THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN romance Capítulo 34

—Te pones delante de mí después de abrir el cráter —hablo Gabriela—, es posible que entre en labor de parto ahí mismo o me muera, no lo sé.

—No se preocupe mi señora —Gunnar asintió—, la protegeré con mi vida.

Gabriela suspiro, se alzó en vuelo lo más alto que pudo. Sabía que en cualquier momento le lanzarían otra bola de fuego y debía actuar rápido porque el demonio ya debería estar sanándose y podría ir por ella para vengarse.

Llegó a la cúspide de la cúpula y se lanzó como un rayo hacia el suelo, prendida en su propio fuego oscuro. Mando una punzada de su poder por el lazo de gemelos. Era su único modo de comunicarse con la sabandija mentirosa y traicionera de Bael, ojalá su cabeza hueca entendiera que quería decirle y que le estaba advirtiendo.

Alzó su puño y cuando llegó al suelo, lo golpeó con toda su fuerza y con todo su poder. Formando un terremoto que empezó a abrir el suelo debajo de sus pies. Vio como el suelo se partía en dos mientras el cráter más grande que había hecho nunca se formaba en el suelo.

Un dolor indescriptible le cruzó el vientre, cayó al suelo retorciéndose de sufrimiento. Llegó a su límite y lo sabía. El hechicero llegó delante de ella y formó una cúpula.

Escuchó los gruñidos y gritos de los pequeños demonios saliendo de su grieta, en busca de ese demonio de porquería y sus amigos hechiceros. Sabían que debían tomarlos y destrozarlos.

Su mente empezaba a perder la razón, todo se ponía borroso y el dolor cada vez era más insoportable.

—Salven a mi bebé —balbuceo Gabriela—, sálvenlo a él. Diles que lo salven a él.

—Mi señora… —Gunnar sostenía la cúpula, aunque nadie atacaba, seguramente estaban más ocupados huyendo de los seres demoníacos que salían de la grieta—, por favor resista, el cráter traspasó la cúpula. Seguro que ya viene a ayudar.

****

—¿Acaban de ver lo mismo que yo? —preguntó Liam anonadado.

—Gabriela está usando su transformación —Bael cada vez estaba más desesperado—, diosa, realmente la han cabreado.

—Necesito entrar —habló Alan impotente después de ver como a su hija le lanzan ataques mágicos—, ¡No puedo seguir mirando sin hacer nada!

Su puño chocó contra una gran roca, partiéndola por la mitad.

—Debe haber alguna forma —Jaime miró a Dylan —, ¿Alguna forma de eliminar la magia?

—Ya les dijimos que la única forma es matando al hechicero que ha hecho la cúpula —hablo Estefan apretando los puños colérico—, si hubiera una forma de decírselo a ella.

Bael entonces sintió la punzada de Gabriela por la conexión de gemelos.

—Ella hará algo —dijo empezando entrar en pánico —, Gaby hará algo arriesgado.

—¿Qué? —Jose empezó a hiperventilarse de nuevo—, ¡¿Qué hará?!

—No sé… —Bael miro a la cúpula desolado —, pero me está mandando una señal por la conexión de gemelos.

Entonces la tierra se sacudió bajo sus pies y el suelo parecía partirse en dos.

—¡Gabriela está abriendo un cráter! —exclamó Theo.

Gritos infernales se expandieron por todo el lugar.

—¡Son los demonios de Gabriela! —Alex señaló la cúpula.

—¡Jose! —grito Liam.

Jose empezó a convulsionar de dolor y Liam volvía a intentar pasarle todo el poder posible.

—¡La cúpula se está cayendo por partes! —exclamó Dylan—, ¡El hechicero debe estar siendo atacado!

Los tres semidemonios no se hicieron esperar y volaron a gran velocidad, aun no podían traspasar la barrera por completo, pero usarían las zonas abiertas para ingresar.

Zepar supo que todo estaba perdido cuando luchaba con esos seres demoníacos inferiores. Sintió como todo su cuerpo saltaba de alertas al sentir el aura de tres semidemonios traspasando la barrera. Miro al hechicero que era el encargado de mantener la cúpula, entonces jadeó al ver cómo al fin lo alcanzaban los demonios y empezaban a arrancarles las extremidades.

Zepar creó una cúpula propia para resistir y desapareció dentro de esta.

—¡Zepar! —grito el hechicero al ver que él demonio desaparecía—, ¡No nos dejes aquí!

Empezó a buscar sangre demoníaca en sus bolsillos para teletransportarse solo, ya que el demonio los dejó a su suerte mientras intentaba mantener a esos seres a raya. No logró encontrarlo porque lo sujetaron de la cabeza y lo último que vio fue a un semidemonio furioso.

Alan le arrancó la cabeza de un solo movimiento, soltando un alarido de rabia. La cúpula ya había caído. Los demonios de Gabriela mataban al último hechicero en pie y parecía que todo estaba acabado.

—¡Regresen a su lugar! —exclamó Alan como una orden—, ¡Ya todo ha acabado!

Gunnar respiro con tranquilidad al ver a Bael y a su primo acercarse a la cúpula. La desapareció y los semidemonios se aproximaron con rapidez para ayudar a Gabriela.

—¡Gaby! —Bael la tomó en sus brazos—. ¡Gabriela reacciona! ¡Estamos aquí!

—Tu… —Gabriela abrió los ojos—, chicos…

—Gaby —Estefan se posiciono a su otro costado tomando una mano—, todo estará bien. La cúpula ha caído, ahí vienen los demás. Jose y Liam estarán aquí pronto.

—Chicos —Gabriela miró a cada uno—, ustedes…

CAPÍTULO 34.- primer fragmento 1

CAPÍTULO 34.- primer fragmento 2

CAPÍTULO 34.- primer fragmento 3

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