Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 115

PDV Teresa

Tuve que salir a primera hora en la mañana para ir a la casa de Vincent, de allí nos iríamos al hangar donde estaría el Jet privado que le pertenecía familia y nos iríamos a Paris en el.

Tome un taxi para poder llegar rápido, y tras un corto viaje llegue junto con Vincent, el cual me esperaba, tenía un par de maletas, yo había venido con equipaje ligero, hizo que su personal montara todas nuestras maletas en su vehículo y de allí partimos al hangar.

Vincent me dio una pequeña lista de las cosas que tendríamos que hacer en nuestra estadía en Paris, tendríamos en primer lugar que ir al encuentro con los demás jueces del concurso de belleza en el cual Vincent seria juez, el concurso era el Miss Francia, por lo que iba a tener bastante cobertura a nivel nacional.

Después de eso tendría que ayudarlo a ver a un par de candidatas, nos hospedaríamos en el mismo hotel que ellas y según Vincent, él iba a tomarse su responsabilidad como juez muy en serio, por lo que les haría algunas evaluaciones a las candidatas detrás de cámara.

Me dio mala espina eso…

Llegamos a su jet y empezamos nuestro viaje dentro de poco, en el camino, Vincent me hizo un par de preguntas sobre mi padre.

Eso me sorprendió, le pregunte por ese repentino interés y me dijo que en la fiesta de su hermana, una chica termino encontrando a su padre en medio de la fiesta, hizo un escándalo y tuvo que ser llevada a la fuerza fuera de la fiesta, y debido a eso, había estado pensando mucho en mí y en lo similar que era mi situación con esa chica que se avergonzó en la fiesta de su hermana.

Me puse roja cuando Vincent dijo esto… esa chica era yo, pero al parecer nadie le había dicho… Mía al parecer tampoco, me sentí agradecida con esta última por no decirle a su hermano que esa chica que hizo ese escándalo justo antes de que le cantaran cumpleaños había sido yo.

Vincent me hizo un par de preguntas, parecía interesado en saber cómo manejaría la situación si yo encontrara a mi padre, hasta me ofreció ayuda en ese aspecto, ya que tenía contactos que podrían localizarlo, me agrado la atención que Vincent me dio en ese ámbito, pero ya había llegado tarde.

Pude notar como se sitio algo decepcionado cuando le dije que un amigo mío ya había arreglado eso y pude hablar con mi padre y terminar nuestros asuntos… parece que hubiera querido ser él quien lo hiciera.

De todas formas le agradecí el gesto.

— ¿Estas bien Teresa? —me pregunto Vincent mientras volábamos.

—Sí, ¿Por qué preguntas?

—Estas temblando un poco ¿Tienes miedo a volar? ¿Primera vez? —me pregunto mientras decía esto último con una sonrisa.

—No, de hecho es la tercera vez que vuelo… pero aun no me acostumbro del todo…

—Ya veo… ¿Quieres un abrazo? —me pregunto mientras extendía los brazos hacia mí.

Le lance una almohada cercana que había en nuestros asientos, después de lo que hizo en su casa, ni loca me acercaría tanto a él.

Llegamos a Paris y después de bajar del Jet ambos nos fuimos al hotel donde nos hospedaríamos junto con las candidatas al Miss Francia, le recordé a Vincent el pedir cuartos separados, no iba a repetir lo mismo que pase junto con Tomas… esta vez iba a estar atenta.

Cuando le recordé esto a Vincent, pude ver como hacia unas expresiones raras, tuve que enfocarme en recordarle esto, y de hecho tuve que acompañarlo para escuchar como pedía cuartos separados de forma explícita.

No me conforme con menos.

Nos registramos, y nos fuimos a nuestros cuartos para desempacar, iríamos a encontrarnos con las candidatas del Miss Francia y con los otros jueces dentro de poco.

Mientras desempacaba en mi habitación, fui a la ventana para poder ver la ciudad, me maraville con la vista, podía ver la torre Eiffel desde la distancia, era muy grande, mientras observaba el paisaje, recibí una llamada y vi que era Tomas.

—Hola Tomas ¿Cómo estuvo tu viaje? —le pregunte en cuanto le conteste.

