—Me estás diciendo que mientras estamos aquí… ¿Hay un ataque a la unidad de cazadores por los radicales?
Bael miraba a Raimi.
—Mis compañeros de grupo me contaron todo porque pensaron que me uniría a ellos para matar a Taylor —explicó Raimi—, al parecer la aceptaron para que pareciera que Taylor murió en un accidente dentro de la prueba, mientras el grupo radical derroca a los altos mandos.
Bael gruño.
—¿Por qué confiaron en ti? —Aiko miro acusadora a Raimi—. ¿Cómo no sabemos que eres uno de ellos?
—Eso es lo mismo que yo me pregunto —le cuestiono Steve.
—Creían que odiaba a Taylor lo suficiente para ayudarlos —explicó Raimi—, eran dos grupos, los demás creo que fueron asesinados.
—¿De verdad derrotaste a todos juntos tú solo? —replicó Steve.
—¡No tengo tiempo para esto! —exclamó Bael.
Bael metía a todos y a él mismo dentro de un círculo de fuego y antes de que los cazadores reaccionaran los cinco se teletransportaron al Reino.
Jeremy escupió su café cuando los cinco jóvenes aparecieron en su consultorio.
Bael hizo que cuerdas mágicas sujetaron los brazos y piernas de los cazadores ilesos.
—¡Taylor! —Jeremy corrió hacia la joven ensangrentada y desorientada.
Bael sacaba su celular y empezaba a mandar mensajes.
—¿Qué demonios está pasando aquí Bael? —preguntó Jeremy mientras revisaba a Taylor.
—Estefan estará aquí con Theo en cualquier momento —explicó Bael—, Taylor necesitaba asistencia, por eso la traje aquí. Esos son sus amigos cazadores, que mi tío Jaime se encargue de ellos. Tengo que ir a rescatar al imbécil de Gerald.
El semidemonio volvió a desaparecer concentrándose en la marca mágica que dejó en Gerald. Cuando apareció a su lado no se sorprendió al encontrar el caos. Los cazadores estaban teniendo su propia batalla entre ellos. Gerald estaba escondido detrás de unas grandes cajas auxiliando a una mujer herida.
—¿Cómo no pudimos darnos cuenta? —le decía una mujer que era ayudada por Gerald porque tenía una flecha atravesada en el brazo—, estuvieron en nuestras narices todo el tiempo.
—Tenemos que buscar a Jack para ir por nuestros aprendices —Gerald le sacaba la flecha.
—Ellos estarán bien, debemos detener a estos desgraciados.
—Hatice, lo siento, pero prioridad ahora mismo es devolver a mi aprendiz entera porque si no el que estará muerto seré yo —dijo Gerald preocupado.
—Ya la regresé al Reino, maldito imbécil —Bael se hizo notar.
Gerald se dio la vuelta y nunca estuvo más feliz de ver al semidemonio.
—¡Bael! —Gerald intentó abrazarlo, pero Bael lo esquivó—. Genial, puedes ayudarnos.
—Maldita sea Gerald, no tenemos tiempo para estas estupideces —Bael saco unos frascos y le lanzó uno a la cazadora herida—, no me importa una rebelión dentro de los cazadores, nosotros tenemos nuestros propios problemas y necesito que empieces a rastrear algo.
Gerald le sostuvo la mirada unos segundos.
—¿Saben dónde están? —preguntó Gerald.
El cazador pudo entender qué estaba hablando de los demonios completos.
—Tenemos un aproximado —Bael miró alrededor—, además, no debería intervenir Gerald, este no es asunto del Reino de los hombres lobos.
—Será su asunto si los radicales toman el poder —dijo Hatice mirando aun el frasco—. ¿Qué es esto?
—Una pócima de curación, tómatela ya —Gerald le animo a hacerlo—, son realmente curativas, tendrás el brazo como nuevo.
La cazadora se lo tomó rápidamente.
—Hatice tiene razón, si esos enfermos toman el poder inmediatamente habrá carta libre para matar cualquier criatura mágica —Gerald miró alrededor—, esto escalara a mayores.
Bael gruño.
