Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 121

PDV Teresa

— ¿Por qué de

repente te interesaste en eso Mía?

—Eh estado viendo

muchos programas Teresa, y como que me deje influir por ellos, quiero ser una

mecenas y empezar por una universidad me parece un primer paso ideal… y para

poder empezar ¿Qué mejor universidad que la tuya?

—Entiendo, te

contare entonces.

La universidad a

la cual asistía era normal, ni mala ni buena, una típica universidad pública

sin nada resaltante, si Mía decidía invertir en ella de seguro sería algo muy

bueno, no tenía por qué no decirle.

Le conté a Mía de

principio a fin todo lo relacionado a mi universidad, el nombre, la ubicación,

como se veía, todo, ella escucho atentamente sin interrumpir.

Al finalizar me

dio las gracias y me pregunto si podía darle un tour personal un día de estos,  no tenía por qué negarme y acepte.

Daisy no había

regresado, Richard tampoco estaba cerca, estábamos solas, por lo que pensé que

era ideal tocar cierto tema.

Había podido

lograr que Vincent tuviera un leve contacto con su madre… faltaba Mía, en estas

últimas semanas nos habíamos acercado bastante y creo que podía tocar el tema.

Le dije a Mía que

me había reunido junto con Vincent con su madre en Paris, y le pregunte si

Vincent le había comentado algo acerca de eso, cuando dije esto, pude notar que

Mía se tensó por unos momentos, pero rápidamente volvió a la normalidad.

—No, no me conto

nada de eso Teresa.

— ¿En serio?

—No, vamos,

cuéntame, ¿Qué fue lo que paso allá en Paris? Quiero saberlo todo.

—Esta... bien…

Mía parecía algo

rara al decir esto último, pero ya había tocado el tema y era hora de hablar.

Le conté todo a Mía

y sobre como hice que Vincent tuviera un ligero contacto con ella, aún estaban

distanciados, pero al menos estaban dando el primer paso.

Omití por

completo las sospechas de Vincent de que solo se había acercado a él por

dinero… no era necesario que Mía lo supiera.

Mía me dio las

gracias por contarle todo esto y me dijo que debía recordar el tour que le prometí

por mi universidad, dijo que me vería después y se fue del restaurante.

Ya casi eran las

2 de la mañana, ya era hora de irnos, solo quedábamos mi hermano, Daisy y yo,

terminamos de arreglar todo y nos fuimos juntos, Daisy se quedaría en mi casa.

Al llegar allí,

Daisy empezó a preguntar sobre mi conversación con Mía, le conté sus planes con

respecto a nuestra universidad, eso no parecía agradarle.

—No debiste

decirle tanto Teresa —me dijo Daisy, tenía una expresión bastante frustrada.

— ¿Por qué no? Mía

piensa invertir en nuestra universidad Daisy, eso nos ayudaría un montón a

todos.

—Teresa, eres muy

ingenua, esa mujer me da muy mala espina, lo mejor sería que te mantengas

alejada de ella y cortes el contacto —la expresión de Daisy era muy seria al

decirme esto.

Me quede aturdida

unos instantes al escuchar eso, podía entender que Daisy no se llevara bien con

Mía, pero eso de que quería que me alejara de esta última ya era demasiado.

—Daisy, que no te

caiga bien Mía no es razón para que me digas eso.

—No es porque me

caiga mal Teresa, confía en mí, yo soy más alerta que tú, esa mujer me da una

muy mala vibra hasta en los huesos, me da un mal presentimiento… puede que sea

una mala influencia para ti.

—Yo también tengo

malos presentimientos Daisy… la última vez que lo tuve… “alguien” me llevo a una

orgia sin decirme nada y “alguien” les dijo a sus amigos que yo haría un

cuarteto con ambos y con mi supuesta mejor amiga… la cual al parecer no es una

mala influencia para mí a pesar de la orgia a la cual me llevo sin mi

consentimiento.

Daisy al escuchar

mis palabras, abrió y cerró la boca varias veces, parecía querer decir algo,

pero no podía encontrar las palabras.

Fue divertido

verla de ese modo.

PDV Mía

Después de salir

del restaurante donde estaba hablando con Teresa, me subí a mi auto y mi chofer

condujo hacia mi casa, en el camino me puse a pensar sobre lo que me dijo

Teresa.

El bastardo de

Vincent al parecer se reunió con nuestra madre, eso no me lo esperaba, y menos

que siguieran en contacto… me tomo por sorpresa, no la había visto en 20 años,

pero podría aprovechar la ocasión.

Saque mi teléfono

y marque el número, dude por unos momentos, pero hice la llamada.

Esperaba que mi

padre me contestara a pesar de la hora…

El teléfono sonó,

pensaba que al final no contestaría, pero lo hizo.

