Te Quiero Como Eres romance Capítulo 172

Frente a un espejo de maquillaje, unas maquilladoras estaban maquillando y peinando a Micaela.

Estaba sentada tranquilamente, dejándose llevar por ellas.

—Redactor jefe, ¡tienes vista!

—¡La señorita Micaela tiene un temperamento muy sobresaliente!

—¡Seguro que esta vez la revista Excelente Gusto va a ocupar el primer lugar en la venta!

***

Mirando a Micaela, quien estaba colaborando a las maquilladoras, Gael se enorgulleció con manos en los bolsillos.

Claro que tenía vista. Además, no era el único que la tenía, el Sr. Eric de Brillantella también. De cualquier modo, el que tenía vista más debía ser el que estaba sentado en el ático…

¿Cómo encontró a Micaela este tesoro?

—Redactor Gael, el modelo de Brillantella ha llegado —una asistenta entró acompañada por un modelo alto.

Gale lo examinó, que estaba en forma y se merecía ser modelo.

Sin embargo, después de ver la escena cuando Micaela y Carlos estaban juntos, él no podía imaginar cómo sería si este modelo estuviera al lado de Micaela, lo cual le parecía muy raro…

—Cámbiate.

El modelo echó un vistazo a Micaela y se sintió contento porque podría estar con esta chica tan guapa en las fotos.

Una asistenta y un empleado vinieron a hablar con Gael en voz baja.

—Editor, no sé por qué creo que el caballero que viene con la señorita Micaela es más adecuado para ser el protagonista.

—De acuerdo, aunque el modelo está bien, no merece a la señorita Micaela.

Con los ojos cerrados, Micaela se puso emocionada al escucharlos.

«¿Van a tomar fotos de Carlos y yo?»

Parecía que ella había soñado con esto…

—No os ilusionéis, Carlos es demasiado discreto. Lo he invitado muchas veces y siempre me rechaza. Desde que lo conocí hace más de diez años, solo he visto sus fotos de identidad. No tiene otros tipos de fotos más… —Gael suspiró.

¡Qué lástima!

Y Micaela solo tuvo que contener su decepción.

Era verdad. Carlos era noble de nacimiento, pero nunca había aparecido en ninguna noticia, por lo cual ella conoció su identidad real tras tanto tiempo.

Viendo que las maquilladoras tenían que tardar mucho, Gael salió a hacer otras cosas.

Así sentada, Micaela se dio cuenta de que había pasado más de una hora.

—Bueno, ¿a qué hora quedamos con la señorita Bianca?

—A las 10:30. Más o menos llegará el momento después de tomar fotos para la portada.

Después de terminar algunos asuntos, Carlos miró hacia el piso abajo. Vio que Micaela ya no estaba en el tocador.

Con el ceño fruncido, se quitó los audífonos y se acercó a la barandilla.

Cuando miró hacia abajo antes, como muchas personas estaban rodeando a Micaela, no la vio bien. Ahora desde arriba la miró en el estudio de fotografía, Carlos prensó la mano en su corazón subconscientemente…

Su amor siempre le daba sorpresas sin interrupciones…

Vestida de un traje azul sin mangas, Micaela estaba con la clavícula expuesta. A pesar del cierre de cintura y el dobladillo, la falda no era nada indecorosa, sino que destacaba mucho la belleza de Micaela.

Su piel era tan blanca como la nieve y sus ojos parecen a un agua clara, mostrando su pureza. En el caso de Micaela, estas dos sensaciones absolutamente contrarias no parecían nada raras sino realzar su belleza.

Ya estaban hechas las fotos individuales. El fotógrafo pidió al modelo que subiera al escenario. El asistente trajo una silla alta sin respaldo, donde el modelo se sentó de espalda y miró hacia Micaela. Y Micaela apoyó el codo en el hombro del modelo mirando a la cámara...

Después de tomar varias fotos, el fotógrafo todavía no se satisfizo. ¡El modelo no le merecía nada a Micaela!

Quizás por el contacto físico, Micaela se mostró un poco incómoda. Pero solo era un simple movimiento y no era para tanto, ¿no?

Gael también percibió la falta. Aunque no se veían mal las fotos y Micaela tenía temperamento como otros modelos famosos, se sentía algo extraño y el modelo solo servía como personaje segundario, con lo que Gael se sintió descontento.

—Déjamelo —se oyó la voz de Carlos cuando Gael estaba preocupado.

Gael suspiró y se sorprendió mucho al ver a Carlos, quien de pronto apareció a su lado y ya se estaba quitado el abrigo.

¿No era el Carlos con lo que había soñado muchos años?

¿Ya podía estar en la portada de Excelente Gusto?

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