Un chico especial (COMPLETO) (BL) romance Capítulo 11

Todo lo que quiero me abandona, tarde o temprano me dejan a mi suerte y debo aprender a vivir con ello, creí que si no pedía nada él no lo haría, de todas formas, cuando les pedía cosas a mis padres ellos acababan dejándome a pesar de decir que no lo harían, él no me dijo que no me abandonaría, sin embargo, creí saber la solución para que no volviera a pasar por esto, básicamente la solución era no pedir nada.

Claro que lo hizo de todas maneras, hoy es la segunda semana que no sé nada de él y a pesar de decirme muchas veces que él me abandonaría, me dolió saber que se fue sin avisar, no me debía explicaciones, soy sólo un empleado más, por ello no debería sentirme especial solamente porque sus ojos me miraban de aquel modo, hoy cambié mi número de teléfono, él me lo pidió, dijo que me llamaría cuando no pudiera verme, así de esta manera yo sabría que debía ir a su casa, han pasado dos semanas y no ha llamado, él se cansó de mí, no sé por qué no me sorprende, ni siquiera sé por qué me siento tan triste, tampoco sé por qué estoy llorando, simplemente sé que lo hago sintiéndome vacío de nuevo.

Estoy solo, la esposa de mi padre tiene razón, yo no merezco sentirme bien con alguien, no merezco ser feliz, los errores no deberían de existir, ella una vez me dijo que siempre estaría solo, que todo lo que yo quisiera me abandonaría porque no merecía ser feliz, ahora entiendo la razón de sus palabras, mi destino es estar solo, así que debería simplemente aceptarlo, aunque eso no quita el hecho de que duela ver al resto feliz y preguntarse a uno mismo: ¿Por qué yo no? ¿Por qué yo no puedo ser feliz? ¿Por qué nadie me ama? ¿Por qué existo? ¿Cuál es mi propósito?

Duele mirarse en un espejo y ver en tus ojos como tu interior grita por ayuda, pero nadie lo escucha, me siento vacío, mis días ya no tienen emoción, son sólo días en donde me levanto y añoro todo el día regresar a mi cama para llorar porque otro día más nada de mí resplandece, hoy mi jefe me dio vacaciones, dijo que no me notaba bien últimamente así que me dio dos semanas para descansar, lo grandioso es que no tendré que levantarme de la cama, lo malo es que no podré saber si él ha vuelto a la empresa buscándome con aquella sonrisa radiante que opacaba al resto.

–¿Por qué cambiaste tu número? –me preguntaba uno de mis amigos, quien se encontraba sentado en la entrada de mi casa mientras su espalda estaba apoyada en mi puerta.

–Quería eliminar algunos contactos– le respondí sacando mis llaves para abrir la puerta– ¿Qué haces aquí?

–No te veo desde tu cumpleaños ¿Qué crees que quiero? –me abrazó– además, ni siquiera me respondes mis mensajes.

–Lo siento...– dije abriendo mi puerta.

–¿Estás bien? –me preguntó preocupado.

–Lo estaré, no te preocupes, ya sabes como soy.

–Hm...–soltó desconfiado– ¿sabes que puedes contar con nosotros para cualquier cosa? –asentí con la cabeza– ¿recuerdas cuando intentaste ocultarnos que eras gay?

–No traté de ocultarlo, simplemente no se me nota– dije caminando hasta mi sofá donde me dejé caer y Fred, mi amigo, se posicionó a mi lado.

–Vale, eso también es cierto, pero ¿Quiénes te consiguieron tu primer polvo? –rodee los ojos– el punto es que estamos aquí para ti, para cualquier cosa que necesites. Todos, sabes que eres como nuestro hermano pequeño– dijo abrazándome de nuevo– por cierto, los chicos vendrán dentro de media hora, así que ¿pedimos pizzas? –me proponía con una sonrisa pícara antes de depositar un beso en mi frente cuando le dije que pidiera mi favorita.

¿Ellos serán capaces de abandonarme algún día? Cuando llegó el resto no pude evitar preguntarme a mí mismo si lo harían o no, ellos parecían felices de verme, pero quizás era culpa del alcohol en sus copas, lo que los hacía verme con entusiasmo y abrazarme repetidas veces cuando subieron el volumen del parlante, bailamos, saltábamos, incluso cantamos a todo pulmón sintiéndonos más felices a pesar de ser sólo un lunes por la noche. No sé cuánto tiempo pasé con mis amigos, por un momento no me importó nada más que divertirme y reírme con ellos por las estupideces que hacíamos, por un instante olvidé todo lo que me mantenía triste y me sentí ligeramente feliz.

Fred, Andy y Gary eran mi único centro de atención hasta que vieron la hora un poco entristecidos tras ser muy tarde, mañana ellos debían trabajar mientras que yo me quedaría sin nada que hacer, les llamé un Uber para que no se fueran borrachos en el auto de Gary, por ello se quedaron un poco más hasta que su trasporte llegó, los acompañé hasta la puerta y Fred suele ponerse muy cariñoso cuando está borracho así que no se despegaba de mí, miré un segundo en dirección al ascensor viendo la razón de mi tristeza acercándose con cierto enfado de ver a Fred apegado a mí.

–Te quiero colega...– me decía tomándome de las mejillas– muuuuack– soltó tras besar mi frente y alejarse de mí, pasando por el lado de Thomas quien lo miró de una forma desafiante.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Un chico especial (COMPLETO) (BL)