Micaela se despertó por el hambre. Se levantó y encontró que estaba en la sala de descanso de Carlos.
¿Se quedaba dormida desde la Nación Fracimon?
Pensando en la razón por la que tenía tanto sueño, ella se ruborizó…
Anoche, como el techo del hotel era de cristal, ella se sintió insegura. Además, Carlos le dijo que la casa de madera estaba mal insonorizada, lo que la hizo más nerviosa. Por eso, Carlos no la dejó dormir hasta muy tarde porque a él le gustaba su reacción sensible…
Debido al rubor, ella quiso ir al baño para lavarse la cara. Cuando estaba para abrir la puerta, escuchó una voz de mujer.
—Carlos, ¡hazte mi novio!
Micaela se quedó atontada sin saber qué hacer.
Dudando en entrar en el baño, ella se quedó para escuchar qué contestaría Carlos…
—De ninguna manera.
Al oír su rechazo, ella se alivió y se alegró. Había sabido que la rechazaría…
—Carlos, a mi abuelo no le gustan otros hombres. Me sospechará si busco cualquiera a fingir mi novio. Pero estará muy satisfecho contigo. Si me ayudas, no me apresurará a casarme en estos años. Y mi novio también va a esforzarse conmigo por lograr éxito. De este modo, mi abuelo y mi padre lo permitirán ser mi novio.
Micaela no entendió de qué estaban hablando.
¿Esta mujer quería que Carlos se hiciera su novio, mientras dijo que ya tenía novio?
Cuando Micaela estaba molestada, la mujer siguió hablando.
—¿Temes que Micaela no esté de acuerdo? ¿O hablo con ella?
¿Qué?
¿Ella conocía a Micaela?
Micaela se quedó perdida. De repente, abrieron la puerta desde fuera y Micaela dio un paso atrás inconscientemente.
Carlos había supuesto que Micaela estaba detrás de la puerta. Y lo había acertado. Ella estaba ahí. Si él no hubiera reducido la velocidad cuando abría la puerta, ¡ella se habría chocado contra la puerta!
A través de la puerta abierta, Micaela intentó mirar hacia afuera para saber quién era la mujer. Sin embargo, la mujer se prestó a ella y la saludó con entusiasmo.
—¡Hola, Micaela!
Micaela se quedó mirándola. Era casi de la misma altura que Micaela. Era bonita y tenía ojos brillantes. Lo más importante era que ella disponía de una confianza especial…
—Gerenta… —después de un buen rato, Micaela reaccionó y exclamó.
—Ya no eres mi empleada, no me llames gerenta. Igual que Carlos, llámame Natalia —Natalia le mostró una sonrisa encantadora.
De pronto a Micaela se le ocurrieron muchas cosas. Así se llevaba con Carlos, debería conocerlo muy bien, ¿no? Aparte de eso, ambos eran de clase alta y muy poderosos en Teladia…
Natalia era la representante de las excelentes mujeres en Teladia. Podría vivir bien dependiendo de su apariencia o su familia. Sin embargo, ¡se convirtió en una líder en la personalización de joyas en Teladia por su propia cuenta!
Carlos le abrazó a Micaela en el hombro.
—¿Tienes hambre? —él le preguntó.
Micaela se puso un poco sonroja, queriendo quitar su mano del hombro…
Ella lo miró. ¿Por qué él era tan cuidadoso? Al escuchar que entró en Nubcanción solo por su capacidad, Micaela se alivió.
—A pesar de que yo no te conocía bien, sabía que no quería aceptar mi ayuda —Carlos le devolvió una mirada y dijo.
Micaela se conmovió más. Él le había arreglado casa y trabajo de una manera general…
—Gracias, Carlos…
—Oye, Micaela, ¡también tienes que agradecerme! —de repente Natalia dijo.
—Sí, gerenta, gracias a usted… —Micaela se apresuró a decir.
Natalia sonrió. Y su sonrisa era brillante, a través de la que se reflejaba lo abierto de clase alta.
—También debo agradecerte. Creaste mucho valor para Nubcanción y cada pedido tuyo fue excelente. Si no te hubiera ido, ¡ahora deberías ser una diseñadora famosa!
Micaela se mostró un poco tímida.
—Sin embargo, Micaela. Me gustaría pedirte un favor… —entonces, Natalia cambió de tema.
Antes de que Micaela hablara, Carlos la interrumpió.
—Natalia, no hablemos de eso. De ninguna manera.
—No estoy hablando contigo, sino a Micaela —Natalia no le hizo caso y dijo a Micaela con mucha sinceridad—. Micaela, vamos a ir al grano. Necesito que Carlos finja como mi novio a asistir al banquete en mi casa por la noche. Solo lo necesito una noche.
¿Fingir?
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Te Quiero Como Eres