UN ACUERDO romance Capítulo 38

—Alex, amor, detente por favor — dijo mientras iba casi corriendo detrás de él.

Alexis se detuvo y respiró profundo, no podía volver a equivocarse, no podía retroceder.

—Amor te juro que no quise sonar así como sone — dijo confundida, no sabía qué hacer o decir para no meter las patas.

—¿Y cómo querías sonar? ¿O mejor me explicas qué sentiste al recibir esa noticia? — Sophie lo miró a los ojos y vio como él se controlaba, pero los celos no podía ocultarlos aunque quería, por lo que respiró profundo y lo abrazó fuertemente antes de empezar hablar, él correspondió a su abrazo, la pegó a él sin querer soltarla.

—Sí estaba un poco sorprendida, pero no por lo que ellos hagan o dejen de hacer, sino me sorprende él como una persona que dice amar a otra se mete con la hermana y luego se piensa ir a vivir con esta, es algo que no me pasa — dijo aún abrazada a él, sintió como poco a poco se relajaba.

—Lo siento, no debí salir así — Sophie negó.

—Me has escuchado y no te has enojado eso es muy bueno. — Alexis sonrió y la besó.

—¿Qué tal si vamos a buscar todo lo que necesitemos para decorar el cuarto de nuestro hijo? — preguntó en cuanto se separó de ella queriendo salir de esa casa y poder alejarse de esas personas que eran dañinas, además que solo cosas malas daban a su vida.

— Me parece una fantástica idea. — dijo realmente emocionada, salieron de ahí rumbo al centro comercial, ahí entraron a la mejor tienda de bebés, donde ambos se volvieron locos, eligiendo cosas.

Ambos querían una habitación pintada color celeste con varias nubes en el techo, además de aviones por todas las paredes, era algo precioso de ver en los catálogos, así que eligieron todo y Alexis pagó, todo se lo enviarían al día siguiente. Alexis hizo una llamada a una experta en decoración de interiores y le envió como deseaba el cuarto de su hijo, ella iría por la tarde para hacer todo los preparativos, para empezar al día siguiente.

Almorzaron en un restaurante sencillo, ambos sonriendo y aprendiendo cosas del otro, de lo que habían cambiado estos años que habían estado lejos.

Sophie le propuso a Alexis ir por todas sus cosas a su antigua casa para que así se fuera a vivir con ella de una vez, él aceptó feliz de la vida, llamó a Daniel, a quien ese día le había dado libre, para informale que se mudarian, él tenía que poder armar una oficina con todos sus juguetes de seguridad, pero la casa al ser tan grande y espaciosa podría hacerlo, además que Teresa también tendría que irse con ellos, y eso hizo muy feliz a Sophie, porque le había tomado mucho cariño a la mujer.

—¿Qué tienes? — preguntó preocupado al verla.

—Liam, ya viene — dijo respirando profundo y tratando de controlar sus nervios, su hijo iba a nacer cosa que la ponía feliz.

—¿Ya? Pero faltan dos semanas — dijo sin saber qué hacer.

—Pero él quiere nacer ya, Alexis necesito ir al hospital ahora — Alex corrió escaleras arriba dejando a su esposa atrás, para ir por las cosas del bebé, Sophie puso los ojos en blanco al verlo desesperado.

Alexis incluso iba abriendo la puerta principal cuando frunció el ceño y notó que Sophie no estaba con él, se giró a buscarla con la mirada y la encontró aún en la puerta del despacho.

—Lo siento cariño, solo estoy nervioso, ya vamos a tener a nuestro bebé — dijo feliz, la tomó en brazos y salió de ahí rumbo a uno de los día más felices.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: UN ACUERDO