Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 108

PDV Teresa

El auto que nos

recogió a Tomas y a mí, avanzo rápidamente por la carretera, en el camino pude

ver que en el exterior debía hacer algo de frio, ya que muchas personas tenían

abrigos que los cubrían, por suerte yo me traje uno por instancias de Tomas.

En el camino

llame a mi hermano y le dije que no iba llegar a sino hasta mañana, este de por

si estaba enojado porque no regrese anoche a la casa, y ahora tampoco iba a

regresar hoy, me pregunto varias veces donde estaba, y use a Daisy como excusa.

No estaba

totalmente convencido, y para poder desviar el tema le dije que tenía que

decirle algo importante el día de mañana, me pregunto que era, pero le dije que

era mejor que se lo dijera en persona, le advertí que era con respecto a

nuestro padre, eso lo hizo saltar y me pregunto varias veces que sabía.

Fue difícil

decirle que esperara hasta el día de mañana, y después de eso, cortamos la

llamada, de esta forma por lo menos tendrá todo 1 día para poder relajarse y

asimilar la noticia que va a recibir y de mí y no recibirá un impacto brusco

como yo.

El auto llego

rápido a nuestro destino, y desde la distancia pude ver el centro turístico al

cual habíamos llegado.

Estaba bastante

emocionada, Tomas y yo nos bajamos del auto y este le dijo un par de

instrucciones para venir recogernos más tarde, después de arreglar todo, nos

fuimos.

Pude ver a un

montón de personas en el lugar al cual estábamos, según Tomas este era un gran

centro de turismo, más de 30 millones de personas lo visitaban cada año, por lo

que no era nada raro ver tanta gente cerca, debí haber al menos varios miles de

personas o puede que más.

Caminamos juntos

hasta cierto mirador donde había mucha gente, 

y desde allí pude observar las cataras de las cuales solo escuche por la

televisión.

En la vida real

eran mucho más grandes, lo que había visto en la televisión o en las fotos de

internet no se comparaban en nada a lo que estaba viendo en la vida real, el

mirador donde estaba tenia buena vista y se podía ver la mayor parte de las

cataras, e incluso podía ver la caída de las aguas.

La vista era

magnifica, e hice lo cualquier persona haría en esta situación, y más siendo

una chica joven, saque mi teléfono, y empecé a tomarme fotos con las cataratas

detrás de mí.

En pocos instantes

ya me había tomado como 20 o 30 fotos distintas, para tener mejores fotos le

dije a Tomas que me las tomara, este en lugar de usar mi teléfono uso el suyo, tenía

mejor resolución y pixeles, no estaba convencida, pero cuando vi las fotos que

tomaba con ese teléfono me sorprendí, parecían tomadas por una cámara

profesional.

Durante la

siguiente hora,  hice que Tomas me tomara

fotos a mi ante las cataratas mientras recorríamos varios miradores, a pesar de

que el lugar original donde estábamos tenia buena vista, no podía cubrirlo

todo, y no quería perderme ningún lugar, arrastre a Tomas por varios lugares e

hice que me tomara fotos con el teléfono.

Ni idea de

cuantas fotos me había tomado, aunque de seguro pase el centenar hace mucho, me

preocupo un poco que el teléfono se quedara sin memoria… eso fue lo que le paso

al mío, pero de después pensé que el teléfono de Tomas era mejor y que eso no

pasaría y pude dar rienda suelta a mis impulsos.

No solo me tome

fotos yo sola, también hice que Tomas saliera junto conmigo en bastantes de esas,

más o menos como la mitad, hacíamos que algunos turistas cercanos nos tomaran

la foto por nosotros o usaba los brazo de Tomas para poder hacerlo.

También nos

montamos en el lugar que se llamaba “torre Skylon”, el cual era una gran torre

que servía de mirador y a través de la cual se podía ver toda la caída de las

cataratas sin problemas, era un punto muy alto, pero después de darme valor a

mí misma, me subí junto con Tomas e hice lo mismo que hice en los otros

miradores, creo que me tome más fotos en estas 2 horas que en toda mi vida.

Estuvimos así un

tiempo hasta que Tomas me llevo con él a la siguiente parte de la excursión,

nos íbamos a montar a un barco para poder observar las cataratas.

Me preocupe

cuando me dijo esto, es decir ¿No íbamos a caernos hacia abajo si navegábamos

por encima de las cataratas?

Pase mucha

vergüenza cuando Tomas me dijo que obviamente no íbamos a navegar por arriba,

sino por abajo, cerca de donde las aguas caían, me miro raro cuando le hice

esta pregunta.

Mi rostro lleno de pena por hacer una pregunta

tonta, Tomas me llevo al barco en el cual navegaríamos, íbamos a hacerlo por el

lado canadiense, muchas personas se montarían junto con nosotros.

Hicimos una breve

fila para abordar, y los tripulantes no dieron unas breves instrucciones

mientras nos montábamos en el barco, me dieron un chaleco salvavidas también, y

después de tener todo listo, zarpamos.

Nos acercamos

cada vez más a la caída de las aguas, llego un punto que estuvimos tan cerca

que pensé que incluso esas aguas me mojaban, a pesar de que no era así,  use el teléfono de Tomas y lo use para tomar aún

más fotos que antes.

Todo esto

definitivamente iría a Facebook y también a Instagram, sería una pena si me

guardara esto solo en un teléfono nada más.

Los tripulantes

del barco nos dieron una par de datos curiosos mientras veíamos la caída del

agua, yo no escuche muy bien lo que decían, estaba más ocupada retocando mis fotos

y viendo qué lugar podría ser mejor para tomarme más, también me tome varios

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO