Un contrato de amor romance Capítulo 89

Las esferas del árbol colgando, las decoraciones navideñas, el aroma del pavo, y el ambiente que se crea al estar en familia, todo es acogedor y cómodo.

El calor de los rayos del sol traspasar la ventana y el frío que se sentía.

Todo era agradable, por fin, parecía haber un día normal en el año que podía sentirme a verdadero gusto.

Este día no era para recordar cosas malas. Era para recordar lo bueno que fue el año... Bueno.

- Este día agradezco haberme casado con Helka - dice Drake sentado en el mueble - mi esposa - guiña su ojo hacia mí.

Apenas eran las 3:30pm Y por alguna razón me sentía nerviosa, pero de una manera positiva. Esta será mi primera navidad fuera de casa.

Mis padres llegaban en unas tres horas más, junto a mi hermana.

La nana Mery estaba junto a Sarahí. Drake me tenía la mano y no tenía intenciones de soltarme y yo a él tampoco.

- De estar aquí ahora con mi familia... Mi hija.

Aisha jugueteaba con Phil al otro lado del mueble del frente.

El timbre fue tocado.

- Y que marche todo perfecto - Drake recuesta si frente a la mía.

- Te amo - le susurro mientras miro su muslo.

Esta vez el llevaba una pantaloneta y camisa de seda, sandalias y la barba rasurada. Ese toque varonil me fascinaba.

Llevaba un suerte de lana color rojo, unos jeans y sandalias por igual. Mi cabello recogido en una coleta.

- Esta noche vendrá toda la familia... Esta noche nadie duerme - comenta Aisha con tono pícaro - y se toma

- Papá me dejará abrir los tragos reservados - Phil dijo entusiasmado.

El papá de Drake reconoció que estaba en un verdadero error al volver a cometer actos ilícitos a espaldas de su familia, tuvieron una charla emotiva los 5 y arreglaron sus problemas.

Entrelazo mi brazo junto con el Drake.

Todo es realmente perfecto.

- Esta quiero que sea la ultima navidad que pase en casa, la próxima, viajare con Ronald fuera de la ciudad - la madre de Drake se acerca con una copa de vino color ambar en su mano.

- Madre, ¿El trago te esta afectando? ¿No quieres a tus hijos en la mejor época del año?

- No, solo son mis deseos del próximo año, un año sabático de fiestas, estoy en mis años que debo descansar y disfrutar lo que me queda de vida dichosa con mi marido.

- Mis padres llegaran en unas horas, quiero tenerles el mejor regalo - digo entusiasmada.

- ¿Estás embarazada? - Aisha pega un brinco desde su puesto.

- ¿Qué? - abro los ojos como platos.

Todas las miradas se posan sobre mi y miraban que mi mano estaba en mi vientre, la quito de inmediato. 

- ¿Estas embarazado cariño? - Madeline se acerca a mi dejando la copa en la mesa de centro, me toma de la mano, sus ojos le brillan.

- Ah... no - siento una decepción en todos.

- Aun no madre - Drake respira en mi nuca.

Madre mía, si es ahora que vamos a procrear, que sea. todo de él me enciende.

- Papá - Sarahí se acerca - mira - Saharaí extiende sus manitos suaves y le da una tarjeta.

- Gracias mi amor - me suelta la mano y agarra la tarjeta.

Drake leé. Luego me muestra.

Veo a una mujer, una niña y un hombre, arriba dice, "Mi familia". No me pude contener, la mujer era yo, Drake el hombre y la niña era Sarahí. El que ella me considere como una madre, me hacia sentir aceptada y feliz.

- Es muy hermoso - Sarahí se acerca tímida a mi.

- Gracias - me dice con su dulce voz.

[...]

La noche se acercaba, y con ello la fiesta de navidad.

La mayoría de familia de Drake se acercaba al árbol a dejar regalos.

Cada cinco minutos revisaba mi celular, no habían llamadas de mis padres o de mi hermana. Me encontraba en una situación en la que me podría imaginar cualquier cosa en relación a ellos.

¿Qué les habrá ocurrido?

Ya estaba arreglada yo, con mi vestido y tacos y, aún así, salí de la casa con las llaves de la moto sin avisar, tenía que ir a buscarlos a la casa.

Esta noche el frío no era una sorpresa, y que les hubiera ocurrido algo a mi familia, tampoco.

- Helka - la voz de Drake aparece entre la oscuridad de la acera - ¿te he dicho que siempre eres escurridiza? pero no de mí.

- Drake, no es momento de juegos - agarré el casco que estaba enganchado en el timón.

- Bien - se acerca a paso lento mientras sus manos están dentro de sus bolsillos - solo déjame ir contigo, yo conduzco además que no te dejaré otra vez, no sola.

- Es mi familia la que está en peligro, eso te lo aseguro... Mientras la tuya esta aquí, disfrutando, eso nos separa esta noche - siento que el destino lo está controlando Rogelio.

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