PDV Teresa
El auto que nos
recogió a Tomas y a mí, avanzo rápidamente por la carretera, en el camino pude
ver que en el exterior debía hacer algo de frio, ya que muchas personas tenían
abrigos que los cubrían, por suerte yo me traje uno por instancias de Tomas.
En el camino
llame a mi hermano y le dije que no iba llegar a sino hasta mañana, este de por
si estaba enojado porque no regrese anoche a la casa, y ahora tampoco iba a
regresar hoy, me pregunto varias veces donde estaba, y use a Daisy como excusa.
No estaba
totalmente convencido, y para poder desviar el tema le dije que tenía que
decirle algo importante el día de mañana, me pregunto que era, pero le dije que
era mejor que se lo dijera en persona, le advertí que era con respecto a
nuestro padre, eso lo hizo saltar y me pregunto varias veces que sabía.
Fue difícil
decirle que esperara hasta el día de mañana, y después de eso, cortamos la
llamada, de esta forma por lo menos tendrá todo 1 día para poder relajarse y
asimilar la noticia que va a recibir y de mí y no recibirá un impacto brusco
como yo.
El auto llego
rápido a nuestro destino, y desde la distancia pude ver el centro turístico al
cual habíamos llegado.
Estaba bastante
emocionada, Tomas y yo nos bajamos del auto y este le dijo un par de
instrucciones para venir recogernos más tarde, después de arreglar todo, nos
fuimos.
Pude ver a un
montón de personas en el lugar al cual estábamos, según Tomas este era un gran
centro de turismo, más de 30 millones de personas lo visitaban cada año, por lo
que no era nada raro ver tanta gente cerca, debí haber al menos varios miles de
personas o puede que más.
Caminamos juntos
hasta cierto mirador donde había mucha gente,
y desde allí pude observar las cataras de las cuales solo escuche por la
televisión.
En la vida real
eran mucho más grandes, lo que había visto en la televisión o en las fotos de
internet no se comparaban en nada a lo que estaba viendo en la vida real, el
mirador donde estaba tenia buena vista y se podía ver la mayor parte de las
cataras, e incluso podía ver la caída de las aguas.
La vista era
magnifica, e hice lo cualquier persona haría en esta situación, y más siendo
una chica joven, saque mi teléfono, y empecé a tomarme fotos con las cataratas
detrás de mí.
En pocos instantes
ya me había tomado como 20 o 30 fotos distintas, para tener mejores fotos le
dije a Tomas que me las tomara, este en lugar de usar mi teléfono uso el suyo, tenía
mejor resolución y pixeles, no estaba convencida, pero cuando vi las fotos que
tomaba con ese teléfono me sorprendí, parecían tomadas por una cámara
profesional.
Durante la
siguiente hora, hice que Tomas me tomara
fotos a mi ante las cataratas mientras recorríamos varios miradores, a pesar de
que el lugar original donde estábamos tenia buena vista, no podía cubrirlo
todo, y no quería perderme ningún lugar, arrastre a Tomas por varios lugares e
hice que me tomara fotos con el teléfono.
Ni idea de
cuantas fotos me había tomado, aunque de seguro pase el centenar hace mucho, me
preocupo un poco que el teléfono se quedara sin memoria… eso fue lo que le paso
al mío, pero de después pensé que el teléfono de Tomas era mejor y que eso no
pasaría y pude dar rienda suelta a mis impulsos.
No solo me tome
fotos yo sola, también hice que Tomas saliera junto conmigo en bastantes de esas,
más o menos como la mitad, hacíamos que algunos turistas cercanos nos tomaran
la foto por nosotros o usaba los brazo de Tomas para poder hacerlo.
También nos
montamos en el lugar que se llamaba “torre Skylon”, el cual era una gran torre
que servía de mirador y a través de la cual se podía ver toda la caída de las
cataratas sin problemas, era un punto muy alto, pero después de darme valor a
mí misma, me subí junto con Tomas e hice lo mismo que hice en los otros
miradores, creo que me tome más fotos en estas 2 horas que en toda mi vida.
Estuvimos así un
tiempo hasta que Tomas me llevo con él a la siguiente parte de la excursión,
nos íbamos a montar a un barco para poder observar las cataratas.
Me preocupe
cuando me dijo esto, es decir ¿No íbamos a caernos hacia abajo si navegábamos
por encima de las cataratas?
Pase mucha
vergüenza cuando Tomas me dijo que obviamente no íbamos a navegar por arriba,
sino por abajo, cerca de donde las aguas caían, me miro raro cuando le hice
esta pregunta.
Mi rostro lleno de pena por hacer una pregunta
tonta, Tomas me llevo al barco en el cual navegaríamos, íbamos a hacerlo por el
lado canadiense, muchas personas se montarían junto con nosotros.
Hicimos una breve
fila para abordar, y los tripulantes no dieron unas breves instrucciones
mientras nos montábamos en el barco, me dieron un chaleco salvavidas también, y
después de tener todo listo, zarpamos.
Nos acercamos
cada vez más a la caída de las aguas, llego un punto que estuvimos tan cerca
que pensé que incluso esas aguas me mojaban, a pesar de que no era así, use el teléfono de Tomas y lo use para tomar aún
más fotos que antes.
Todo esto
definitivamente iría a Facebook y también a Instagram, sería una pena si me
guardara esto solo en un teléfono nada más.
Los tripulantes
del barco nos dieron una par de datos curiosos mientras veíamos la caída del
agua, yo no escuche muy bien lo que decían, estaba más ocupada retocando mis fotos
y viendo qué lugar podría ser mejor para tomarme más, también me tome varios
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO