Un chico especial (COMPLETO) (BL) romance Capítulo 34

...Narra Thomas...

Terminé, por fin terminé lo que tenía en mente, lo que significa que podré descansar e incluso viajar a Londres para ver a mi familia, seguramente Kim querrá ir, aunque aún no entiendo por qué no estaba en casa cuando llegué agotado en la madrugada, o al menos no estaba dormido en nuestra cama, sin embargo, no le presté mayor importancia, seguramente pasó la noche con alguno de sus amigos.

Por la mañana me vestí con calma, incluso pude desayunar con tranquilidad, últimamente he tenido que hacer todo con muchas prisas, mi cuerpo se siente agotado, pero terminé con aquello que me mantenía tan ocupado, estoy muy feliz, las reuniones se acabarán desde ahora, además que he conseguido reunir todo lo que buscaba para una cena, una cena especial que tenía pensada para Kim, una cena que puede cambiar nuestra vida, de todas formas, se trataba de una cena para cerrar un ciclo de nuestra relación.

Lo extraño es que encontré una carta que tenía escrito mi nombre, estaba sobre el estante de un mueble con decoraciones, sentí mucha curiosidad por abrir el sobre, no obstante, cuando abrí el sobre, recibí una llamada que me obligó a salir de casa casi corriendo debido al trabajo, aunque me llevé conmigo la carta para verla más tarde, Susan me estaba esperando con mucho trabajo acumulado, por ello me dediqué a terminar todo, analicé cada documento y Helen apareció en mi oficina dándome la noticia de que unos nuevos socios habían firmado un contrato con nosotros, lo que significa que ella estaba haciendo un buen trabajo, así que la felicité por ayudarme a terminar otro proyecto que tenía.

Por otro lado, Hoffman estaba en mi empresa, sólo estaba aquí por trabajo, pero creí que había venido en busca de Kim, normalmente suelen salir a comer cuando viene, así que me acerqué a él queriendo saber que estaba haciendo, aunque este se mostraba diferente, me respondía todo de una forma directa, casi cortante, sus ojos demostraban tristeza y cuando le pregunté que le pasaba, él me dio la desagradable noticia que aún no conocía.

–Es normal que esté triste, Kim era como un hijo para mí– me respondió tratando de pasar por mi lado.

–¿Cómo que "era"? –pregunté, viendo cómo me miraba con extrañez.

–¿Aún no te das cuenta de que no está aquí? –me preguntó frunciendo el ceño– creí que lo amabas, pero resulta que no era cierto– se intentó alejar otra vez de mí, pero lo tomé del brazo completamente confundido.