—¿Qué es lo que quieres?
—A ti cariño, siempre te he querido a ti, puedo devolverte a tu hijo si te vienes conmigo y dejas a Black, no quiero que él sepa nada, soy capaz de matar a todos— la mente de Sophie empezó a mil por hora, debía hacer algo, no podía dejar que nada malo le pasara a su hijo, y debía hacer que Alexis supiera la verdad sin que saliera herido.
—Haré lo que digas pero quiero que me prometas que no le harás daño a Alex. — Yael gruñó al oírla.
—Por culpa de él no me amaste como debías, no puedo prometerte nada, incluso ese mocoso te va a recordar a él y eso no me gusta.
—¡No! — dijo asustada. — te prometo que no va hacer así, puedes verlo como tu hijo, puedes criarlo a tu manera, él va a llamarte papá — dijo Sophie con repulsión, pero Yael no lo notó.
—Ya veremos, primero debo encargarme de Keyla, porque en sus planes no está dejar vivo al niño. — Sophie ahogó un grito al oírlo.
—¿Keyla está metida en todo esto? —Yael asintió como si ella pudiera verlo.
—Sí, ella es la cabeza de todo, y aún no entiendo como acabo yo siempre metido en estas cosas.
—No es la primera vez que hacen algo así, ¿verdad?.
—No quiero hablar más, mejor te doy cinco minutos para que salgas de tu casa, si quieres volver a ver a tu hijo.
—Voy para allá. —
—De acuerdo, aquí te espero, no quiero que cortes el teléfono. — advirtió Yael.
Sophie miró por todo el lugar, debía informarle a Alexis de alguna forma.
—Estoy sola en casa Yael, deja que busque algunas cosas para mi bebé y para mí.
—No necesitan nada, yo puedo darles todo.
—Yael, por favor, mi bebé se fue sin nada.
—De acuerdo, diez minutos Sophie, y si llegara venir tu amado esposo vas a tener que atenerte a las consecuencias. — Sophie había buscado una hoja y un lapicero en el baño mientras Yael hablaba. Le había dejado una nota a Alexis.
—No te preocupes, voy a hacer rápida. — Sophie agarró un bolso, y metió varias cosas en él, vio la medallita que Alex había decidido regalarle a su hijo, dijo que al tenerla siempre iba a estar a salvo, pero habían decidido ponerla a Liam hasta que llegarán a casa, la metió en el bolso. — listo, voy bajando. — Yael se acercó a la entrada, cuando Sophie llegó ahí, cortó la llamada y guardó el teléfono.
—Es hora de irnos y empezar una nueva vida. — Sophie nada más asintió.
…
Alexis daba vuelta de un lado a otro desesperado habían revisado las cámaras y el muy maldito de Robert era el que se había llevado a su hijo, pero como era lógico no estaba en el lugar que sería su casa, ahora esperaba no muy paciente a que la hermana y ex jefe de Sophie abriera la maldita puerta.
Hannah abrió la puerta asustada, al ver a la policía y al señor Black.
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