¿Tuvimos un hijo romance Capítulo 360

Capítulo 360

– ¿Cómo lucia ese bastardo? ¿Sabe a qué se dedica? -preguntó Elias, mientras que cerraba los puños con fuerza que yacían arriba de sus rodillas.

-No lo sé. Lo último que escuché, es que era un acompañante. Aparte, usted sabe que los clubs llegan a ponerse alborotados y caóticos, así que no es como si le hubiera puesto atención a la gente del fondo -dijo Erica, pero la manera en la que sus ojos parpadeaban le daba a entender a Elías que ella estaba mintiendo.

– Dígame el lugar y la hora del incidente -exigió al ver que no estaba siendo honesta con él.

-En realidad no recuerdo la hora, pero sé que fue en el Club Abismal -respondió y al escuchar esto, Elías sintió como se le hundía el corazón.

«¿Club Abismal? Fue ahí cuando Helen y yo…”.

-¿Está segura de que fue en Club Abismal? -urgió cuando salió de sus pensamientos.

-Estoy segura -contestó con firmeza-. Con respecto a lo que pasó esa noche, no lo recuerdo bastante bien-comentó sin mentir en esta ocasión, pero él intentó sacar más información.

-¿Recuerda la ropa de temporada que estaba usando? Usted recordaría eso.

-Creo que estábamos utilizando nuestras prendas de verano. ¿Tiene alguna otra pregunta, presidente Palomares? -respondió ella después de reflexionarlo bien.

-¿Por qué no llamó a la policía y presentó una queja a nombre de Anastasia después de haber sido abusada esa noche? Se supone que es parte de su familia, ¿no? -cuestionó como si la estuviera acusando.

-No es como si yo hubiera sido la causante de lo que le pasó a ella, aparte, iAnastasia se topó con nosotras de casualidad cuando se fue del club y no desperdició el tiempo en echarnos la culpa a pesar de que éramos inocentes!-se defendió con los labios fruncidos.

Su narrativa se alineaba con la de Helen, pues ellas nunca le iban a admitir a Anastasia, en la confrontación de hace cinco años, que ellas eran las que le habían tendido la trampa. Elias, por el otro lado, tenía una mirada seria en su cara, ya que Erica le había dado una pista con la que nunca se había encontrado, la cual era el Club Abismal; este era el mismo club donde él y Helen tuvieron su encuentro hace cinco años también. Se preguntó si todo era coincidencia y si ese era el caso, queria saber la cronologia de los hechos.

Son todas las preguntas que tiene para mí, joven Elias? -preguntó Érica, sacándolo asi de sus pensamientos

¿Está segura de que no sabe nada sobre el acompañante de esa noche de hace cinco anos?

Le juro que no tengo ni la más mínima idea sobre el-insistió. Además, estoy dispuesta a apostar que mi hermana se equivoco de habitación y dejó que el tuviera relaciones sexuales con

ella. Por lo que parece, él era un maniático que casi torturó a mi hermana hasta la muerte

comentó de forma deliberada, así como Helen, queria forjar una vil impresión de Anastasia en la mente de Elías. El enojo creció en el al escuchar aquellas palabras, pues si descubría quien era esa escoria, se encargaría de desaparecer su cara de la faz de la tierra.

– Con eso basta -dijo con los dientes apretados, pues ya no quería seguir sentado ahí y escuchar como Érica dañaba con sus comentarios a Anastasia-. Ya se puede retirar -añadió. Ella tomó la tarjeta del banco, pero su mirada parpadeó con nostalgia al ver a aquel hombre elegante sentado frente a ella.

-Joven Elias, solo quiero decirle que me gusta mucho y haría lo que usted me pidiera, si es lo que desea -ofreció sin pudor alguno. En ese momento, él volteó a verla con su mirada mortal que amenazaba con partirla por la mitad, así que ella se intimido y con nervios reformuló lo que dijo-. Lo que quise decir fue que usted me puede preguntar cualquier otra pregunta que tenga, presidente Palomares. Estaré más que feliz de poder ayudarlo concluyó y procedió a retirarse de la habitación,

«iMierda! Si las miradas pudieran matar, ya me hubiera muerto cien veces», pensó, mientras que un escalofrío recorría su columna vertebral. Más importante aún, ella se había dado cuenta de que tan humilde se miraba ante los ojos de obsidiana de Elías, pues él era alto y poderoso, como si hubiera nacido en un pedestal y con lo que le había dicho ahora, era casi como si ella no tuviera valor alguno. Después de que Érica se fue, Elías llamó a Ray para que entrara a la habitación.

– Consigue todos los videos de seguridad del Club Abismal de hace cinco años-ordeno, pues estaba determinado a descubrir quién era esa escoria y cuando lo hiciera, le haría pagar por todo sin que Anastasia se enterara. Por otro lado, en Burgués, Alma recibió una llamada de Raúl, quien dijo por la otra línea:

-Voy a necesitar que hagas que Anastasia salga del edificio. Mis hombres ya están listos para ejecutar el plan.

—Ya sé qué hacer respondió, asintiendo con la cabeza después de que pensara en una idea brillante, así que colgó la llamada, se levantó de su asiento y fue a la oficina de Fernanda.

– Directora Espinosa, se supone que debo reunirme con una clienta, pero me temo que tengo demasiado trabajo en este momento. ¿Le puede decir a Anastasia que tome la orden en mi lugar?

Es probable que ella esté ocupada. ¿Por qué no buscas a alguien más? -sugirió Fernanda.

Hay una probabilidad más grande de que cerremos el trato si ella toma dicha orden, pues mi clienta es una jovencita que viene de una familia pudiente y solo vino a Burgués porque escuchó muchas cosas sobre Anastasia.

Le diré a Anastasia y a ver qué dice minutos

respondió Fernanda después de reflexionarlo por unos

 

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