Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 101

PDV Teresa

Mire con enojo a

Clara, sabía que habia hecho esto a propósito, me molestaba mucho su sonrisa.

— ¡Clara! ¡No

debiste hacer eso! —le dijo Tomas a Clara mientras le echaba una mirada

enojada.

—Vamos Tomas ¿No

puedo saludar a mi esposo con un beso? No seas tan frio —le dijo Clara, antes

de sentarse en la mesa.

El asiento que había

escogido era uno muy cercano al de Tomas.

—Siempre es un

gusto verte Teresa, pareces muy cambiada —me dijo Clara mientras calvaba su

mirada en mí.

—Gracias —le

conteste de forma seca.

—Se nota que le

has sacado mucho jugo a mi marido, ese peinado, tus cabellos ahora se ven

mejores que hace 1 mes, y ese vestido se ve muy caro, ¿Cuánto le has sacado en

este tiempo a mi esposo? ¿200.000? ¿300.000? se nota que lo estas exprimiendo

muy fuerte.

—Podría hacerlo aún

mejor si solo firmaras el divorcio y no te comportaras como la SIMP de Tomas.

—Ya quisieras

Teresa ¿De verdad piensas que voy a dejarte vía libre para que puedas quedarte

con el dinero de mi esposo? Será mejor que no esperes parada —me dijo Clara, su

sonrisa era muy molesta.

—Ya basta las 2,

estamos en mi fiesta, este no es lugar para pelear —dijo Mía, interrumpiendo la

conversación.

—Perdón Mía, no

voy a arruinarle su cumpleaños a mi amiga —le dijo Clara mientras giraba su

vista a Mía.

—Perdón por eso Mía.

—No importa, ya

viene el otro plato, preparémonos para comer —nos dijo Mía mientras giraba su

vista hacia los meseros, los cuales traían la nueva tanda de alimentos.

— ¿Cuántas

comidas han traído hasta ahora, Mía? —le pregunto Clara a esta última.

—Solo 3, faltan

otras 2 tandas, ya pasamos por la Americana, la Europea, y la de Oceanía —le

conteste Mía.

—Entonces solo

faltan la africana, y la Asiática, esta última es mi favorita —le dijo Clara,

mientras observábamos como los meseros colocaban la nueva tanda de alimentos en

la mesa.

Esta vez era

comida africana.

—Huele muy bien,

Teresa, será mejor que lo pruebes lento, así podrás recordar el sabor, dentro

de poco ya no podrás volver a probarlo después de que Tomas regrese conmigo,

después de eso tendrás que conformarte con las comidas rápidas y baratas que de

seguro probabas normalmente, deberás tener mucho cuidado entonces, no vaya a

ser que pierdas la figura —me dijo Clara mientras empezaba a comer, la forma

con la cual hablaba parecía una muy natural.

Parecía que como

si estuviera hablando con una vieja amiga… la tipa se estaba burlando de mí y

lo hacía de un modo muy descarado.

Ni Vincent podía

hacer eso, y eso era decir mucho.

—Clara, ¿Qué

acabo de decir? —le pregunto Mía a Clara, mientras fijaba su mirada en ella.

— ¿Qué paso Mía?

No estoy peleando ni nada, solo estoy diciendo algo con buena intención, Teresa

de seguro nunca probo platos así y dentro de poco ya no podrá probarlos, solo

se lo estoy recordando como una amiga nada más.

—Pareces estar

muy segura de que ya no podre probarlos Clara, y más cuando dices que Tomas ya

no estará conmigo dentro de mucho ¿Quién eres tú para decir eso?

—Su esposa, obvio

—me dijo Clara mientras me miraba con esa molesta sonrisa.

De verdad que

quería callarla como la última vez, y un instante después, se me ocurrió una

idea.

— ¿Su esposa? No

lo pareces.

Después de

decirle esto último a Clara, use mis manos y las use para girar el rostro de

Tomas hacia mí, un instante después le di un beso en los labios, el cual fue

algo largo, y todo mientras miraba a Clara.

Esta última

frunció el cuándo me vio hacer esto, pero solo duro unos instantes antes de

volver a su expresión normal de siempre.

Por lo menos la

hice enojar, podía no demostrarlo, pero lo hice.

—Ya fue

suficiente ustedes 2, parecen niñas ¿Lo sabían? Empecemos a comer que si no la

comida se enfriara —nos dijo Mía, mientras separaba mis labios de Tomas.

—Claro Mía,

comamos —le respondió Clara, volviendo por completo a la normalidad.

Esta mujer

debería haber sido actriz, podía fingir fácilmente, sabía que estaba enojada,

pero lo disimulo demasiado bien.

Nuestro grupo de

4, empezó a comer los platos africanos que teníamos enfrente, mientras

comíamos, Mía recibió las visitas de numerosos pretendientes los cuales la

invitaron a comer con ellos, vi como ella los rechazaba uno tras otro mientras

continuaba comiendo junto nosotros.

Después de

terminar con los platos africanos, vinieron los de Oceanía, y cuando vino el

primero de los 3, Clara empezó a hacerle un par de preguntas a Mía.

—Mía, ¿Hoy vas a

hacer de nuevo el evento del año pasado? —le pregunto Clara, mientras terminaba

la comida en su plato.

—Sí, lo haremos después

de bailar un poco y nos pongamos en el ambiente —le respondió Mía.

— ¿Qué evento Mía?

—le pregunte con curiosidad.

—Es un evento de

baile que Mía organiza en su fiesta, todos los invitados con sus parejas pueden

competir si quieren y el ganador recibe una jugosa recompensa, no te emociones

mucho al escuchar que recibirás dinero si ganas Teresa, porque los bailes que

se deben bailar de seguro son unos que tu no conoces —me dijo Clara, no dejándole

tiempo a Mía para responder.

Esta mujer no

para de meterse conmigo…

—Es como dijo

Clara, es un pequeño evento, los invitados que quieran participar bailaran

algunos bailes clásicos y conocidos y un grupo de 3 jueces entre los que me

incluyo deciden al ganador —me dijo Mía.

—El año pasado

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