Tu no me mandas romance Capítulo 12

- ¿Qué me estás haciendo Raisa?- Siento su respiración en mis labios.

- ¿Por qué no puedo alejar mi vista de ti?- me tomó de la cintura, trato de forcejear y el me toma con su otra mano la barbilla, haciendo que lo mire a esos ojos los cuales brillan como nunca los he visto brillar.

- Déjame-  digo y él sonríe con cinismo y niega apretando más mi cintura.

- ¿Quieres que te deje?, porque yo sí, pero sabes que no puedo, y todo es tu culpa- me quedo quieta.

-Eres cruel sabes, primero me dices que soy horrible y que nunca te fijarías en mí, te digo que te voy a olvidar y luego vienes me arrinconas para decirme tus mierdas- sonríe.

-Soy un idiota ¿lo arruine no?- es un cínico, lo empujo con mis manos en su pecho pero el no se aleja ni un centímetro, es más, se acerca más a mí.

-No, no lo arruinaste, no se puede arruinar algo que jamás comenzó, yo viví en un mundo creado por mi mente en el cual pensaba que resistiéndote ibas a amarme pero sabes que eso es una mentira, tu eres cruel, pero te olvidare, ahora déjame que voy a seguir con mi vida, como por lo visto tú sigues con la tuya- me ve triste, su sonrisa sínica desapareció para ver ahora una que demuestra arrepentimiento, lo empujó y él se tambalea un poco pero sin perder el agarre de mi cintura, se recompone y pone su cabeza en mi cuello, el cual huele y le da un beso ignorando mis palabras.

-No puedes, no te lo permito- me duele y me alegran sus palabras, pero no puedo, yo se que si sigue esto, que si le digo que soy suya y no me alejare el volverá hacer el mismo y yo seguiré como una estúpida con el corazón roto cada que lo vea así que sin pensarlo digo.

- No, no, yo te olvidare, serás solo un recuerdo, merezco hacer mi vida con alguien que me quiera tal y como yo lo hago merezco un hombre de verdad- él se separa de mi cuello con el ceño fruncido y una mirada que denota enojo y frustración, y en este punto yo no lo entiendo.

- Así que ¿yo no soy lo suficiente hombre?, ¿yo no  soy un hombre de verdad?, ¿Quién es suficiente hombre?, el idiota ese que te estaba hablando en el restaurante, por favor ese poco hombre no me llega ni a la suela- se separa un poco más y me mira con arrogancia y cinismo, yo me rio sin gracia.

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