—Contigo acabaremos rápido —Gerald le sonrió—, yo hablare, tu solo pon cara de “los voy a matar a todos”, si ¡Justo así!
—Esa es mi cara normal imbécil —rezongo Bael.
Gerald tomó su ametralladora del suelo y Hatice lo imitó.
Se acercaron nuevamente al caos del exterior.
Muchos personas luchaban ferozmente entre sí, pero el semidemonio pudo distinguir a un grupo que tenía el mismo uniforme negro.
—Esos son los radicales, son la misma facción que atacó la villa de Taylor hace años —le explicó Gerald—, se han infiltrado en nuestras esferas sin que nos diéramos cuenta.
—¿Ves a Jack? —Hatice preguntó por su amigo faltante—, es uno de los miembros del jurado, creo que pudieron ir por el primero.
—Pues hagamos esto rápido antes que mi tío Jaime mande a mi papá a buscarnos —hablo Bael—, porque lo más probable es que quiera eliminar a todos por igual.
Los tres salieron del escondite y Bael hizo aparecer varios de sus espectros de fuego que aterrorizaron a casi todo el mundo.
—¡Uno de ellos está aquí! —gritó uno de los radicales señalando a Bael—. ¡Retírense!
Bael lo sujetó con una cuerda mágica antes de intentar escapar.
Gerald se juntó a sus espectros y empezó a atacar a cuanto radical se le cruzara, algunos cazadores al entender que los espectros de Bael estaban matando solo a los radicales empezaron a ayudar.
Pronto pudieron avanzar y reducir a los infiltrados. Bael solo se paró en un muro mientras los cazadores se mataban entre ellos. Miro el panorama y una avioneta venía hacia ellos a toda velocidad.
Bael desplegó sus alas y voló directo a la avioneta desviándose de un solo golpe.
—Ella es fantástica —dijo Aiko sorprendida de sí misma por hablar—, fue un honor pelear a su lado.
—Si es algo psicológico no creo que mi curación ayude —Liam se veía apagado nuevamente.
—Lo mejor será que ella se reconecte nuevamente con Theo —dijo Odette—, su mente y la conexión de mates es lo que la ha dejado así. Tiene que reconectarse con su mate.
—Si estuviera mordida tal vez ese lazo no sería tan débil —gruño Estefan.
—Concuerdo con Estefan —Gabriela miró hacia Theo—, no digo que la obligues, pero ella tan bien es más vulnerable mientras no esté mordida.
Theo no les respondió.
—Esa es la decisión de ella —Liam respondió por su beta—, y debemos respetarla.
Estefan soltó un resoplido.
—Esperen un maldito momento —dijo maldiciendo al revisar su celular—, los imbéciles que se quedaron donde Joon están que fastidian para que los traiga.
—Salimos despavoridos del lugar —Liam asintió—, deben estar preocupados, ve a traerlos.
Estefan bufo y desapareció inmediatamente.
Raimi miró de reojo a Steve, este asintió diciéndole con la mirada “Si, hay varios semidemonios, no entres en pánico”
—¿Dónde está mi hermano? —preguntó Gabriela.
—Fue por Gerald —le explicó Liam—, está en medio de todo el embrollo del ataque de los cazadores radicales.
El destello les indicó que Estefan volvía.
Apareció junto a Isaac, Murat, Deniska, Auguste, Bastian, Kerim, Natsuki y Joon siendo cargado por Estefan.
—¡Ya suéltame ridículo! —espeto Joon.
Los nuevos alfas se acercaron a Theo y Taylor preocupados, pero Natsuki se quedó clavado en el suelo mirando hacia los cazadores.
—¿Natsuki? —Bastian noto que su amigo quedó rezagado.
—Oh m****a —Estefan al mirar a Natsuki lo noto—. ¡Sujétalo!
Bastian sujeto a su amigo en el preciso momento en el que Natsuki rugió como animal desplegando sus garras y mostrando los ojos amarillos.
—¡Mate! —exclamó mirando a Aiko.
Aiko sacó sus katanas listas para cortarle la cabeza si se acercaba más.
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