Te tomo prestado romance Capítulo 81

Nastya

(Unas semanas después)

***

Bulat ha desaparecido. Como ha dicho, se ha ido de viaje de negocios. Él y yo nos mandamos mensajes de vez en cuando, pero no me canso de hacerlo. Estas charlas no tienen nada que ver. Pregunta:

"¿Cómo va todo? "¿Cómo está el bebé? ¿Cómo te sientes?"

Respondo con la habitual respuesta de una sola palabra:

"Bien".

Una extraña sensación me desgarra el pecho...

Le echo de menos.

Mucho.

De repente perdí el interés por él y sólo podía pensar en él.

Maldita sea...

Y no puedo luchar contra ello.

¡No puedo luchar contra estos estúpidos sentimientos!

Esa noche me duché, me puse una fina bata de seda y decidí leer un poco, navegando por Internet mientras estaba tumbada en la cama.

Bulat me regaló una tableta, un teléfono nuevo y una montaña de ropa. Es generoso con los regalos y me dice que no me niegue nada.

Pero daría cualquier cosa por conseguir su corazón y encontrar la simple felicidad femenina.

¡No quiero ningún regalo!

Sólo quiero su gran y fuerte amor. Quiero que me proponga matrimonio, que tenga un hijo con él y que tengamos una familia fuerte y llena de amor.

De repente, oí pasos fuera de la puerta, y me tensé. Dejé la tableta a un lado y escuché.

Bulat estaba de viaje de negocios, pero ¿quién se colaba en mi habitación con tanta confianza? A juzgar por el rápido paso, debe ser el dueño de la casa. No me costó aprender a detectar sus pasos. Sinceramente, incluso en esto me acordé de él.

La puerta se abre y ÉL entra en mi habitación.

La silueta es enorme, impresionante. El olor a gel de ducha fresco y a energía infinita me hace cosquillas en las fosas nasales.

Bulat Basmanov está de pie junto a la puerta, con una bata de seda negra que envuelve sus músculos de forma muy sexy. La fina tela se pegaba literalmente a su cuerpo debido a la humedad. Un imponente bulto sobresalía entre sus piernas. Su polla parece estar de pie... ¡Oh, Dios mío!

Me mira fijamente como un tigre antes de saltar... una fracción de segundo antes de sumergirse en la jugosa carne de la sabrosa caza.

- ¿Bulat?

Salto de la cama, sorprendido.

Me asustó...

- ¡Has ido a Múnich!

No responde a mis preguntas.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Te tomo prestado