PDV Teresa
Mire con enojo a
Clara, sabía que habia hecho esto a propósito, me molestaba mucho su sonrisa.
— ¡Clara! ¡No
debiste hacer eso! —le dijo Tomas a Clara mientras le echaba una mirada
enojada.
—Vamos Tomas ¿No
puedo saludar a mi esposo con un beso? No seas tan frio —le dijo Clara, antes
de sentarse en la mesa.
El asiento que había
escogido era uno muy cercano al de Tomas.
—Siempre es un
gusto verte Teresa, pareces muy cambiada —me dijo Clara mientras calvaba su
mirada en mí.
—Gracias —le
conteste de forma seca.
—Se nota que le
has sacado mucho jugo a mi marido, ese peinado, tus cabellos ahora se ven
mejores que hace 1 mes, y ese vestido se ve muy caro, ¿Cuánto le has sacado en
este tiempo a mi esposo? ¿200.000? ¿300.000? se nota que lo estas exprimiendo
muy fuerte.
—Podría hacerlo aún
mejor si solo firmaras el divorcio y no te comportaras como la SIMP de Tomas.
—Ya quisieras
Teresa ¿De verdad piensas que voy a dejarte vía libre para que puedas quedarte
con el dinero de mi esposo? Será mejor que no esperes parada —me dijo Clara, su
sonrisa era muy molesta.
—Ya basta las 2,
estamos en mi fiesta, este no es lugar para pelear —dijo Mía, interrumpiendo la
conversación.
—Perdón Mía, no
voy a arruinarle su cumpleaños a mi amiga —le dijo Clara mientras giraba su
vista a Mía.
—Perdón por eso Mía.
—No importa, ya
viene el otro plato, preparémonos para comer —nos dijo Mía mientras giraba su
vista hacia los meseros, los cuales traían la nueva tanda de alimentos.
— ¿Cuántas
comidas han traído hasta ahora, Mía? —le pregunto Clara a esta última.
—Solo 3, faltan
otras 2 tandas, ya pasamos por la Americana, la Europea, y la de Oceanía —le
conteste Mía.
—Entonces solo
faltan la africana, y la Asiática, esta última es mi favorita —le dijo Clara,
mientras observábamos como los meseros colocaban la nueva tanda de alimentos en
la mesa.
Esta vez era
comida africana.
—Huele muy bien,
Teresa, será mejor que lo pruebes lento, así podrás recordar el sabor, dentro
de poco ya no podrás volver a probarlo después de que Tomas regrese conmigo,
después de eso tendrás que conformarte con las comidas rápidas y baratas que de
seguro probabas normalmente, deberás tener mucho cuidado entonces, no vaya a
ser que pierdas la figura —me dijo Clara mientras empezaba a comer, la forma
con la cual hablaba parecía una muy natural.
Parecía que como
si estuviera hablando con una vieja amiga… la tipa se estaba burlando de mí y
lo hacía de un modo muy descarado.
Ni Vincent podía
hacer eso, y eso era decir mucho.
—Clara, ¿Qué
acabo de decir? —le pregunto Mía a Clara, mientras fijaba su mirada en ella.
— ¿Qué paso Mía?
No estoy peleando ni nada, solo estoy diciendo algo con buena intención, Teresa
de seguro nunca probo platos así y dentro de poco ya no podrá probarlos, solo
se lo estoy recordando como una amiga nada más.
—Pareces estar
muy segura de que ya no podre probarlos Clara, y más cuando dices que Tomas ya
no estará conmigo dentro de mucho ¿Quién eres tú para decir eso?
—Su esposa, obvio
—me dijo Clara mientras me miraba con esa molesta sonrisa.
De verdad que
quería callarla como la última vez, y un instante después, se me ocurrió una
idea.
— ¿Su esposa? No
lo pareces.
Después de
decirle esto último a Clara, use mis manos y las use para girar el rostro de
Tomas hacia mí, un instante después le di un beso en los labios, el cual fue
algo largo, y todo mientras miraba a Clara.
Esta última
frunció el cuándo me vio hacer esto, pero solo duro unos instantes antes de
volver a su expresión normal de siempre.
Por lo menos la
hice enojar, podía no demostrarlo, pero lo hice.
—Ya fue
suficiente ustedes 2, parecen niñas ¿Lo sabían? Empecemos a comer que si no la
comida se enfriara —nos dijo Mía, mientras separaba mis labios de Tomas.
—Claro Mía,
comamos —le respondió Clara, volviendo por completo a la normalidad.
Esta mujer
debería haber sido actriz, podía fingir fácilmente, sabía que estaba enojada,
pero lo disimulo demasiado bien.
Nuestro grupo de
4, empezó a comer los platos africanos que teníamos enfrente, mientras
comíamos, Mía recibió las visitas de numerosos pretendientes los cuales la
invitaron a comer con ellos, vi como ella los rechazaba uno tras otro mientras
continuaba comiendo junto nosotros.
Después de
terminar con los platos africanos, vinieron los de Oceanía, y cuando vino el
primero de los 3, Clara empezó a hacerle un par de preguntas a Mía.
—Mía, ¿Hoy vas a
hacer de nuevo el evento del año pasado? —le pregunto Clara, mientras terminaba
la comida en su plato.
—Sí, lo haremos después
de bailar un poco y nos pongamos en el ambiente —le respondió Mía.
— ¿Qué evento Mía?
—le pregunte con curiosidad.
—Es un evento de
baile que Mía organiza en su fiesta, todos los invitados con sus parejas pueden
competir si quieren y el ganador recibe una jugosa recompensa, no te emociones
mucho al escuchar que recibirás dinero si ganas Teresa, porque los bailes que
se deben bailar de seguro son unos que tu no conoces —me dijo Clara, no dejándole
tiempo a Mía para responder.
Esta mujer no
para de meterse conmigo…
—Es como dijo
Clara, es un pequeño evento, los invitados que quieran participar bailaran
algunos bailes clásicos y conocidos y un grupo de 3 jueces entre los que me
incluyo deciden al ganador —me dijo Mía.
—El año pasado
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