THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN romance Capítulo 33

—¡La barrera está a punto de caer! —grito Giorgio, el beta de Bastian.

El rugido de varios seres detrás de la barrera llamó la atención de los semidemonios. Alan miró a su hijo y a su sobrino. Entendieron que no eran los únicos con el poder de hacer aparecer miles de espectros poderosos y listos para matar.

—Bastian has que tu ejército retroceda —pidió Alan—, vamos a llamar a la caballería pesada.

Kerim apareció detrás de Bastian.

—Debiste quedarte en la mansión —Bastian apretó la mano de su mate.

—Jamás —lo besó brevemente—, ¿Qué demonios está pasando?

Bastian le explicó lo poco que sabía mientras ordenaba a su ejército, del cual llegaban más de parte diferentes de la manada, para que los semidemonios tuvieran espacio para invocar a sus espectros.

Los tres semidemonios hicieron aparecer a sus invocaciones de fuego y electricidad respectivamente.

—Has caer de una vez la barrera Giorgio —exclamó Bastián—, hay que tomarlos aunque sea un poco por sorpresa.

Giorgio empezó a quitar los comandos de protección desde su dispositivo y la barrera empezó a desplazarse. Cómo imaginaron los semidemonios. Espectros de hielo e invocaciones de monstruos de hechiceros rugieron y se abalanzaron contra ellos.

“Busquen al demonio” habló Alan por conexión mental “de paso destruyan a los hechiceros jefes”

Alan, Bael y Estefan se entregaron al ataque sin piedad. Sus espectros chocaban con los espectros del demonio.

Bael aparecía de un lado a otro intentando encontrar al maldito demonio. Podía sentir su esencia en todos lados. Se encontró en un momento rodeado por tigres de hielo de azul pálido. Casi lo perforan cuando uno de ellos lo embistió intentando clavarle sus afilados y fríos colmillos. Bael gruño enojado e hizo aparecer sus serpientes gigantes de fuego que hacía derretir a aquellos miles de tigres de hielo.

De nuevo intento buscarlo, esta vez usando su olfato, ya sabía a qué olían los demonios gemelos y estaba seguro de que al menos uno de ellos estaba ahí. Se concentró mientras varias serpientes de fuego nacían a su alrededor, cada vez más grandes y terribles. Eran basiliscos del mismo infierno quemando todo a su alrededor.

Entonces lo olfateo, rezagado hacia muy atrás. Estaba el rastro de olor de uno de ellos. Desapareció y apareció inmediatamente delante de él. No se podía ver nada de su rostro porque estaba totalmente oculto en ropajes negros que no dejaban más que unos ojos azules fantasmales.

El demonio no se fue al verlo, sino que hizo aparecer una hoz de hielo. Bael lo imitó y su lanza apareció en sus manos.

—He estado esperándote mucho tiempo —dijo el demonio con una voz que a Bael le pareció un poco infantil, como la de un adolescente—, he tenido que ocultar por mucho tiempo de ti y tu búsqueda implacable de nosotros.

—No los buscaba exactamente a ustedes ¿Sabes? —respondió Bael—, y tampoco quería hacerles daño, solo quería rescatarlos.

—Querían que seamos sus esclavos como al que robaron —replicó el demonio.

—Mi hermano ha sido cuidado con amor y aceptación, ha tenido una vida respetable y llena de cuidados —Bael miró a su alrededor—, veo que ustedes han desarrollado sus poderes a pesar de que seguro no se han transformado por completo a sus demonios. Seguro es por todo el abuso y el maltrato que recibieron, ¿verdad?

El demonio hondeo su hoz amenazante.

—Me enseñaron el camino de mi verdadero ser —siseo el demonio—, este cuerpo y esta conciencia dejará de existir y mi verdadero yo renacerá. Traeremos a nuestro Rey de los infiernos y lucharemos contra los dioses que nos desterraron ¿Por qué estás luchando su guerra si eres igual que yo?

—El Rey del infierno solo quiere que le pateen el trasero una vez más y se llevara varios demonios en el camino a su extinción por completo —Bael se encogió de hombros—, la verdad no me importaría si no fuera que quieren destruir a mi familia y la vida como existe en su totalidad. No voy a permitir eso.

El demonio soltó una risa seca, pero Bael podía notar un poco de inseguridad.

—No era mentira —dijo el demonio—, ustedes se creen los salvadores del mundo.

El demonio se precipitó contra Bael blandiendo su hoz de hielo y Bael respondió girando hábilmente su lanza como él lo sabía hacer. Los dos se enfrascaron en una pelea cuerpo a cuerpo. El demonio era bueno, pero era notable que la experiencia y habilidad de Bael era mayor.

Lo que frenaba a Bael era que deseaba capturar al demonio y no matarlo. Con uno atrapado, podría atraer al otro gemelo.

El demonio aprovechó para lanzarle unas dagas enormes de hielo que hizo aparecer. Bael tuvo que retroceder y apareció una serpiente que se sacrificó para detener las dagas de hielo. El demonio lanzó muchas más, pero una pared de fuego las interceptó.

—¿Así que este es el demonio que no pude evitar su nacimiento? —hablo Alan posicionándose al lado de su hijo.

—Usted es quien traicionó a los suyos —respondió el demonio—, el que mató a mis hermanos.

—Ya no tienes solución ¿no es cierto? —Alan camino lentamente hacia él, Bael lo seguía cautelosamente—, te lavaron el cerebro, no queda nada que hacer por ti.

—Papá —Bael intentó que su padre razonara.

—No te preocupes hijo —respondió Alan—, no lo mataré del todo, lo dejaré medio inconsciente.

Alan desplegó sus alas y junto a Bael arremetieron contra el demonio. Este alzó su hoz, después golpeó el suelo y una explosión de nieve inundó todo. Quedaron por un momento ciegos y cuando recuperaron su visión, el demonio ya no estaba.

CAPÍTULO 33.- primer fragmento 1

CAPÍTULO 33.- primer fragmento 2

CAPÍTULO 33.- primer fragmento 3

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN