Intenté abrir mis ojos, apoyo mi codo en la cama restregando mis ojos, intenté sentarme, pero sentía mi cuerpo pesado.
Quise y quise, lo logré, logré sentarme en la cama, miré a mi alrededor, en las cuatro paredes en la cual estaba yo encerrada.
- ¡Déjenme salir! - grité pero más pareció un susurro.
De repente, todo daba vueltas.
- Para - pedí mientras me echaba hacia atrás sin poder evitarlo.
No se que me estaba pasando, solo quería estar bien, estar fuera, respirar aire puro.
Hasta que caí al suelo.
Dos cosas tenía clara:
Uno:... No debí jugar con fuego...
Y dos:... No conoces a una persona del todo con el primer diálogo... Créanme que sus actos cuentan más que su propia palabra... Y con el poco tiempo, verás su yo infernal.
La puerta de repente fue abierta, y una esperanza de escapar se apoderó de mí.
Solo tenía que levantarme y retomar fuerzas.
- Buenos días... Hija...
- Sácame de aquí... - lo interrumpí.
- ¿Pará qué?... Si la familia ya está completa - veo como lanzan un cuerpo a mi lado.
- Hija - mi madre biológica se acerca arrastrándose por el suelo.
- Y tranquila Helka... Pronto te recuperarás, tampoco es que yo quiera matar a mi familia - la puerta fue cerrada.
- Tranquila mi amor, todo estará bien - me rodeó en sus brazos, me apoye en ella y la abracé.
- Debemos salir mamá - un sollozo de su parte me conmovió.
- Es imposible - cerré mis ojos - para el entrar es fácil, pero salir, es una prueba que solo los muertos pudieron experimentar...
- ¿Cómo escapaste?.
- El me dejó salir...
- ¿Por qué?...
- Pará encontrarte - su tono de voz era neutro.
- ¿Qué?
- Me dejó salir para que me encuentres - se paro dejándome tirada en el suelo.
- ¿De qué estás hablando?.
- Que este era el objetivo, que estés aquí, juntos otra vez - esta vez, ella llevaba tacos, y sonaba cuando caminaba - Unidos como la familia que somos - su voz me pareció cínica.
- ¿Fue una trampa?
- ¿Por qué crees que se les hizo fácil encontrarme, salir y dejarme ver por nuestra gente, ese era un punto fácil de cumplir, pero fingir, esa no la esperaba, pero en fin... No te contaré mi historia, porque esa fue real, me dejó libre por varios años, siempre me traía vigilada, hasta hace varias semanas que me contraste... Y te condoleciste por mi... Tu eras el objetivo, no yo.
Drake
Di un golpe a la mesa.
- No seas cobarde Rogelio - grité con todas mis fuerzas.
Pateo la silla que estaba a mi lado.
- Papi, ¿Qué ocurre? - mi niña habla.
- No pasa nada mi amor, ya abriré tus ojitos.
Me duele ver que mi hija esta así, me duele verla secuestrada por mi culpa.
Quería arreglar las cosas con Rogelio, pero él no parece querer lo mismo que yo.
- Perdón porque lleves ese rencor hasta tu tumba.
Con mi pie, le lancé una patada en su entrepierna, logré desatarme con mi navaja de refuerzo.
Me abalancé sobre él sosteniendo sus manos e intentado agarrar el arma.
- Papá - grito Sarahí.
- Ya va mi amor - dije apretando los dientes por la fuerza que hacía - intenta desatarte sin lastimarte.
Helka
Recibí otra cachetada de la mujer que decía quererme, agaché la cabeza.
Mi cuerpo dolía, anteriormente recibí golpe y azotes por varias partes.
Quise desatar me las manos pero las fuerzas ya no me daban.
- ¿No dirás nada? Creí que eras más como yo, fuerte y con agallas - ríe desquiciada.
Sentí algo delgado y húmedo rodar por mi rostro. Era sangre.
- No debo decir nada, no quiero saber porqué estas haciéndome esto - dije débil.
Sus manos con sus largas uñas toman mis cachetes apretandolos, casi sacándome aún más sangre.
- Te aseguro que mi esposo ya le está diciendo a Drake, y su pequeña criatura está escuchando.
De pronto sentí como mi cuerpo se reactivaba.
- ¡Está aquí! Lo sabía...
- Parece que esta oruga tiene su punto débil - sonríe victoriosa de haber conseguido lo que en un principio buscaba.
Mi debilidad es un punto a favor para ellos. Maldigo en el momento que le di amor y atención a mi madre biológica, alguien que ni se merece una familia.
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