Hace 26 años atrás…
Seraniel se dijo que no lloraría, debía controlar sus emociones para poder ayudar a su persona. Este lloraba desconsoladamente mientras veía la foto de su hijo muerto. Después de luchar con una enfermedad humana rara, sucumbió después de un año cuidando a su persona.
Al ángel le picaban la mano para intentar quitar toda esa tristeza de su persona, pero sabía que sería parte de su proceso. Debía encontrar su camino entre todo ese dolor, a veces los caminos de creador eran crueles y empedrados. Pero siempre había su razón de ser.
Cuido de tres personas antes y siempre todo tenía un porqué, aunque era la primera vez que realmente dudaba si su persona encontraría su camino o entraría a la oscuridad para siempre.
Su persona se quedó dormido inundado de alcohol y Seraniel suspiro. La paciencia era un atributo que todo ángel guardián debía tener.
Cuando reviso que su persona no iba a despertar después de horas por lo ebrio que estaba, decidió ir a descansar un poco.
Desapareció y apareció al lado de su querido amigo Elysiron, que como siempre estaba al lado de Charlotte.
—¡Seraniel! —Charlotte se contentó de verlo.
—Amigo —Elysiron lo abrazó de inmediato—, ¿Cómo has estado?
—He tenido días mejores —habló Seraniel.
—¿Cómo está tu persona? —preguntó Charlotte.
—Se ha entregado al alcohol —siseo Seraniel.
—Debe ser parte del proceso —dijo Elysiron—, deja que encuentre su camino.
—Voy a rezar mucho por él —Charlotte junto sus manos—, espero que mejore.
—Espero que sí, este es el más complicado que he tenido —suspiro Seraniel—, lo que le ha pasado es terrible. Yo mismo no podía creer que el niño muriera.
Los tres se quedaron callados, Charlotte rezaba en silencio, Elysiron miraba el cielo en ese silencioso parque y Seraniel cerró los ojos para disfrutar de la brisa nocturna.
Desde que Charlotte podía verlos y escucharlos, se convirtió en una amiga para ellos. Charlotte y Elysiron se convirtieron particularmente mucho más unidos. Seraniel habló en repetidas veces de esto con Elysiron, no le molestaba que fueran amigos, el problema era que Elysiron no debía intervenir más en el proceso de Charlotte. Hay cosas que debían pasarle, ella tenía que aprender a veces de mala manera los obstáculos de la vida y Seraniel sospechaba que su amigo podía seguir intentando protegerla de cosas que podrían sucederle.
Además, estaba el hecho de que en algún momento Elysiron debía dejar a Charlotte, ella era una humana, era mortal. Cuando su objetivo fuera logrado, Elysiron debía dejarla para que le encarguen a otra persona y posiblemente no la volvería a ver nunca más.
Abrió los ojos al sentir la presencia de alguien.
Seraniel vio algo por la rabadilla de su ojo, se volteó levemente y lo vio.
Un ángel de la muerte que veía a Charlotte.
Entonces ese era su destino, Charlotte era un conductor de alguien. Su muerte era el detonador de alguien.
Miro a Elysiron que veía al ángel de la muerte al igual que Seraniel.
—Mi persona seguramente regresará a su monasterio pronto amigo —Elysiron habló en voz alta—, vamos a pasear después de que se duerma.
Era su modo de advertirle a Charlotte que actuará como si no pudiera verlos.
***
—¿Cuándo ibas a decirme que Charlotte era un conductor? —pregunto Seraniel molesto—, ¿Desde cuándo la vigila el ángel de la muerte?
—Desde hace una semana —Elysiron se derrumbó en el asiento de madera del parque donde volvieron—, lo descubrí cuando la prima de Charlotte intentó visitarla y también le seguía un ángel guardián, uno de alto rango. Al parecer se convertirá en alguien muy importante y la muerte de Charlotte la impulsará.
—El ángel de la muerte debe sospechar algo si está vigilándola…
Elysiron se soltó a llorar.
—Oh dios santo —Seraniel suspiro—, ¿Has intervenido otra vez cierto? ¿Detuviste su muerte?
—Ese asqueroso sacerdote la acorraló dentro de una habitación de limpieza —Elysiron apretó los puños—, creo… sentí al ángel de la muerte acercándose, creo que su muerte iba… ese asqueroso la mataría después de cometer ese pecado. No podía... ¿Cómo se supone que dejaría que eso sucediera? ¿Por qué me pondrían de ángel guardián de alguien que tiene una muerte así?
—Para guiar su alma, no se consumiera por el odio y quedará atrapada aquí como muchas almas perdidas lo hacen —susurro Seraniel—, para eso somos creados Elysiron.
—¡No puedo dejar morir así a Charlotte! ¡Simplemente no puedo!
—Eso no es algo que te corresponde elegir —Seraniel intento que razonara—, nosotros solo servimos y ayudamos. Tú sólo puedes hacer que el alma pura de Charlotte no se corrompa a pesar de aquello que le pueda suceder. Es lo mejor que puedes hacer por ella. Su destino es morir y no puedes interferir más en eso.
Elysiron lloro hasta que no pudo más y Seraniel intento consolarlo lo mejor que pudo.
***
Seraniel miro algo asqueado al igual que su persona como todo los cabos se juntaban. Al parecer su hijo murió no solo por una enfermedad, sino porque algunos medicamentos experimentales que le habían aplicado sin su consentimiento y que al parecer no fue el único niño que sufrió de esto.
—Lo sé.
—No solo te azotarán y te expulsaran de los guardianes —Seraniel se acercó a su amigo y lo sacudió—, te cortaran tus alas y serás expulsado, ¡Te convertirás en un ángel desterrado y los demonios vendrán por ti!
—¡No me importa! —exclamó Elysiron—, prefiero que me corten las alas antes de ver morir a Charlotte de esa manera, prefiero quemarme en el infierno antes de que Charlotte sufra tan cruel destino.
Seraniel se cubrió el rostro, debió detener esto desde que supo que Charlotte los podía ver. Tendría que haber sabido que se acercarían tanto si se comunicaban entre ellos. Todo era su culpa.
—Voy a ir donde el hechicero que podía ver ángeles que encontré con mi última persona antes de Charlotte —siguió explicándole Elysiron—, vive en…
—No me lo digas —lo calló Seraniel.
Elysiron lo miró con tristeza.
—Si sigues con esto —Seraniel habló con determinación—, me temo que nuestros caminos deben separarse.
—Seraniel…
—¡No! —el ángel batió sus alas y retrocedió—, tu relación con ella es una abominación. La unión de ángeles y humanos está prohibida por una justa razón, es preferible que muera y que su alma descanse en paz a que la condenes de ese modo. Recapacita Elysiron, nada bueno saldrá de esto, no hay final feliz. Te condenas y la condenas a ella a una vida corta de sufrimiento y a una eternidad de tempestad.
Elysiron se acercó a Seraniel y lo abrazó con fuerza.
—Está bien…
—Por favor deja de hacer esto, déjala ir.
—No puedo.
—Por favor…
Elysiron le beso las manos mientras Seraniel lloraba.
—Siempre has estado para mí y entiendo que esta vez no lo estés —asintió Elysiron intentado no llorar junto a su amigo—, espero que tengas una larga y pacífica vida Seraniel, que te asciendan y te conviertas en un jefe guardián como siempre has soñado. Te lo mereces.
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