— ¿Qué pasa Mía?

¿Sabes qué hora es?

Podía juzgar por

su voz que no estaba durmiendo… creo que podría escuchar los murmuros de 1

mujer a su lado… o no sé, puede que fueran 2… quizás mas.

Ignore esto.

—Perdón padre, es

solo que quería hablar contigo sobre algo.

— ¿Qué quieres?

—Tengo que

pedirte un favor.

PDV Clara

La espera en el

hospital me fue eterna, en realidad no había durado mucho gracias al dinero que

pague, pero teniendo lo que iba a hacer, el tiempo paso muy lento para mí.

Finalmente después

de un tiempo, me hicieron pasar, vi al doctor y este empezó a hablarme sobre lo

que quería hacer, dándome un par de advertencias de rutina y otras

recomendaciones.

Lo escuche

atenta, no iba a retroceder, ya había llegado muy lejos por ahora, desde que

hable con Sarah ya me había propuesto a seguir, 

desde ese momento, tuve que esperar un par de semanas, pero finalmente

logre obtener lo que quería.

Ya todo estaba

listo, solo faltaba dar el paso final, no iba a arrepentirme ahora.

— ¿Es totalmente

seguro de que el proceso de resultado? —le pregunte al doctor.

No podía permitir

fallar, sino tendría que esperar más tiempo y ya no quería hacerlo.

—Tenemos un

Fue algo incómodo

sentir las miradas de mis compañeros, no eran solo los hombres, sino que también

las mujeres se giraban de vez en cuando para poder ver a Mía, la cual estaba a

mi lado.

Estábamos

sentadas casi hasta el fondo, y gracias a eso se pudo notar las miradas

fácilmente, las compañeras con las cuales era más cercanas no paraban de

preguntarme quien era Mía y como la conocí.

La clase fue

incomoda con tanta atención, aunque Mía se mostró indiferente, debía estar muy

acostumbrada a este tipo de atención, a su cumpleaños incluso asistieron

príncipes y magnates, por lo que la atención de unos chicos de 20 años no debía

provocar nada en ella.

Finalmente la

clase termino y teníamos un tiempo para comer antes de volver, Mía y yo fuimos

al comedor, y era lo mismo en todos lados.

A pesar de todo, Mía

y yo ordenamos, lo mejor que tenía la cafetería de la universidad eran unas

hamburguesas de doble carne, era lo mejor que le podía ofrecer a Mía en este

tour, alguien como ella debía estar acostumbrada a algo mejor, me dio algo de

pena, pero Mía no me dijo nada y empezó a comer… sin ningún problema uso sus

manos para tomar la hamburguesa y comérsela a grades bocados.

Me quede viendo

esto por alguna razón.

Mientras comíamos

juntas, Daisy llego junto con una compañera suya, estudiábamos diferentes

carreras, por lo que no salimos al mismo tiempo, Daisy vio a Mía y frunció el

ceño, Mía solo le dio una sonrisa al verla.

No quería un

ambiente tenso y le hice señas a Daisy y a su amiga para sentarse junto a

nosotras, ambas lo hicieron, pero Daisy seguía con una expresión no muy buena,

mientras que su amiga parecía intimidada por la presencia de Mía, podía

entender lo que sentía.

Nuestro grupo de

4 empezó a comer todas juntas, el ambiente fue algo tenso pero la conversación

fluyo, Mía era buena en esto, se parecía a Vincent en este aspecto…

Mientras pensaba

en esto, pude ver como el idiota de Vincent apareció en el comedor de la

universidad, fue pura casualidad, había pensado en él y justamente apareció…

trate de ocultarme…

Ya tenía

demasiada atención solo con estar junto con Mía… cuando Vincent apareció, las

miradas se enfocaron por completo en él, en especial las miradas de las

mujeres, los hombres lo miraban con envidia evidente.

Vincent giro su

mirada varias veces, me hice lo más pequeña posible, pero el idiota me encontró

y literalmente fue casi corriendo hacia mi… y encima de eso grito mi nombre

mientras lo hacía.

Pude notar como

Mía fruncía el ceño por un instante cuando vio a su hermano venir hacia

nosotras, cuando Vincent corrió hacia mí, las miradas de todos giraron en mi

dirección, los que me conocían estaban sorprendidos, y los otros lo estaban aún

más.

Por un instante,

odie a Vincent con toda mi alma…

Vincent llego a

nuestra mesa y enfoco su mirada en mí, pero instantes después se dio cuenta de

la presencia de Mía, y abrió los ojos como platos.

— ¿Qué demonios

haces aquí Mía? —le pregunto mientras ambos se miraban fijo.

Qué manera de

dirigirse a su hermana menor…

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