PDV Tomas
La mujer que el club me habia enviado, habia sido
bastante atrevida, habia llegado ebria a mi habitacion, y a pesar de haberle
dicho que se fuera, se quedo, y no solo eso, sino que ademas empezo a hacerme
sexo oral sin mi consentimiento.
A pesar de que yo no queria al principio, a fin de
cuentas soy hombre y sin ningun compromiso, obviamente no me iba a negar a los
avances de una mujer joven y atractiva que literalmente se lanzo hacia mi.
Despues de haberme rendido a la exitacion y la
calentura que esta mujer desperto en mi, me dedice a lo mio, y mientras lo
hacia, no pude evitar pensar ciertas cosas con respecto a esta chica.
Mientras la estaba besando y tocando, ella hacia
ciertas expresiones, las cuales parecian indicar que no tenia mucha experiencia
en el sexo, algo ilogico teniendo en cuenta que trabajaba en este club de
caballeros.
Quizas Saint me habia enviado una mujer que sabia
fingir “inocencia”, quizas penso que me gustaba la sensacion de “jugar” con una
novata.
Sea como sea, no me importo mucho si estaba fingiendo,
estaba con la calentura por todo mi cuerpo, por lo que no me detuve a pesar de
esto.
Cuando llego el momento, me decidi por hacerlo por
atrás, no sabia por que, pero me gustaba mas hacerlo por atras que por delante,
era un fetiche que tenia desde hacia tiempo y no se me habia quitado hasta
ahora.
Mientras estaba penetrandola por atrás, creo que
escuche pedirme que me detuviera, o no se, no estaba prestando mucha atencion,
ya que cuando mi miembro estuve en su interior, senti el placer por todo mi cuerpo.
Cuando esto sucedió, todo lo que estaba a mi
alrededor, parecio desaparecer, y me enfoque totalmente a lo mio, empezando a
entrar y salir del interior de su trasero con mi miembro una y otra vez,
mientras estaba en eso termine por usar mi mano para tomar la parte trasera de
la cabeza de esa mujer desconocida y enviarla contra la almohada.
Nuevamente crei que ella estaba diciendo algo, pero no
sabia, que era, todo lo que estaba a mi alrededor se habia esfumado y solo
podia pensar en lo que estaba haciendo, por lo que no escuche si ella estaba
diciendo algo o no, o quizas fue tambien debido a que su boca la tapaba la
almohada.
La termine por levantar, y ponerla en una de mis
posiciones favoritas, de esa manera podia lograr adentrarme mas profundamente
dentro de ella gracias a la gravedad, cuando estuvimos asi llego un momento en
que tuve que tomar un breve descanso para recuperar el aliento.
Cuando me exitaba como lo estaba en estos momentos,
terminaba por dejarme llevar demasiado, realizando toda una maraton que me
quitaba el aliento sin saberlo, y no paraba hasta que alguna parte de mi cuerpo
me lo pedia, en este caso fueron mis brazos que se entumecieron.
Mientras estaba descansando para poder continuar, esta
chica desconocida, me hizo una peticion, me pidio hacerlo por delante, a mi me
gustaba hacerlo mas por detrás, pero el sexo era para que dos personas lo
disfrutaran, no solo una, asi que le hize caso a su peticion.
La sente en la cama, me puse el condon, y despues la
acoste, le abri las piernas, y estaba a punto de empezar lo mio, hasta que
escuche su grito pidiendome que me detuviera, un instante despues escuche como
me pedia que lo volviera a hacer por detrás, cuando anteriormente me habia
pedido que lo hiciera por delante.
¿Qué le pasa a esta chica? Primero me dice que quiere
hacerlo por delante y ahora me dice que lo quiere hacer por detrás,
honestamente me sorprendio mucho que una chica de este club sea asi, no puedo
evitar enojarme un poco.
—Bien, si quiere continuar por detrás, vamos a hacerlo
—pienso, mientras planeo como desquitarme por lo que habia hecho.
PDV Teresa
—Bien, vamos a continuar por detrás —me dijo el hombre
desconocido, cuando escucho estas palabras, no puedo evitar soltar un suspiro
de alivio, aunque no llego terminarlo,
ya que un instante despues, el hombre desconocido uso sus manos para girarme,
quedando boca abajo en la cama, despues de hacer esto, me dio una fuerte
palmada en mi nalga derecha.
No puedo evitar dejar salir un pequeño grito debido al
dolor, y no tuve tiempo para asimilarlo ya que senti como el hombre me daba
otra palmada en mi nalga izquierda, podia imaginar que estaban rojas en estos
momentos.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO