Te Quiero Como Eres romance Capítulo 117

¡Otra vez se agregaron cien mil euros!

A Sr. Lain y su asistente se les doblaron las piernas en un instante, pero Sr. Lain también había observado el terreno por mucho tiempo, y se sentiría un poco de lástima si fuera robado, entonces no podía evitar hablar con Diego.

—Señor, tengo cooperación en los negocios con la Familia Elvira. Somos amigos, ¡será exagerado si robas el terreno de manera tan obvia!

Diego no estaba ansioso y respondió tranquilamente.

—El campo de los negocios es como un campo de batalla. No hay amigos permanentes. Además, es voluntaria la manera de comprar y vender. Puedes consultar a Srta. Elvira si ella quiere venderte o no. ¡Obviamente mi oferta es más sincera que la tuya!

Adriana y Marta se estremecieron cuando escucharon los novecientos mil euros de repente. Por el momento Adriana no quería vender el terreno y lo hizo simplemente para amenazar a Micaela. Si Micaela insistiera en trabajar en Brillantella, Adriana volvería a vender la tierra. ¡Y expulsaría a todos del orfanato frente a Micaela!

Sin embargo, a Adriana la emocionó mucho la oferta.

¡Marta estaba muy alegre porque siempre había abogado por vender la tierra por dinero! Habló con Adriana en voz baja.

—Adriana, ¡son novecientos mil euros! No te preocupes de que Micaela trabaje en tu empresa. Ella no podría ser tu competidora. Además, puedes derrotarla en tu lugar, ¿no es cierto?

Adriana se sintió aún más conmocionada y echó una mirada hacia Micaela y su novio. ¡Si fuera a vender la tierra, la vendería al precio más alto!

Sr. Lain miró a Adriana y de pronto reaccionó.

—Srta. Elvira, si te parece que el precio no es razonable, podemos negociarlo. ¡Pero no es apropiado si pides a alguien venir aquí para subir el precio!

¡Sr. Lain se volvió furioso!

¡Pensó que este hombre sería alguien de Adriana!

—Sr. Lain, no le he pedido venir.

Diciendo eso, Adriana empezó a tener dudas de si fuera él quien iba a pagar novecientos mil euros.

No podía evitar preguntar cuidadosamente.

—Señor, ¿de cuál empresa es usted?

Diego no se sonrojó ni jadeó y fabricó cuentos.

—Mi apellido es Mancebo.

Adriana buscó automáticamente en su mente quién fue él. Con tanto dinero y un auto de lujo de millones de euros, su apellido era Mancebo, ¿acaso sería del Grupo Mancebo?

El Grupo Mancebo era rico y el jefe de Solnaciente, que formaba parte del Grupo Mancebo, tenía la edad aproximada.

En aquel entonces, Adriana se tranquilizó y quería aprovechar la oportunidad para humillar a Micaela.

—Sr. Lain, lo siento mucho. Ahora no puedo venderte la tierra. ¡Creo que realmente vale novecientos mil euros e inluso más!

Sr. Lain estaba bastante enfadado y miró a Marta con enojo.

—Bueno, llevamos muchos años haciendo la cooperación pero me engañáis como así. ¡Se acabó nuestra cooperación!

Luego se fue con mucha ira.

Marta tampoco quería hacerle caso porque creía que el Grupo Elvira sería más poderoso con los novecientos mil euros como activos líquidos y no se preocuparía por la falta de la cooperación con Sr. Lain.

Viendo eso, Micaela estaba un poco ansiosa, agitó la mano de Carlos y preguntó en voz baja.

—¿Qué pasa? ¿Está fingiendo ser Ernesto? ¿Va a gastar novecientos mil euros para comprar el terreno?

Carlos miró a Micaela con una sonrisa.

—¡Nena, calma!

Micaela no lo comprendió más, pero vio que Adriana y Marta se acercaron.

—Micaela, vienes con tu novio para comprar la tierra, ¿verdad?

Al ver a Micaela morderse el labio sin contestar, Adriana siguió diciendo.

—Ya sabes que este señor nos ha ofrecido una oferta de novecientos mil euros. El que tenga el precio más alto gana. ¡Si tu novio puede pagar un millón, te venderé la tierra! ¡E incluso podrás trabajar en la empresa si quieras! ¡Competiremos de manera justa en el futuro! Voy a darte la oportunidad de experimentar el fracaso frente a mí.

Carlos olía el perfume de Adriana y dio un paso atrás.

Sin embargo, Adriana pensó que él tenía tanto miedo que se estremeció, por lo que se rió más salvajemente.