Un esposo para Elizabeth (COMPLETO) romance Capítulo 27

—¿Eres virgen? —preguntó Gregory confuso.

¡¡El payaso de Edward aún no la ha tomado! Pensó emocionado.

—No lo soy, pero en cierto sentido esta es mi primera vez— Gregory entendió a la perfección y empezó a besar sus labios de manera tierna sintiendo cómo Elizabeth se estaba relajando, votando la tensión y continuó penetrándola lentamente hasta sentir su miembro completamente dentro de su intimidad, sintiendo cómo las paredes vaginales de esta le apretaban y succionaban su miembro, Elizabeth estaba muy estrecha y caliente y eso a Gregory le provocaba un placer intenso.

—Estás muy apretada, me gustas mucho Elizabeth, amo ese delicioso coño tan caliente —Gregory se sentía extasiado y empezó un vaivén frenético, abriéndose paso en el interior de la vagina de Elizabeth llegando profundo clavándose completo como si deseara entrar entero, Elizabeth cegada por el deseo clavó sus uñas largas en la espalda de Gregory, también chupaba su cuello y succionaba con desespero sentía como el miembro de Gregory la llenaba por completo, gritaba doblando su cuerpo, dándole más facilidad a Gregory de poseerla completa.

—Ahh… — gimió Elizabeth desesperada y empezó a retorcerse mientras él, la sujetaba por la cadera embistiéndola con fuerza sintiendo cómo su cavidad recibía todo su miembro. Ya eres completamente mía Elizabeth— Dijo Gregory excitado, sacando su miembro lentamente para luego volver a introducirlo con fuerza embistiéndola sin contenerse, la penetraba fuera y dentro sin control, el deseo lo tenía dominado.

—Ohhh diablo si más, más — gritaba Elizabeth perdida en el placer de sentir ese gran miembro llenarla por completo.

—Diablo no mi niña dime dragón — dijo Gregory antes de tomar un pezón entre sus labios, el deseo lo tenía dominado y no quería frenar el descontrol que lo extasiaba hasta el punto de olvidarse que él era su primer hombre, las estocadas se volvieron profunda, el ritmo de las embestidas era feroces, en cada penetración sentía lo apretado que estaba su coño.

Estás hecha para mí Elizabeth —dijo con la respiración pesada con un ardiente deseo sus ojos grises se tornaron más oscuros — eres tan pequeña y perfecta para mí.

El tomo el otro seno lamiendo su aureola Y Elizabeth sintió de nuevo la sensación de ese fuego que surgía de su interior y se concentraba en su bajo vientre provocando un placer intenso que se adueñaba de todo su cuerpo mientras Gregory continuaba embistiendo con frenesí y vehemencia apretando sus nalgas redondas dejando besos húmedos sobre la piel de su cuello deleitándose con la suavidad de esta al 100 por 100 succionando su blanca piel dejando marcas sobre ella haciendo que Elizabeth se corriera.

La sensibilidad de sus labios sobre su cuello prolongó el orgasmo de Elizabeth enseñándole a sentir nuevas sensaciones agradables y satisfactorias, ella echaba su cabeza hacia atrás dándole la oportunidad a Gregory de apoderarse de su pecho. Gregory bajó el ritmo de sus embestidas para disfrutar Cómo ella se corría apretando y succionando su miembro con su cavidad, sintiendo cómo su coño lo apretaba más y más invitándolo a empujar con fuerza, él jadeaba con pesadez sintiendo un fuego que no podía ser apaciguado, en esa habitación solo se escuchaban los gemidos, gritos y jadeos de ellos dos junto al sonido de ambos sexos chocar, sonido que tanto a Gregory como a Elizabeth les gustaban.

—¿Te gusta cómo te estoy follando? — preguntó Gregory con la voz cargada de deseo.

¡¡Tengo todo el tiempo del mundo para disfrutar de mi niña!! Pensó acostando a Elizabeth sobre su pecho como si de una verdadera niña se tratara.

Elizabeth sentía que estaba soñando nunca pensó que un hombre como Gregory se comportara de manera tan tierna.

—Te amo Elizabeth — volvió a repetirle Gregory acariciando su cabello.

Esa noche Gregory durmió como hace 20 años no lo hacía, esa noche no tuvo las pesadillas que lo atormentaban cada noche.

Elizabeth despertó y miraba a Gregory dormir tan relajado su rostro reflejaba tranquilidad, su rostro se veía angelical tanto que a Elizabeth le pareció tierno.

Melissa fue a buscar a Elizabeth y al no encontrarla decidió llamarle a su móvil.

¿Dónde estás dulzura?— Le preguntó melisa angustiada a Elizabeth.

Te enviaré mi ubicación para que vengas por mí y en el camino te explicaré— le contestó Elizabeth.

Miami florida.

—Dime qué ha sabido de la loca de tu sobrina — le preguntó Lorena(exesposa de Alex) a Grecia mientras se tomaban un café americano.

—Lo último que supe de esa mocosa fue que viajó a Italia con un amigo gay que tiene— le respondió Grecia tomando el pozuelo con elegancia.

—Deberíamos matarla como tú y mi madre mataron a sus padres, por su culpa Alex no me quiere dar ni un centavo —Lorena sentía mucha envidia, nunca llegó a pensar que debajo de tantos trapos y de ese horrible cabello despeinado se escondía una mujer tan hermosa como lo es Elizabeth, y lo que más le molestó fue saber que Edward y un magnate italiano se debatían por el amor de Elizabeth

¡¡Maldita Elizabeth, esa suerte debió ser para mí!! Pensó Lorena molesta.

—No puedo matarla sería muy sospechoso que los padres y también la hija fueran asesinados, tenemos que provocarle un accidente antes de que esa loca tenga hijos así todo su dinero pasará a mi nombre por ser su único familiar directo, pero en realidad no sé cómo porque la muy malagradecida no me quiere a su lado — Grecia no se quería dar por vencida aún teniendo el control de la billetera de Edward también ambicionaba el dinero de Elizabeth.

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