Te Quiero Como Eres romance Capítulo 191

El cerebro de Alba estuvo en blanco por un momento, perdió la emoción que tenía miró hacia atrás y preguntó:

—Hermano, ¿a qué vienes?

Al mismo tiempo vio el conductor Ramon que estaba detrás de Mateo.

Mateo le preguntó:

—¿Qué crees tú, o acaso quieres que venga otra persona que te recoja?

—Es que mi amiga Micaela me dijo que vendría por mí.

Mateo respondió a la ligera:

—Entonces te vas a decepcionar, ella no va a venir.

—¿Por qué?

Alba de repente se puso nerviosa y quiso llamar a Micaela.

—Porque el señor Aguayo no la deja venir.

Alba dejó de hacer la llamada.

—Me llamó el señor Aguayo pidiendo que te pasara a buscar yo, porque Micaela necesitaba dormir. Eso fue lo que me dijo.

Alba creyó en sus palabras porque sabía muy bien que su hermano mayor siempre le decía de forma directa.

Luego recordó que era imposible pidiendo a Micaela que le recogiera en medio de la noche, desde que Micaela fue hipnotizada, una vez que se quedara dormida, era difícil despertarla después de las once de la noche.

—Alba, tu amiga es mujer del Sr. Aguayo. Tienes que estar consciente en eso, no dejes que el Sr. Aguayo me llame por algo tan trivial.

Siendo su hermano, ni siquiera supo cuándo volvió su hermana, y mucho menos la hora del aterrizaje del avión.

Hablando de esto, Mateo se sintió culpable por haber sido demasiado estricto y frío con su hermana, debido a eso, ella siempre tomaba decisiones sin consultarle...

Alba miró a Mateo y desvió la mirada:

—Está bien.

Desde que era una niña, ella siempre sabía que hay que hacerle caso a su hermano, todo lo que hizo era por su propio bien...

¡Pero Micaela era su mejor amiga y eso no cambiaría por ser mujer de otra persona!

Al ver su expresión un poco frustrada, Mateo quería consolarla con su mano que estaba metida en el bolsillo de su pantalón, pero al final no hizo nada y guardó las palabras que le iba a decir.

Mateo observaba a su hermana y frunció el ceño:

—¿Por qué estás tan flaca ahora?

Esa vez que volvió en secreto, no estaba tan delgada como ahora, su barbilla se volvió más puntiaguda que se veía más atractiva que antes...

Mateo tragó saliva y miró hacia otro lado...

Alba estaba contenta que su hermano por fin se preocupaba de ella.

—Porque no estaba acostumbrada del nuevo ambiente.

¿Se fue al extranjero por un año y aún no podía acostumbrarse?

Mateo no desenmascaró sus palabras, solo sacó su maleta y se dirigió a la salida del aeropuerto, justo ese momento, un hombre que venía atrás dijo impacientemente:

—¡Te lo he dicho que ya tengo una novia!

Entonces los dos giraron la cabeza inconscientemente y vieron un hombre guapo, se dirigió rápidamente a la dirección de ellos y detrás de él había una rubia de cabello largo que le perseguía y que intentó a tomar su mano, pero el hombre se la tiró fácilmente.

Era un hombre que tenía un hermoso rostro, con solo ver su apariencia y su actitud hacia la mujer, Alba ya pudo adivinar que debería ser un mujeriego que jugaba los sentimientos de las mujeres.

La mujer seguía importunando al hombre:

—¡No me mientes, no te creo!, a menos que me demuestres que realmente tienes una novia!

El hombre que perdió la última paciencia enganchó a Alba quien pasó justamente a su lado en sus brazos y la besó a sus labios rojos...

...

A la mañana siguiente, Micaela se despertó aturdida, al ver el techo blanco como la nieve, sintió como si hubiera olvidado algo, se sentó en medio de la cama...

De repente, recordó que tenía que recoger a Alba.

¡Pero ya amaneció!

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