PDV Teresa
Según Tomas, mi
padre tenía varias posesiones a su nombre y otros diversos activos, los cuales
fueron el motivo por el cual sus ayudantes lo buscaron y provocaron el contacto
entre ellos.
En base a lo que
me dijo Tomas, aunque mi padre no era exageradamente rico, si tenía un
patrimonio considerable y se le podría llamar como relativamente rico, un
empresario emergente.
Se le podía decir
que estaba en el lugar mínimo de los de clase alta, eso fue suficiente para que
lo odiara aún más, con todo eso que tenia se estaba dando la gran vida todo
este tiempo mientras que nosotros la pasamos muy estos últimos 3 años,
maldición, de verdad que quería golpearlo hasta cansarme, solo así quizás podría
dejar salir algo de la frustración que tenía acumulada, pero después de que
Tomas me conto todo esto, tenía una duda que estaba en dejándome intranquila.
—Tomas… ¿Piensas
seguir con tus negocios con mi padre? —le pregunte con mi corazón en un puño.
No me gustaba
nada la idea de que Tomas y mi padre estuvieran asociados y aún menos de que mi
padre estuviera volviéndose aún más rico gracias a Tomas, eso me provocaba
mucha tensión.
Cuando Tomas
escucho mi pregunta, clavo su mirada en mí, nos miramos fijamente por unos
momentos, eso me puso nerviosa, pero necesita despejar mis dudas.
—Si —fue lo que
contesto Tomas mientras me miraba.
Sentí como si un
roca me golpeara… no podía creer que Tomas de verdad iba a continuar sus
negocios con él.
— ¿Por qué? —le
pregunte con cierto temblor en mi voz.
—Teresa, eh
firmado varios contratos con tu padre, aunque aún no eh firmado el más
importante, ya eh firmado otros más, tengo que cumplir con mis obligaciones
legales como está estipulado —me contesto Tomas.
— ¿Pero no puedes
renegar el contrato? Alguien como tu debería poder hacerlo, debería de ser
fácil para ti —le dije con cierta esperanza.
—Teresa, si hago
eso, tu padre podría demandarme por incumplir con mis obligaciones legales, un
contrato escrito de negocios no es ningún juego Teresa, y sería perjudicial no
cumplirlo y más porque si no lo hago, más que las pérdidas económicas, lo que más
impactaría seria la pérdida de prestigio que voy a tener al no cumplir con mi
parte del trato, los otros empresarios de nivel medio que también se afiliaron
a mi empezarían a pensar que no soy de confianza y me sería más difícil lograr
encontrar nuevos socios… no es algo que se pueda hacer solo porque si Teresa
—la voz de Tomas era pausada y calmada, pero de verdad que me dolía cada cosa
que decía.
Tomas tenía razón
con eso de que al firmar un contrato, él estaba obligado a cumplirlo, pero tenía
la esperanza de que pudiera renegar de él, había escuchado muchas veces sobre
como los ricos se burlaban de las leyes y las pasaban por alto sin
consecuencias, si ellos podían hacerlo ¿Por qué no Tomas?
No era como Daisy
que estudiaba derecho y sabia las consecuencias legales de cada acción, pero si
muchas personas de la alta sociedad podían burlarse de la ley, entonces Tomas
debía poder hacerlo, mi padre solo era un empresario emergente, no debería ser
tan complicado.
Aunque también
estaba el asunto de la pérdida de prestigio de la cual hablaba Tomas… no tenía
excusa para eso.
—Si te hace
sentir mejor, puedo no firmar el acuerdo más grande que tenía planeado firmar
con tu padre, eso es lo que puedo hacer por los momentos Teresa ¿Te parece
bien? —me pregunto Tomas.
Me parecería bien
que no tuvieras ningún tipo de contacto con mi padre y ninguna clase de asociación…
—Si… creo que si
—le dije a Tomas, mientras me levantaba del mueble donde estaba sentada.
— ¿A dónde vas?
—me pregunto.
—Estoy cansada…
quiero dormir.
—Bien, ya es muy
tarde, quédate aquí esta noche y mañana te llevare a tu casa.
—Está bien —le
dije a Tomas, no tenía ánimos para llevarle la contraria.
Esta sería la
primera vez que dormiría en su casa, pero dista mucho de lo que alguna vez
imagine en mi mente.
Tomas me llevo
uno de sus cuartos de huéspedes y me dejo allí sola para que durmiera, por
suerte tenía algo de ropa para mí, la había comprado en otras ocasiones por que
pensaba que iba a terminar durmiendo aquí en su casa en algún momento.
