Tu no me mandas romance Capítulo 19

Jane 

Luego de una semana llena  en el trabajo y mas trabajo además de estar soportando a mi familia la cual amo pero mi hermano a estado mas amargado que nunca o bueno mas de lo que ya es,  mis padres mas cariñosos que de costumbre, es mas están pensando en irse a su quinta "luna de miel" a un crucero por medio año acompañados de los padres de Raisa los cuales son igual de tortolos que los míos y eso que ya tienen todos ellos sus buenos cincuentas o secentas, asi que estoy mas ajetreada, ellos quieren dejar todo ordenado, en un mes o algo parten y lo peor es que el insoportable de Damián se va a quedar a cargo por ese tiempo y va a creerse mas  superior que lo que ya se siente, lo bueno es que hoy es sábado y por fin voy a salir, para hartar a Damián decidimos que iríamos a su antro el cual no se porque me lo tiene mas que prohibido a ir, así que aquí estoy vestida de un vestido negro pegado a mi cuerpo y unos tacones no tan altos para poder bailar, un maquillaje no tan cargado esperando a Raisa que al parecer es la mas emocionada en salir y olvidarse de todas esas mierdas de amor que yo sigo sin comprender que tiene con mi hermano que solo llegan a la conclusión que el es un idiota y ella una masoquista, cuando toco el claxon denuevo ella sale, mas sexi que nunca, y se sube en el copiloto.

-Te vez tan sexi que creo que hasta se te ven mas pechos con ese color verde - le guiño un ojo y ella se ve los pechos.

-Tu también te vez bonita y ardiente hoy de seguro te llevarás a más de uno contigo- niego haciendo una mueca.

-Ya no quiero- me ve y la volteo a ver rápido mientras pienso porque eso se me escapó- digo hoy no tengo ganas de nada de eso solo quiero divertirme tomando y bailando- asiente mirándome raro.

-¿Qué?- pregunte y ella niega con una sonrisa.

-Nada, yo también hare eso pero mas beber- asiento y aunque nadie lo crea si lo cuento de ella y yo ella es la que mas toma aunque casi no tenga aguante, es una borracha en potencia,  seguimos platicando todo el camino hasta que llegamos a lo que nos bajados y yo le doy las llaves al joven del valet parking, que me guiña un ojo y yo me hago la desentendida caminando a la entrada, entramos con solo decir mi apellido veo que es uno de los mejores antros que e ido y de los mas solicitados, mi pregunta es ¿Por qué el idiota de Damián no me deja venir si esta increíble? y la más importante ¿Qué se me paso por la cabeza para hacerle caso?.

-Nunca me cansare de decir que Damián es un idiota ¿Cómo es que nunca nos deja venir aquí?- le grito a Raisa por encima de la música.

-Ni idea pero te apoyo- no carcajeamos y la tomó de la mano para dirigirnos a la barra donde no tarda en venir un barman a preguntar qué queremos a lo que pedimos cada quien.

-Yo invito las primeras rondas- me grita Raisa y yo gustosa asiento y lo bebo de una, y así nos fuimos hasta que ya no aguante las ganas de ir al baño ya que tomar con la vejiga llena es lo peor, cuando termine de hacer lo que tenía que hacer me fui a lavar las manos después de esto salí de vuelta a la barra buscando a Raisa pero para mi sorpresa se perdió a lo que pensé que se le a de ver subido el alcohol y fue a bailar, como yo estaba tomada pero tengo más aguante no he dejado mis cinco sentidos así que fui a buscarla, cuando la veo que está en la pista por las mesas me le acerco pero por alguna razón levantó la vista donde veo que están las mesas privadas y ahí  me encuentro a Massimo el cual no me a visto, pero lo que llamó mi atención es que esta solo pero eso no tardó ya que viene una morena y otra con peluca azul, se sientan muy junto de él trayendo tragos para todos y lo que mas llamo mi atención es que una le pasó la mano por el pecho y este no hizo  nada solo la miro para luego mirar para mi dirección y nuestras miradas se encontraron rápido,  no estamos tan lejos, él me sonríe y yo se la devuelvo para luego sacarle el dedo de en medio y caminar a la pista de baile a donde estaba Raisa pero cuando veo ya no esta a lo que no le tomó tanto rollo pero cuando estoy moviendo mis caderas al ritmo de la música siento que alguien se posiciona atrás y no me importa, hoy cambie de opinión y tengo ganas de divertirme con alguien pero cuando volteo para sonreírle y ver si es el indicado me encuentro con la corriente cara de Massimo el cual sonríe como baboso, le sonrió y me separo de él para caminar a otro lado lejos de él.

-Oye ¿a donde vas? ¿Por qué no me has llamado?- me tomó de la mano y yo me separo.

-no he tenido ganas y tu te ves muy bien acompañado así que no veo porque llamarte- él me ve con una sonrisa.

- Estas celosa ¿no?, de una vez te digo que desde que te estoy conquistando no he estado con nadie además no puedo- lo veo como si no me importara pero me pregunto ¿Por qué no puede?, acaso me cree idiota.

- Yo creo estar loca entonces porque te vi muy acompañado- él se ríe.

-Ellas solo son las meseras que se sentaron en la mesa ya las iba a correr cuando una descarada paso su mano por mi pecho, ¿Qué no viste que aparte su mano de mi?- me encojo de hombros queriéndome ir.

-Ahora si ¿por que no me has llamado?-le sonrió.

-No tengo el hobbie rogarle a los hombres, ni es lo mío, pero conozco mujeres que les encanta, si quieres te las presento, a si que mándame mensaje si eso quieres y yo te hago llegar sus números complacida- me dirijo a la salida dejando con la palabra en la boca pero me detengo quedándome quieta asimilando que tengo que hacer con lo que esta enfrente mío, enfrente esta Raisa que se ve que esta mas que borracha que ni se puede mantener en pie, peleando con el idiota de Demian el cual esta alterado cual toro en pelea, me decido por ir a separarlos para que esto no llegue a mas y llevarme a Raisa antes de que el idiota de mi hermano cometa una estupidez pero cuando estoy avanzando así ellos siento que una mano se posa en mi muñeca apretándola y antes de que me volteé a ver quien es siento como soy jalada y pegada a un pecho duro.

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