Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 106

PDV Clara

Después de despedirme de Mía, su empleada me llevo a una de las mejores habitaciones del 2 piso de su casa, caminamos rápido, por lo que no tardamos mucho en llegar.

La empleada me abrió la puerta y me dijo unas palabras cordiales antes de dejarme sola en la habitación, tranque la puerta con llave, y poco después camine al centro de la habitación.

Esta habitación era muy grande y tenía todo tipo de cosas, Mía no se privaba de nada en ninguna de sus habitaciones, este lugar podía albergar a 6 o 7 personas sin problemas y era prácticamente un apartamento grande y casi autosustentable.

Al llegar al centro de la habitación, suspire y gire mi mirada hacia el techo, me quede viéndolo por unos momentos, antes de dar un fuerte grito.

No temí que alguien pudiera escucharme, las paredes eran gruesas y el 2 piso a pesar de que en teoría era el más cercano a la fiesta, debido a su inmenso tamaño, la verdad era que no sería posible que los invitados me escucharan, así que pude gritar y hacer todo el ruido que me diera la gana.

Después de dar un fuerte grito hasta que mi garganta tuvo un leve dolor, camine hacia una de las mesas más cercanas de la habitación y la volqué con enojo, estrellando todo lo que allí había contra el suelo.

Pude ver como los vidrios se rompían y otras cosas frágiles pronto lo acompañaban, pero eso no me detuvo y empecé a recorrer la habitación para poder dejar salir mi enojo.

Estaba muy enfadada y necesitaba desquitarme, no me importo que estas cosas fueran de Mía, podía pagárselas sin problemas y además no creo que me las cobre, el valor que tenía todo esto no era nada para alguien como ella.

Me moví por toda la habitación y tire todo lo que encontré y golpee muchas cosas, estrelle el televisor de pantalla plana que había, tome todos los jarrones y cosas de vidrio que estaban esparcidos por la habitación y los arroje contra las paredes.

Volqué todo, mesas, sillas, mesones, todo lo que había en la habitación y además también rompí muchas de esas mesas y sillas en el proceso, en un abrir y cerrar de ojos, todo el suelo de la habitación estaba lleno de cosas rotas y muebles y mesas volteados por todas partes, no habían nada en su lugar.

Después de romper todo lo que había aquí en este cuarto, me entro el cansancio en mi cuerpo y tuve que acostarme en la cama para poder recuperar el aliento.

Estaba respirando muy bruscamente, mi cuerpo lo sentí cansado y tenía algo de sudor, pero no estaba satisfecha, el enojo que sentía seguía presente.

Todo era culpa de ella, todo era culpa de esa endemoniada Teresa.

Había planeado todo bien y ya tenía todo listo, pero a último momento, esa estúpida tuvo que interrumpir mis planes con ese berrinche que hizo con ese desconocido con el cual Tomas había hablado.

Cuando vi que Tomas se fue con ella, supe que mis planes ya no iban a poder suceder, y sentí tanto odio por Teresa que pensaba que me iba a dar algo, pero por suerte no paso.

Había estado planeando las cosas desde hace más de 1 mes atrás, y había imaginado muchas cosas y pensaba que todo iba a poder salir bien.

No le había mentido a Vincent con respecto a que iba a recuperar a Tomas después de la fiesta de Mía, ya tenía todo planeado.

Tomas quizás quería separarse de mi debido a todo eso que paso entre nosotros, pero yo no lo iba a dejar, y la mejor forma de hacerlo… era teniendo a su hijo.

Conocía a Tomas, y si llegaba a estar encinta de un hijo suyo, él no iba a poder ignorar la responsabilidad, y entonces no tendría más opción que ir a mi lado de nuevo.

E incluso si seguía siendo renuente a hacerlo, yo lo convencería, lo que paso entre nosotros, al menos desde mi perspectiva, no era lo suficientemente grande como para romper por completo nuestra relación, si yo llegara con Tomas con su hijo en mi barriga y usando alguna que otra manipulación y uno que otro recuerdo sobre lo bien que la pasamos en el pasado, estaba seguro que al final no tendría otra opción más que volver conmigo, dejando a Teresa de lado.

Si llegaba a estar encinta, podía usar varios trucos y métodos para poder convencer a Tomas de estar conmigo otra vez… lo único que necesitaba era quedar embarazada de su hijo y podría usar esos métodos contra él.

Lo más difícil seria quedar embarazada, el resto sería cosa sencilla, y planee durante más de 1 mes como hacerlo, y el momento en que tendría que hacerlo.

Tomas no me iba a recibir en su casa, y mucho menos aceptaría que estuviéramos a solas en un hotel, con tales limitaciones, solo podía recurrir a la fiesta de Mía para poder actuar.

La fiesta de Mía seria en su casa, un lugar con muchas habitaciones y lugares privados disponibles donde se podría hacer de todo sin que nadie llegara a enterarse… el lugar perfecto.

Ya había podido encontrar el sitio ideal, y ahora solo faltaba obtener a Tomas, y para hacer esto había comprado una droga bastante potente que lo pondría de “Humor” para tener sexo conmigo mientras los invitados estuvieran ocupados celebrándole el cumpleaños a Mía.

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