Tenias que ser tu romance Capítulo 63

Registrada en SAFE CREATIVE

Bajo el código: 2011045801413

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©

(Dos días después)

Paula de la O abrió los ojos lentamente cuando comenzó a sentir el frío del aire acondicionado que había en la habitación. Y el primer contacto que tuvo fue nada más ni nada menos que el de Fernando, que se notaba, había estado pegado a ella durante todo ese tiempo.

El movimiento de la mano, que él le tomaba, fue lo primero que sintió haciendo que de inmediato irguiera la cabeza y le sonriera ―¡despertaste!, ¡Eugenia!, ¡está despierta! ― le alertó a su nana que de inmediato se puso de pie y fue hacia ella.

―Mi niña, ¿estás bien?, ¿cómo te sientes?

―Me siento, adolorida del cuerpo― comentó ―¿Qué pasó? , ¿qué hago aquí?

Fernando le besó la mano ― mi madre te arrolló con el auto. A tí y a Iván.

Paula abrió los ojos de inmediato― ¿qué?, ¿cómo que me arrolló?, ¿cómo está Iván?

―Él está bien. Ya fue dado de alta ayer y se encuentra en su casa ― explicó Eugenia― pero estamos tan felices de que hayas despertado. Nos teníamos muy preocupados. No nos hemos movido de aquí.

―Me da mucho pesar lo que pasó pero, todo ha sido un caos Paula. La razón por la que estas aquí fue una mala jugada y ahora… ― trató de decir― lo bueno es que estás bien y que si los doctores lo consideras podrás irte a casa.

―¿Aitor?― dijo Paula viendo hacia la puerta.

Fernando volteó y vio al agente de pie debajo del marco de la puerta. Él entró y con una sonrisa saldó a Paula ― me alegra que hayas despertado. De verdad que todos estábamos muy preocupados.

―Gracias.

Aitor suspiró― Paula, sé que no es un momento oportuno pero… Necesito que me contestes unas preguntas para poder seguir el caso.

―No sé si sea el momento, acaba de despertar y…― trató de defender Eugenia.

―No te apures Eugenia, estoy bien. Dime, en ¿qué puedo ayudarle? ― preguntó Paula viéndolo a los ojos.

Aitor, fue hacia la puerta y la cerró; al parecer lo que iba a hacer no era del todo legal. Luego se acercó a la cama y con discreción le dijo ― La razón por la cual te atropellaron fue porque Iñaki, el padrastro de Fernando, le dijo a Minerva que tú eras su amante.

Paula negó con la cabeza ― no, claro que no― vio a Fernando― por supuesto que no.

―Lo sabemos, ese punto ya fue aclarado, mi amor, no te preocupes― le consoló Fernando.

―El problema aquí Paula, es que tenemos nuevas pistas sobre todo esto, pero hay cosas que aún no cuadran, que no nos llevan a ningún lado. Así que necesitamos que nos digas, si sabías que Iñaki y tu tía Francisca eran amantes.

Paula niega de inmediato con la cabeza ― Claro que no, no tenía ni idea, ¿tú lo sabías? ― preguntó a Fernando.

Él asintió con la cabeza ― sí, esa fue la amenaza que utilicé para que me dijera si éramos o no hermanos.

―Dios Fernando, en verdad no deberías dedicarte a ser policía ― bromeo Aitor al ver todos los detalles que se le pasaban.―Entonces, no sabías.

―No, no recuerdo nada. Sólo que le di las gracias a Iñaki y me bajé del auto para irme a trabajar, Salma me esperaba así que…

―Yo sí recuerdo algo― dijo Eugenia, haciendo que todos prestaran atención― no sé si tenga relevancia pero, la mañana antes del acontecimiento, vi a Minerva y a su hermano, Fausto, discutiendo acaloradamente en la calle a las afueras de su casa.

Aitor caminó hacia Eugenia ―¿discutían sobre qué?

―No lo sé. Sólo sé que ella estaba furiosa y le reclamaba algo. Para después subirse al auto y alejarse de ahí. Sólo le puedo decir que él le rogaba algo y ella negaba con la cabeza. La señora Minerva se veía desquiciada por completo, jamás la había visto así.

―¿Eso puede ser verdad? ― le preguntó a Fernando.

―Bueno, podría, aunque es raro. Según tenía entendido mi madre y su hermano se veían poco, estaban algo alejados pero, no lo veo tan loco que mi madre haya ido a verle.

―¿Cómo a que hora la viste? ― comenta Aitor.

―La vi por ahí de las seis de la tarde― responde Eugenia.

―¿Recuerdas a que hora estaban tú e Ivan en el malecón? ― ahora se dirigió a Paula.

Ella cerró los ojos― acababa de llegar del almacén, ese día salí un poco temprano, así que seguro fue por ahí de las siete cuando Iván y yo nos encontrábamos ahí.

Fernando en seguida entendió lo que estaba sucediendo―eso quiere decir que…

―Tu tío fue la última persona que habló con tu madre… y él, nos puede dar más respuestas― concluyó Aitor. Por fin, todo estaba tomando un camino.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Tenias que ser tu