Un esposo para Elizabeth (COMPLETO) romance Capítulo 8

Narra Elizabeth.

Este hombre me resulta extraño, tiene el pelo pintado de rosa y las uñas del mismo color las personas dicen que yo soy rara, pero este definitivamente está más loquito que yo.

—No habrá una mujer que me pueda ayudar—Le pregunté mirando para los lados y este hizo un gesto de tristeza.

—Querida, yo soy una mujer moderna solo que he nacido por error en otro cuerpo—Me dijo haciendo muchas señas y haciendo gestos raros con las manos igual que mi tía Grecia.

¡Ojalá y el diablo la tenga en el infierno! Pensé.

—Bueno pues siendo así yo quiero dejar de verme así— Quiero cambiar completamente todo no quiero que Edward me encuentre, no hasta que yo esté lista para darle en su punto débil, le arrancaré todo lo que ama en esta vida, se lo dije en el helicóptero que se arrepentiría de no haberme matado en ese mismo momento.

—Bueno, chica en ti hay que hacer magia, pero yo soy el hada madrina de cenicienta así que no te preocupes de aquí saldrás muñeca— Me dijo buscando entre las ropas y los zapatos me hizo medirme media tienda.

—Ya no puedo más—le dije sentándome en un sofá que hay en el área de los vestidores.

—Pues ahora viene el trabajo más fuerte, que es el cambio de look, querida— Me dijo agarrando mi brazo y sacándome de la tienda para caminar a una peluquería que está en esa misma área.

—Espera— Le dije y él se detuvo—Aún no sé tú nombre y perderás tu empleo si vienes conmigo a la peluquería? —Le pregunté curiosa.

—Haces mucha pregunta, ufff— Me dijo haciendo unos movimientos raros con las manos— Mi nombre es Melissa y soy la dueña de la tienda y de la peluquería, no ves que saliste sin pagar por la ropa que cargas en esas bolsas— Me dijo señalando mis manos con las cuales cargaba las bolsas de la tienda.

—Melissa, porque haces esto por alguien que apenas acabas de conocer— Yo no confío en nadie, siento que todos me quieren por algún motivo o beneficio y este hombre mitad mujer me está ayudando sin conocerme.

—En tus ojitos veo mucha tristeza y algo me dice que seremos buenas amigas y a mis amigas yo les hago regalos— Me dijo con dulzura.

—Necesito una amiga con urgencia— Le dije sonriendo mientras entrábamos en la peluquería.

Melissa hizo que me cambiaran por completa.

¡¡Waoooo, está no soy yo!! Exclamé sorprendida mirándome en unos espejos que me daban la posibilidad de verme completa me sentía diferente me veía diferente está mujer que yo veía en el espejo era una Elizabeth fuerte, decidida, hermosa y sobre todo muy pero muy sexy.

—Yo no soy un mosco feo—dije tocando el espejo.

—Ya quisiera yo ser un mosco feo tan hermoso y con todas esas curvas de infarto que te gasta hijita— Me dijo Melissa sonriendo.

—Hagamos algo te invito a cenar para que veas a cuántos machos le robarás un suspiro, solo tiene que mover esas caderas como una puta— Me dijo Melissa y yo solo entendí que vamos a cenar mi estómago gruñe como lobo hambriento.