THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN romance Capítulo 34

Seraniel sentía que esta era la familia más rara y diferente a todas. Él tenía casi 200 años, había observado y cuidado de todo tipo de humanos. De culturas y vidas diferentes. No obstante, creía febrilmente que nada lo habría preparado para esto.

Era una cosa tras otra, un día el príncipe heredero podría estar trabajando junto a su padre él Rey y de pronto de un momento a otro se creaba la catástrofe donde parecía que el mundo iba a acabarse. Ahora entendía porque la diosa luna lo mandó a cuidarlo. Lo que no entendía es como el príncipe Liam seguía vivo.

Ataques al medio día, intentos de asesinato por la tarde y en la noche se juntaba junto a su esposa embarazada para arrullarla para dormir como si no hubiera pasado nada.

Seraniel solo iba unos días ahí y se sentía cansado, lo peor de todo era que la mayoría de los problemas lo causaban su propia familia. Era como si la desgracia los persiguiera y estaban tan acostumbrados a ese tipo de vida que no se daban cuenta que no era normal pasar la mañana desactivando bombas que pusieron en un avión como regalo para el Rey.

Ahora mismo estaba en medio de la sala de espera de la pequeña clínica del palacio, un lugar hermoso y enorme. Acababan de luchar contra un… ¡Peligroso demonio completo! ¡Que tenía el poder de congelar todo a su alrededor!, eso después de ir a una manada lejana a defenderla de una invasión.

En su intento de defender el Reino, abrieron un cráter para dejar salir muertos vivientes y pequeños monstruos demonios. Por poco se llevan a los niños de la familia y casi matan a algunas personas en el proceso.

Por supuesto, eso parecía nada al lado de lo encantados que estaban de que la princesa iba a dar a luz. Veía al semidemonio mayor fuera de sí, llorando descontroladamente por su hija mientras su pareja lo intentaba calmar.

Todo era tan surrealista.

Esta familia estaba loca, todos estaban dementes y disociados con la realidad que los rodeaba.

“Tiene que estar bajo la luz”

Seraniel miró a todos lados, por un instante escuchó la voz de la diosa luna y entendió que esta se comunicó con él brevemente.

¿Tiene que estar bajo la luz? ¿Qué se supone que significaba?

Sintió un escalofrío, un escalofrío que conocía muy bien. Miró a su izquierda, al final del pasillo caminaba un ángel de la muerte. Se acercó a un semidemonio de inmediato.

—Alguien tiene que lanzar un ataque a ese pasillo ahora mismo —le dijo al joven que era primo de Liam.

—¿Qué? —Estefan miro con cara de desconcierto a Seraniel—, No hay nadie aquí y esto es una clínica ¿Has perdido la razón?

—Tu no lo puedes ver, pero yo si —Seraniel sujeto del brazo a Estefan, pero este se sacudió de inmediato—, hay un ángel de la muerte rondando, creo que la diosa luna quiere que Liam salve de la muerte a alguien ahí dentro y tiene que ser antes de que ese se lleve el alma de quien tiene que morir. Así que alguien tiene que distraerlo, no lo pueden ver, pero está ahí.

Estefan lo miró alarmado.

—¿Estás jugando?

—Concéntrate —Seraniel miraba de reojo al ángel de la muerte que se acercaba a paso lento—, ¿No sientes un frío repentino?

Estefan sintió como todo el cuerpo se le escarapelaba y sus sentidos se activaban como un presagio.

—Siento… siento algo frio —hablo sin poder creérselo.

—No lo ves, pero tu parte demoníaca debe sentirlo —Seraniel ya estaba desesperado—, dile a tu tío que levante una pared de fuego, el fuego demoníaco debería mantenerlo a raya. Iré a decirle a Liam el deseo de la diosa luna.

Estefan se acercó a su tío Alan y le habló. Alan se aterró y cerró todos los pasillos con paredes de fuego. Seraniel vio como el ángel de la muerte quedaba atrapado y no espero a escuchar los gritos de los semidemonios. Entró a la sala de parto inmediatamente, impresionándose un poco por el panorama.

—¡Ah! —la semidemonio gritaba escandalosamente.

Estaba llena de sudor, fuera de sí apretando la mano de su gemelo.

El cual también gritaba de dolor, porque su gemela le estaba rompiendo los huesos de la mano. A su otro costado estaba su mate acariciando su mejilla e intentando reconfortarla.

—¡Ya falta poco Gabriela! —decía Jeremy ayudándola—, solo un poco más, ya veo su cabeza.

Gabriela seguía pujando y pujando.

Seraniel se puso al lado de Liam.

—Dice que tienes que estar bajo la luz —Seraniel lo sacudió para llamar su atención—, la muerte está sobre nosotros, ella dice que tienes que estar bajo la luz.

Liam lo miró como si estuviera bajo un sueño. Como si su mente estuviera perdida y su cuerpo fuera solo un cascarón. Entonces asintió y miró de nuevo a su prima.

—Bael —susurro a su lado mientras este intentaba con todas sus fuerzas no sucumbir por el dolor físico que le causaba su gemela como el dolor que le lanzaba por el lazo de gemelos—, debes mantener a Gabriela viva por el lazo cuando este termine.

CAPÍTULO 34.- segundo fragmento 1

CAPÍTULO 34.- segundo fragmento 2

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