No le pregunte
por qué pensó eso y solo acepte su ropa, era una cómoda para dormir, me la puse
y me acosté en la cama.
Esta era muy
suave, podía sentirla por todo mi cuerpo y la almohada era igual, pero a pesar
de lo cómoda que era la cama, no pude conciliar el sueño fácilmente, tarde
mucho en quedarme dormida.
Mis pensamientos
se llenaron con la imagen de mi padre, me imagine muchas cosas sobre él y en
especial como fue que termino esa relación con esa joven profesora con la cual
se fue.
¿Estará casado
con ella? ¿Tendrá otros hijos? ¿Dónde vivirá?
Mi mente se llenó
de pensamientos como esos durante toda la noche, y no dormí bien, esas dudas me
mataban, cuando llego la mañana, fui despertada por la empleada de Tomas,
Sarah, la cual toco mi puerta y me dijo que el desayuno ya estaba listo.
Me levante
cansado y después de un tiempo arreglándome, fui a encontrarme con Tomas, este último
estaba comiendo su desayuno mientras miraba la televisión, vacile un poco, pero
después fui con él.
—Buenos Días —le
dije cuando me vio.
—Buenos días
Teresa, come, Sarah preparo un buen desayuno —me dijo Tomas mientras me
señalaba la mesa, en la cual había un plato con comida.
El desayuno
consistía en huevos, tocino, pan y algo de verduras, cuando lo vi, pude sentir
como mi estómago gruñía un poco, me sonroje por unos instantes antes de
sentarme y empezar a comer.
—Come rápido
Teresa… necesitamos salir temprano —me dijo Tomas.
—No es necesario
dijo unas palabras estándar y de rutina, y nos informó que pronto iban a
despegar.
Cuando escuche
esto, mi corazón latió como loco, el avión pronto empezó a avanzar, y pude
verlo desde la ventana, pude sentí unas gotas de sudor recorriendo mi rostro.
— ¿Estas bien?
—me pregunto Tomas, el cual estaba sentado al frente de mí.
—Sí, e-estoy bien
—le dije, tratando de aparentar no estar nerviosa.
Tomas se me quedo
mirando por unos momentos mientras arqueaba una ceja, el Jet empezó a abandonar
el suelo y no pude contener bien mis expresiones, creo que Tomas ya se había
dado cuenta de lo que estaba pasando.
Lo vi suspirar, y
después de eso se levantó de su asiento y se sentó a mi lado.
—Si tienes tanto
miedo, puedes recostarte de mi hombro y evitar mirar por la ventana —me dijo
Tomas.
—No es necesario,
no… no tengo miedo, es solo volar y ya.
— ¿Lo has hecho
antes?
—Pues… no…
—Ya veo… entonces
no querrás perderte de esa vista —me dijo Tomas mientras señalaba la ventana.
Por puro instinto
seguí su dedo y mis ojos pudieron ver a través de la ventana lo elevados que
estábamos.
Muy arriba,
estábamos muy arriba, la vista era impresionante, pero al mismo tiempo me dio
pánico por lo que estaba viendo.
Al final termine
haciendo lo que Tomas me dijo, y termine recostándome sobre su hombro, no vi
más por la ventana después de eso, y me frustre mucho cuando oí la breve risa
de Tomas cuando termine haciendo lo que él quería.
Fue frustrante,
pero al final no me moví.
El Jet no tardó
mucho en llegar a Canadá, aunque el tiempo se me hizo algo largo, Tomas me dijo
que podía ver por la ventana, ya estábamos por aterrizar y debía mirar un poco
para poder superar el miedo que sentía en estos momentos.
Solo a través de
esa experiencia podría superar ese pánico de la primera vez que sentía.
Le hice caso, y
quite mi rostro de sus hombros y gire mi mirada hacia la ventana, pude ver como
empezábamos a aterrizar en la pista,
cada vez más nos acercábamos a la tierra y eso me tranquilizo, al mismo
tiempo me gusto ver todo eso por la ventana, aunque solo pude ver la parte
final.
Me propuse a mí
misma que la próxima vez si iba a ver todo de principio a fin, esta fue mi
primera vez volando, no era raro que tuviera nervios, pero ya la segunda vez o
la tercera no sería tan impactante y todo sería mejor.
El Jet no tardó
mucho en aterrizar, habíamos llegado a Canadá, Tomas y yo nos levantamos y la
azafata nos guio hacia la salida, ambos nos despedimos de ella y bajamos del
avión, un auto ya no estaba esperando allí, nos subimos y nuestra siguiente
parada eran las cataratas del Niagara que Tomas quería ver junto conmigo.
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