—Bien, estoy aquí en Londres en estos momentos ¿Ya estás en Paris? —me pregunto.

—Sí, ya estoy aquí, estoy en mi habitación desempacando.

—Espero que tú y tú jefe se estén hospedando en cuartos separados.

—Así es, él no es como tu Tomas, desde el principio hizo esto… no me jugo trucos a diferencia de “otras personas”.

—Teresa…

La mentira me salió natural, me dio gracia que Tomas estuviera preocupado de que mi jefe me hiciera lo mismo que él me hizo a mí en Canadá… que doble moral era…

—Toma un video de tu cuarto y envíamelo ahora.

— ¿Un video? ¿Ahora?

—Sí, ahora, y quiero ver todo el cuarto, sin excepciones.

—Esta… bien.

Colgué la llamada y después de eso tome un video de todo el cuarto, hasta grabe mi baño, no sé por qué Tomas me pidió esto, pero aun así le hice caso y se lo envié.

Unos minutos después de eso, volvió a llamarme.

— ¿Estas satisfecho? —le pregunte con sarcasmo.

—Sí, ahora sí, parece que dijiste la verdad con eso de que estabas sola allí.

—Tomas…

—Mis asunto en Londres terminaran dentro de unos días, después de eso iré a Paris a recogerte.

—No puedo irme antes que mi jefe Tomas, ya te lo dije, tengo que ser responsable, me iré en cuanto terminemos nuestros asuntos aquí.

—Bien Teresa… de todas formas iré allá y estaré al pendiente, llámame de nuevo mañana ¿Entendiste?

A pesar de eso, hasta ahora el viaje a Paris fue muy bueno, me puse en contacto con la amiga Francesa que hice en Canadá, y retomamos en donde lo habíamos dejado, todo iba bien, hasta que Tomas me contacto diciendo que estaba en camino a Francia y me dijo que quería conocer a mi jefe.

No iba a aceptar ninguna excusa por parte mía, debía presentárselo.

Entre en pánico al escuchar esto, Tomas quería que le presentara a Vincent y si lo hacía descubriría que le mentí, y si le presentaba a Vincent no creía que podrían llevarse bien entre los 2.

Ambos tenían algunas conductas parecidas pero eran bastante diferentes… no quiero que Tomas se encuentre con Vincent con este último como mi jefe.

¿Qué podía inventarme para evitar esto?

PDV Sarah

Habían pasado un par de días desde que mi jefe Tomas se fue de la casa, tenía asuntos importantes en Londres que atender y no volvería en varios días.

Todo había estado muy relajado en este lugar, la casa era grande y estando yo sola, se sentía solitario estar aquí.

Mientras hacía mis deberes causales en la casa de Tomas, recibí una alerta, alguien quería entrar a la mansión y quería que le abriera el portón del exterior, me moví para ver y la persona en cuestión era Clara, la esposa de Tomas, había pasado tiempo desde la última vez que la vi.

—Hola Sarah ¿Puedes abrirme?

—El señor Tomas no está aquí señorita Clara, está en Londres y no volverá sino dentro de un par de días.

—Eso lo sé, no vine a hablar con él, sino contigo.

— ¿Conmigo?

—Sí, tengo una oferta que hacerte ¿Puedes abrirme?

— ¿Una oferta? ¿De qué tipo?

—Por favor Sarah, ábreme el portón para que podamos de frente, esto no se puede hablar de este modo, ábreme.

—Está bien señorita, le abriré —le dije a Clara antes de apretar los botones para abrir el portón.

Si Tomas no se enteraba de esto, no tendría problemas.

—Gracias Sarah —me dijo Clara, antes de escuchar brevemente como hacia avanzar su auto.

La señorita Clara no tardo mucho en llegar, condujo su auto rápidamente y dentro de poco llego a la puerta de la casa, dude unos momentos, pero al final fui a abrirle la puerta, y allí pudimos vernos fijamente las 2.

tenia una presencia mas intimidante de lo que recordaba en el pasado, su cuerpo, su rostro, todo en ella parecia perfecto, y de esos labios pronto empezaron a salir palabras dirigidas a mi.

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