Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 114

PDV Teresa

Habían pasado

varios días desde mi encuentro con mi padre, el viaje de negocios que tenía

programado junto con Vincent ya estaba cerca.

Ambos iríamos a

Paris debido a que Vincent tenía un negocio en ese lugar, cual exactamente, no

lo sabía, pero no me importo mucho, yo solo tenía que ayudar a Vincent en las

cosas que se le dificultaran nada más, no tenía que preocuparme por otras

cosas.

Mía y yo

mantuvimos el contacto justo como ella quería, las 2 hablamos mucho, me pidió

que no le dijera a Vincent que ambas estábamos hablando y menos que ella me

busco a mi casa.

No quería que

Vincent se enterara de lo que hizo a sus espaldas, no quería darle a ese

“tonto” como lo llamo ella, razones para poder burlarse de ella.

Me pareció tierno

esto que Mía hacía, según Vincent ambos se llevaban terrible, Mía a pesar de

preocuparse por su hermano, no quería que este se enterara, esto fue tierno y

tonto al mismo tiempo ¿Por qué no podían admitir que se querían en lugar de

fingir llevarse mal?

En el fondo quería

hacer que ambos dejaran de lado sus razones tontas para fingir que se odiaban,

pero como recién estaba en contacto con ambos, era mejor no involucrarse

demasiado por ahora, le hice caso a Mía, y no le dije nada a Vincent con

respecto a mi encuentro con ella y nuestras conversaciones.

El tiempo pasó

rápido, y el día de mañana iría junto con Vincent a Paris, estaba emocionada

por ir, sería la primera vez que iba a ir a otro continente, y encima de eso a

una ciudad tan popular como Paris.

Tenía muchas

ganas de ir, Vincent me llamo a su casa para poder ayudarlo a arreglar algunos

detalles con respecto al viaje y otros asuntos, me dio un poco de renuencia eso

de estar a solas junto con Vincent en su casa, pero al final fui, no podía

rechazarlo.

La casa de

Vincent era como la de Mía, era enorme, tenía 8 pisos de altura y la estructura

era similar a la de Mía, solo que con colores diferentes, ambas parecían haber

sido hechas con la misma plantilla.

Llame a Vincent y

este me dejo entrar, llegue hasta su puerta y pensé que me recibiría una empleada

como Sarah, la empleada de Tomas, pero me recibió el propio Vincent.

Parecía muy

alegre de verme y de hecho me dio un fuerte abrazo después de saludaros.

—Ya Vincent, me

vas a asfixiar —le dije a Vincent, mientras este me tenía en el aire con ese

abrazo que me dio.

—Vamos Teresa, no

rechaces mi amor —me dijo Vincent mientras continuaba elevándome con sus

brazos.

—Tu amor me

asfixia, bájame.

—Bien, bien,

vamos, entra —me dijo Vincent mientras me bajaba y caminaba al interior de su

hogar.

Entre junto con él

y mire con curiosidad su casa, se parecía mucho a la de Mía, los colores eran

diferentes, pero eran básicamente iguales salvo que la decoración no era la

misma.

Vincent me guio

hacia su sala, y al llegar allí pude ver varios documentos en una mesa que tenía

enfrente del sofá, me dio curiosidad y le pregunte por esto.

Vincent me dijo

que esos eran documentos que reflejaban la fusión de un par de empresas que él tenía

a su cargo y quería que lo ayudara a revisar esos documentos para poder ver si

no había algún problema con esas empresas que se estaban fusionando.

Esta era la

primera tarea real que me había dado, todas las cosas que había hecho en más de

mes y medio para Vincent fueron cosas sin importancia, finalmente me dio una

tarea real.

—Bien Teresa, yo revisare

un grupo y tú el otro, si encuentras algún problema me avisas y cuando

terminemos aquí hablaremos sobre lo que haremos en Paris.

—De acuerdo.

Esta algo

emocionada, esta tarea que me dio Vincent tenía algo que ver con lo que

estudiaba, finalmente haría algo acorde a la profesión que estudiaba, puse toda

mi atención en esos documentos, quería hacerlo bien, quizás si lo hacía,

Vincent vería que podía darme otras tareas y no solo tenerme como su chica de

los recados.

Vincent y yo

empezamos, y este hacia algunos comentarios y un par de burlas mientras

trabajamos,  ignore casi todo lo que decía,

estaba muy concentrada, Vincent pareció un niño, ya que al no tener mi atención

empezó a hacer pucheros y tratar de llamar mi atención.

Seguí ignorándolo

y me enfoque en lo que hacía, Vincent también hacia lo mismo, aunque no sé cómo

podía trabajar al mismo tiempo en que trataba de llamar mi atención.

Después de un

tiempo trabajando, pude descubrir un par de irregularidades y cosas raras en

algunas empresas del grupo que me dio Vincent, las revise varias veces para

estar segura y no equivocarme, solo entonces se lo informe a Vincent.

