Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 103

PDV Teresa

Mientras pasaba

el tiempo, los invitados se acercaban cada vez más a la mesa principal donde

estaba sentada, había mucha aglomeración de gente, y era algo sofocante, la

mesa era grande, pero no para tener a decenas de personas  o más rodeándola.

Tomas, Clara y Mía,

tenían conocidos en este lugar, así como también varios socios de negocios, por

lo que los temas que empezaron a tocar fueron ajenos a mí y no podía decir

nada.

Termine por

quedarme en mi asiento en relativo silencio mientras todos los demás

conversaban entre si y mientras los meseros arreglaban todo para poder cantarle

cumpleaños a Mía.

Después de un

tiempo, pude ver  como los meseros traían

un enorme pastel de cumpleaños y lo depositaban en nuestra mesa.

El pastel tenía

12 pisos de altura, y todos ellos eran muy grandes, este era el pastel

principal, había muchos otros más pequeños, había cientos de invitados, por lo

que solo 1 pastel no iba a ser suficiente.

Me quede un poco

embelesada por el pastel, parecía muy bueno y me dio un poco de ansias de probarlo,

estaba bastante cerca de mí, y me entro las ganas de tocarle crema para

probarla, pero estaba rodeada de gente en todos lados y Tomas estaba hablando

con personas importantes, no quería arriesgarme a avergonzarlo si hiciera eso

en público.

El pastel seguía

siendo tentador, y al final suspire y me levante de mi asiento, tenía que

sacarlo de mi mente por un rato, se veía muy bien y hace tiempo que no probaba

uno, después de esta fiesta me propuse a comprar uno para mí y comérmelo sola

en mi habitación.

— ¿Adónde vas

Teresa? —me pregunto Tomas, mientras hablaba junto con Clara con algunas

personas que lo rodeaban a ambos.

Eran socios de

negocios seguramente.

—Voy al baño,

vuelvo pronto —le conteste.

Ni loca le iba a

decir que el pastel me provocaba tanta tentación que debía escapar.

—Bien, pero

vuelve pronto,  ya vamos a cantar, y no

debes perderte esto —me dijo Tomas.

—Descuida, ya

vuelvo —le dije, antes de empezar a caminar en dirección hacia los baños.

En el camino pude

ver a varias personas, no todos se habían reunido alrededor de Mía, y había

todavía bastantes personas esparcidas en distintos lugares.

Los baños de los

hombres y las mujeres quedaban bastante cerca, y cuando estuve cerca de llegar,

suspire un poco y cerré los ojos por unos breves momentos, al volver a abrirlos

pude ver la silueta de un hombre que salió del baño, no lo vi bien, no me

importo y entre al baño.

Al entrar allí,

me lave un poco la cara, el ambiente alrededor de la mesa se puso algo caluroso

con tantas personas cerca, y necesitaba refrescarme.

PDV Tomas.

Vi como Teresa

entraba al baño desde la distancia, mis socios de negocios continuaban

hablándome al igual que Clara, pero solo después de verla entrar, fue que gire

mi mirada hacia otra persona.

Esa otra persona,

era un hombre, uno de mediana edad, había salido de los baños reciénteme y paso

a un lado de Teresa, era uno de mis recientes socios de negocios.

Mía, por

instancia mías, había invitado a varios socios de negocio de nivel medio que

poseía, mi idea era hablar con todos ellos aquí y ahora, esos socios por

separado no eran la gran cosa, pero juntos podía representar un bloque grande.

Quería separarme

de Clara, pero estábamos demasiado ligados uno con el otro, y romper ese ligue

no sería fácil, debía ir despacio e iba a comenzar con el ámbito de negocios.

Ese socio mío se sentó

en su mesa, pero cuando llego a verme por causalidad, le hice unos gestos con

las manos para que viniera a verme.

Mi socio se levantó

y camino hacia mi rápidamente, no había sillas disponibles, por lo que le di la

de Teresa, cuando ella viniera, haría que se levantara, pero mientras tanto podía

sentarse allí.

— ¿Quién es él

Tomas? ¿Un amigo? —me pregunto Clara, mientras intervenía repentinamente.

—Un socio Clara.

— ¿Y cómo se

llama?

—No necesitas

saberlo —le respondí secamente.

Estos socios no

tenían nada que ver con Clara, y quería mantenerlo así, mis planes se

arruinarían si Clara se metía con ellos y trata de ligarlos a ella también,

entonces no podría usarlos para compensar mi ruptura de negocios con ella.

—Vamos cariño, no

seas tan seco conmigo, por favor —me dijo Clara, su tono parecía ser el de una

niña a la cual maltrataron.

—Clara, quiero

hablar sin interrupciones.

—Bien, cariño,

eres malo.

Después de decir

esto último, Clara finalmente me dejo tranquilo y yo pude empezar a conversar

con este nuevo socio que tenía, y en nuestra conversación, otros socios menores

nos acompañaron, los temas que hablamos eran importantes, por lo que mi

atención se enfocó por completo en ellos, ignorando a Clara, la cual de vez en

cuando me decía cosas tontas.

Quizás quería

espiar lo que decíamos, no lo sé…

Nuestra

conversación duro un tiempo, y la gente ya se estaba reuniendo para poder

cantarle cumpleaños a Mía.

— ¿Dónde está

Teresa? —pensé, mientras giraba mi vista de vez en cuando al baño, no entendía por

qué tardaba tanto.

PDV Saint

Hubiera deseado

llegar al cumpleaños de mi hermana rápidamente, pero un endemoniado trafico

inesperado me retuvo, este avanzaba a paso de tortuga joder.

Por suerte tenía

tiempo de sobra, y el tráfico aunque lento siguió avanzando, aunque ya estaba

ansioso, quería llegar al cumpleaños de Mía, Tomas quizás este allí y podría

aprovechar para poder hablar con él y arreglar asuntos pendientes entre

nosotros.

Además de

molestar a Mía también podría hablar con Tomas, 2 pájaros matados de un tiro.

Después de un

tiempo el tráfico finalmente se fue y pudimos avanzar más rápido, y dentro de

De pies a cabeza,

mi padre parecía estar en un muy buen estado físico, y eso sin mencionar que

estaba en una fiesta de la alta sociedad, donde incluso príncipes de otro

continente asistían…

Cuando pensé en

esto, y lo compare con mi madre… la cual seguía en el hospital… sentí algo que

se quebraba en mí.

—T-teresa… es… un

gusto verte… te ves muy bien… hija —me dijo mi padre, mientras parecía muy

nervioso, no sabía dónde poner los ojos al verme.

Un instante

después de que dijera estas palabras, me abalance sobre él… literalmente me

abalance sobre mi padre mientras estábamos aquí en público frente a todos.

Empecé a

golpearlo con mis manos, pero el bastardo trato de huir y termine por saltar

encima de él, termine aferrada a su espalda mientras lo golpeaba y lo arañaba

enfrente de todos los presentes.

No me importo lo

que pensaran todos de mí en estos momentos, no me importo nada.

En estos momentos

me arrepentí mucho de ser mujer, hubiera deseado ser un hombre fuerte como

Tomas para poder darle una fuerte golpiza como había visto a Vincent y Tomas dárselas

a otros hombres.

Mi padre era más

grande que yo y se notaba fornido, a pesar de que llevaba más de 1 haciendo

ejercicios constantes, sabía en mi interior que no era realista tirarlo al

suelo y golpearla hasta cansarme, sabía que no tenía la fuerza para eso, y de

allí mi arrepentimiento.

Hubiera deseado

tener la fuerza de Tomas en estos momentos.

— ¡Teresa!

¡P-para! —me grito mi padre, mientras se movía para hacerme caer de su espalda.

Estaba aferrada a

él, por lo que no me caí, no iba a soltarlo tan fácilmente después de poder

encontrarlo tras todo este tiempo.

Pude sentir como

alguien me tomaba por detrás de mí, y me jalaba, no quería separarme de mi

padre por lo que me aferre con más fuerza, le clave mis uñas y le saque sangre,

pero a pesar de mis esfuerzo, esa persona al final pudo separarme de mi padre y

me coloco por encima de él, cargándome.

Pude notar que

era Tomas quien me había separado de mi padre y me estaba cargando en estos

momentos.

— ¡Suéltame! —le

grite, mientras me movía, pero el agarre de Tomas era muy fuerte, me monto por

encima de su hombro, y sus manos me agarraban fuertemente, Tomas después de

tenerme encima de él, se giró y empezó a caminar.

Supe que es lo

que quería hacer.

— ¡Suéltame! ¡Suéltame!

¡SUELTAME! —le grite una y otra vez a Tomas.

Este último, no

me hizo caso y en su lugar continúo caminando hacia la salida.

Supe que no iba a

poder salirme de allí y en su lugar mire en dirección hacia mi padre, el cual

me estaba viendo como era cargada por Tomas junto con todos los demás, lo mire

enojada y al final solo podía hablar.

— ¡Estás muerto!

¡Estás muerto! ¡¿Me oyes?! ¡Ya sé que has regresado! ¡Estas muerto! —le grite a

mi padre, antes de que Tomas saliera del lugar y poco después lo perdiera de

vista.

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