del hombre a su lado y sintió que su relación con él se había vuelto más cercana. Anhelaba el calor de sus brazos e incluso fantaseaba con seguir acostada a su lado, abrazándola mientras dormía. Pero sabía que, si no se iba en ese momento, se metería en problemas.

Jorge era el presidente del Grupo Nicolás y Camila una pasante, había dormido con él. Incluso sin pensar demasiado, ella sabía las consecuencias: en el mejor de los casos, perdería su trabajo y sería expulsada; en el peor, sería tachada de "seductora del presidente", arruinando su reputación y quedándose sin lugar en Valparaíso.

El día anterior fue el primer día de la construcción de equipo de la empresa, Jorge se emborrachó por la noche y agarró la mano de Camila, quien lo ayudó a entrar a su habitación, y la besó sin previo aviso. Inicialmente, Camila quería resistirse, pero cuando vio la cara de él, se sintió aturdida y ya no pudo rechazarlo. Antes de eso, Camila ni siquiera había tenido contacto directo con Jorge.

Camila volvió a su habitación tambaleándose, fingiendo como si nada hubiera sucedido, hasta las seis de la tarde, cuando varios autobuses que regresaban a la compañía se detuvieron frente al hotel. Ella subió al autobús con otra pasante, Teresa. Al subir, vio a una persona sentada en la primera fila, descansando con los ojos cerrados, lo que le dio un gran susto. ¿Quién más podría ser sino Jorge?

El autobús estaba lleno de gente, solo el asiento al lado y detrás de Jorge estaba vacío. La cara de Camila se puso roja al instante, ella y Teresa llegaron tarde, por lo que tuvieron que sentarse a regañadientes detrás de Jorge.

"¿Dónde lo dejaste?", Teresa preguntó mientras marcaba el número de "Camila" en su teléfono.

El teléfono comenzó a sonar, pero no provenía del bolso de Camila ni de su maleta, sino del asiento delantero, más específicamente, de la mano de Jorge.

Camila de inmediato sintió un nudo en el estómago, como si todos los pelos de su cuerpo se erizaran.