Este último

reviso lo que le di, y después de unos minutos sonrió.

¿Por qué sonreía?

Fue lo que me pregunte hasta que Vincent se levantó y poco después me tomaba

con sus brazos y me levantaba.

Antes de que me

diera cuenta, Vincent daba vueltas mientras me sostenía con sus brazos, todo

paso muy rápido, él se reía y yo empecé a marearme un poco mientras daba

vueltas siendo sostenida por los brazos de Vincent.

—Vincent, ya

bájame, me estoy mareando —le dije mientras seguíamos dando vueltas.

Vincent me

termino bajando como se lo pedí, pensaba que todo termino allí, pero entonces

pude sentir como los labios de Vincent 

se juntaban con los míos.

Me había besado

por 2 vez,  y esta situación era similar

a nuestro primer beso.

Cuando sentí la

lengua de Vincent mezclarse con la mía y mi pecho siendo presionado por el

suyo, mi cuerpo reacciono y entonces empuje a Vincent con mis manos.

Mire enojada a

este último, este solo tenía una expresión divertida mientras me miraba.

— ¿Qué te pasa

Vincent? —le pregunte, quería demostrarle que estaba enojada, e hice la mejor

cara pude hacer.

Aunque creo que

lo que hice fue hacer que se divirtiera al verme.

—Perdón, perdón,

Teresa, solo me emocione, ya sabes como soy —me dijo Vincent entre risas.

— ¿Te

emocionaste? Vincent, me besaste de nuevo, y sin avisarme.

—Como te dije, me

emocione nada más, ¿Nunca te has dejado llevar por el momento Teresa?

—Me metiste tu

lengua en mi boca.

—Bueno… estaba

súper emocionado Teresita, todo mi cuerpo se dejó llevar, no fue mi culpa, a

veces tiene mente propia, no sabes cuantas veces lo regaño y sigue

comportándose igual… es un chico muy malo… por suerte mi amigo de abajo no

quiso entrar en acción también…

— ¡Vincent…!

¿Dónde?

—Pues… en su

casa.

— ¡¿En su casa?!

¡Mierda! ¿Por qué

dije eso? ¿Qué tan tonta soy?

— ¿Dónde estás

Teresa? Dime.

— ¿Por qué Tomas?

—Dímelo.

—No vas a saber

llegar de todas formas aunque te lo dijera, y ya me voy a ir, no tienes que

venir —le dije a Tomas, esperando que abandonara esa idea de venir hacia acá

— ¿Qué vas a

hacer con tu jefe en Paris?

—Solo vamos a

trabajar, tiene asuntos importantes de negocios que atender y debo acompañarlo,

soy su asistente y debo estar con él.

— ¿Cómo es tu

jefe Teresa?

— ¿Cómo?

—Si… ¿Cómo es él

y como se ve?

Cuando Tomas me

pregunto esto, gire mi mirada en dirección hacia Vincent, estábamos lejos y no podía

verlo, pero aun así lo hice y me llegaron varias imágenes que podría decirle a

Tomas,  pero al final descarte todo eso,

ni loca le iba a decir como era Vincent en realidad.

—Solo es un

anciano de más de 60 años, Tomas, está en silla de ruedas y por eso me

necesita, tengo que estar allí para él y no puedo abandonarlo a última hora…

tengo que ser responsable.

—Un anciano en

silla de ruedas… —murmuro Tomas, no sabía si me había creído.

Eso fue lo

primero que se me había aparecido en la cabeza, Tomas no podría tener ningún

pensamiento hacia ese jefe que me invente.

— ¿Cuándo te iras

mañana?

—Aún no se bien.

—Yo te llevare al

avión en donde se irán.

—No es necesario.

— ¿Por qué no?

—Nos vamos a ir

en un Jet privado suyo, no en un avión normal, no pienses más en eso Tomas,

solo es un viaje de negocios, durara solo unos cuantos días.

—Deberás

mantenerte comunicada conmigo durante tu estadía allí.

—De acuerdo, lo

hare, lo hare.

—Bien, mi viaje a

Inglaterra no durara mucho, una vez que termine iré a Paris a verte, me dirás

el lugar donde te quedaras, ¿Entendiste?

—Sí, entendí, lo

hare, no te preocupes.

—Bien, esperare

la información Teresa.

Tomas colgó

después de decir eso último, si llegaba a Paris, iba a tener que ver la forma

de lograr que esos 2 no se vieran, no quería que Tomas supiera que le mentí,

podría enojarse mucho conmigo de enterarse, y más si sabe que estuve a solas

con alguien como Vincent en su casa sin nadie a nuestro lado.

Sería malo que se

imaginara cosas que no pasaron entre Vincent y yo… nos besamos… pero no pasó

nada más aparte de eso.

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