PDV Mía
Pude ver como
Tomas se llevaba la histérica de Teresa de mi fiesta, mientras todos los demás
murmuraban a mí alrededor y algunas de ellos llamaban a Teresa como una maleducada
y otros comentarios negativos, yo solo me quede en silencio y mantuve una
expresión neutral.
Eso fue lo que
demostré en el exterior, pero en mi interior estaba bastante enojada.
¿Qué demonios le
pasa a Teresa?
¿Por qué demonios
tuvo que hacer un escándalo y en mi fiesta de cumpleaños?
Creo que escuche
que llamo a ese hombre con el cual estaba hablando Tomas con la palabra “papa”,
o no sé muy bien, no escuche realmente sino hasta que ella empezó a hacer un escándalo.
Cuando mi
atención estuvo fija en ella, vi cómo le salto a ese hombre encima y empezó a
golpearlo, Tomas tuvo que separarla y llevársela, ahora ella era el centro de
atención y había arruinado mi humor.
Todo había estado
marchado bien hasta ahora, y la tonta de Teresa tuvo que hacer un escándalo y
arrebatare mi centro de atención, ahora todos estaban murmurando sobre ella y
toda la atención fue quitada de mí.
Eso me enojo,
según Clara, ella era una cualquiera que estaba con Tomas por su dinero,
conocía a Clara y solo le creía parte de lo que dijo, pero tampoco debía estar
muy alejado de la realidad, y ahora una cualquiera había arruinado mi
cumpleaños justo cuando estaban a punto de cantarme cumpleaños.
Tuve que aguantar
mi enojo, gire mi mirada a Clara, y pude notar que esta estaba enojada, pero lo
oculto como yo, no sabía por qué se enojó, desde su perspectiva, debió ser muy
bueno el hecho de que Teresa se humillaran en público, por lo que no entendía
el por qué estaba enojada.
Vi como Clara se levantó
de su asiento y se iba.
— ¿A dónde vas
Clara? —le pregunte mientras la interceptaba.
¿Acaso se iba a
ir justo ahora?
—Lo siento Mía,
pero de repente me sentí mal y quiero descansar un poco ¿Puedo usar una de tus
habitaciones? —me pregunto.
¿Se sentía mal?
— ¿Qué es lo que
sientes Clara?
—Nada importante Mía,
por favor, ¿Puedes prestarme una de tus habitaciones en el 2 piso?
—Está bien Clara,
puedes ir, dile a una empleada que vaya y te abra la puerta, después iré
contigo.
—Gracias Mía,
eres la mejor, perdón por no cantarte cumpleaños, pero de verdad que necesito
estar a solas un momento.
—Lo entiendo,
puedes ir.
Después de decir
esto último, Clara se fue, fue acompañada por una de mis empleadas y esta la
guio hacia el 2 piso de mi casa, mantuve fija mi mirada en ella, no sabía que
estaba tramando, eso de irse justo ahora me pareció muy raro.
Después de
perderla de vista, suspire, y gire mi mirada de nuevo hacia mis invitados,
muchos de ellos seguían hablando sobre lo ocurrido con Teresa, y eso me
molestaba, el centro de atención debería ser yo, no una cualquiera escandalosa.
¿De dónde
consiguió Tomas una mujer así?
No tuvo ningún escrúpulo
para saltarle encima a ese hombre y hacer un escándalo, ¿Cómo podía salir con
ella?
Pude entender
cuando se relacionó con Clara en lugar de mí, eso podía entenderlo, pero no
podía entender por qué andaría con Teresa.
Ese hombre al
cual Teresa le salto encima, parecía muy avergonzado por lo que paso
recientemente, empezó a disculparse con todos, diciéndoles que esa chica al
parecer estaba un poco loca y lo confundió con alguien más.
Dijo varias
excusas, en especial culpo a Teresa por todo lo que ocurrió, y dijo que en
verdad no lo conocía y trato de decírselo, pero ella se negó a escuchar.
Pude ver que la
mayoría de los presentes creyeron en él, Teresa les dejo una muy mala impresión
recientemente, por lo que fue fácil convencerlos de que era ella la que tenía
la culpa de todo, aunque yo no creí nada de lo que se hombre dijo.
Alguien no reacciona
así solo porque si, y no me creía el cuento de que lo confundió con alguien más,
ninguna persona cuerda haría tales actos si no estuviera segura de lo que
estaba haciendo.
Aunque sabía que mentía,
no tenía ninguna razón para revelarlo, por suerte varios de mis pretendientes
empezaron a decir un par de palabras para que olvidáramos el asunto en cuestión
y que ahora deberíamos enfocarnos en mí.
Eso me saco una
sonrisa.
Por lo menos esos
SIMPS que tenía servían para algo.
La gente empezó a
hacerles caso a esos hombres que hablaron y de nuevo la atención estaba de
nuevo en mí, pero mientras nos recuperábamos del incidente anterior, alguien
llego.
— ¡Hola Mía! ¡Perdón
por la tardanza! —me grito el molesto de mi hermano en cuanto entro al gran
salón.
Debido al grito
que dio, todos los presentes giraron sus miradas en su dirección, incluida yo,
Vincent había llegado a mi fiesta y ahora se dirigía hacia mí.
Cuando lo vi, volví
a enojarme, yo no lo invite a mi fiesta y el imbécil se presentó sin
invitación, él lo sabía, solo podía ser que quería arruinar mi humor con su
presencia.
Vincent llego
junto conmigo, y fruncí el ceño en cuanto lo vi, pero estábamos en público, por
lo que rápidamente mi expresión cambio a una sonrisa leve.
— ¿Qué haces aquí
Vincent? ¿No dijiste que tenías otras cosas que hacer? —le pregunte mientras
los presentes nos observaban.
Vincent era
listo, por lo que debía entender que mis verdaderas palabras eran “¿Qué mierda
haces aquí en mi fiesta? Te dije que no vinieras”.
—Bueno Mía,
estaba yo a punto de ganarle al campeón mundial de ajedrez mientras tenía los
ojos vendados, cuando de repente me di cuenta de que no podía faltar al
cumpleaños de mi hermana y darles mi felicitaciones… ¡Felicitaciones! —me dijo
Vincent, mientras el bastardo se abalanzaba sobre mí y me daba un fuerte
abrazo.
Sentí repulsión y
las ganas de empujarlo para que dejara de tocarme, pero estábamos en público.
No podía
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