PDV Teresa
— ¿Hablas en
serio? —me pregunto la madre de Vincent.
—Sí, si
terminamos esto así, de seguro hará sentir mal a Vincent en el futuro, no
quiero eso, te daré el beneficio de la duda y veamos que ocurre entre los 2,
vamos a ver si has cambiado y puedes demostrar ser una verdadera madre para
Vincent… y Mía.
—Teresa… no creo
que eso sea bueno —me dijo Vincent.
—Vincent, es lo
mejor, créeme, si te vas así de seguro te sentirás mal después, al menos
debemos intentarlo, vamos, quiero que trates de llevarte bien con tu madre,
hazlo por mí.
Vincent giro su
vista hacia Valentina, suspiro después de unos segundos.
—Esta bien
Teresa… lo intentare…
— ¿Qué me dices tú?
¿Trataras de demostrar que ya no eres la misma de antes?
—Siempre eh sido
una buena madre aunque no lo creas, me apena que Vincent haya mal interpretado
toda su infancia conmigo… estoy dispuesta a demostrarle que se equivoca con
respecto a mí y que solo estoy aquí por él.
—Bien, veamos si
dices la verdad y no estás aquí solo por su dinero, intercambien números de
contacto para que puedan hablar en el futuro.
Vincent al
escuchar esto, frunció el ceño, tuve que mirarlo de forma amenazante para que
finalmente intercambiara diferentes formas de contacto con su madre.
Ahora ambos
tenían la forma de poder hablar entre si cada vez que quisieran…
Los 3 hablamos un
breve tiempo más en el cual le deje en claro a la madre de Vincent que ella
solo tenía el beneficio de la duda por estos momentos, iba a tener que
demostrar con sus acciones si de verdad iba a ser una buena madre para Vincent.
Le dije que si lo
hería otra vez, yo misma la echaría de nuevo de la vida de este.
Ella me miro con
burla al decir esto, pero estaba decidida a cumplirlo si decepcionaba a Vincent
de nuevo.
Después de
arreglar un par de detalles, Vincent y yo nos fuimos, este último me dijo con
sarcasmo lo intimidado que se sintió cuando amenace a su madre de que la
echaría su vida si lo decepcionaba… me dijo que se sintió muy “asustado”.
Lo golpee en su
cabeza por burlarse de mí, este solo me dijo que estaba conmovido por toda la
“atención” que le estaba dando y trato de abrazarme varias veces, tuve que
mantenerlo a raya de diversas formas.
Vincent ya tenía
la forma de poder comunicarse con su madre, ahora la que faltaba era Mía… ¿Cómo
reaccionaría ella al ver a su madre? ¿Sería igual que Vincent?
A la mañana
siguiente, Vincent y yo nos regresamos a Estados Unidos, el viaje a Francia fue
muy bueno, tuve un par de momentos en que me sentí como entre la espada y la
pared… más que todo por causa de Tomas, el cual siempre amenazo con descubrir
mi mentira en cualquier momento.
Pasaron un par de
semanas, y en poco tiempo ya me encontraba en el 2 mes desde que firme el
acuerdo con Tomas y me convertí en su novia de alquiler, en ese tiempo, Vincent
se había vuelto más… “pegado” a mí en comparación con antes.
Me mantenía al
día sobre cómo iba su relación con su madre, hasta los momentos no habían
progresado mucho, era difícil romper la distancia.
Seguí estando
junto con Tomas en ese tiempo, y de hecho, hubo una ocasión en que por pura casualidad tenía que reunirme
con mi madre en el hospital mientras estaba con él.
No pude hacer que
se fuera y ambos fuimos juntos al hospital para ver a mi madre, la cual se
sorprendió bastante al ver a Tomas junto conmigo.
Al verlo me
pregunto quién era, quise presentarlo en un inicio como mi amigo, de la misma
forma en que se lo presente a Richard, pero el bastardo se me adelanto y se
presentó como mi “novio” en frente de mi madre.
A esta última se
le iluminaron los ojos cuando Tomas dijo esto, y se mostró muy entusiasmada,
nos hizo sentar junto con ella y nos preguntó cómo fue que nos conocimos y como
inicio nuestra relación.
Fue todo muy
repentino y sin otra historia, solo pude contarle la misma historia que le
conté a Clara hace 2 meses atrás, en la cual nos conocimos en la universidad
pública a la cual iba.
Mientras le
contaba esto a mi madre… el bastardo de Tomas se puso a tocarme allí atrás.
Estábamos
sentados uno al lado del otro, y mientras yo contaba mi historia y mientras Tomas
intervenía en algunas ocasiones, pude sentir como su mano primero tocaba mi
espada y de allí iba bajando.
Al final volvió a
hacer de las suyas… pude sentir su mano allí abajo e hizo lo mismo que hizo en
la fiesta de Mía, aunque por suerte en esta ocasión solo se conformó con
tocarme las nalgas únicamente y no ir más “adentro”… solo que en lugar de Mía, ahora teníamos
enfrente a mi mama… por suerte pude contenerme mejor en esta ocasión.
Mi madre estaba
muy enfocada en mi historia y no vio nada más… por suerte para mí.
Al igual que
Clara, ella se creyó todo mi cuento, no parecía tener dudas en ningún lugar a
diferencia de Clara, de hecho, hasta le dijo a Tomas que “cuidara” de su hija,
y se lo dijo varias veces, y no se conformó hasta que este último se lo
prometió.
A veces podía ser
muy insistente.
Después de pasar
un calvario con mi madre y Tomas en un mismo lugar hablando entre si y mientras
este último hacía de las suyas conmigo sin alguna vergüenza, tuve la buena
noticia de que su tratamiento había dado efecto y dentro de poco podrían darle
de alta.
Una muy buena
noticia, mi madre por fin podría regresar a casa después de tanto tiempo
internada en el hospital.
Se lo conté a mi
hermano después de salir, y ambos planeamos una pequeña fiesta con nuestros conocidos,
íbamos a tener todo listo para cuando nuestra madre regresara.
Lo mejor sería
que no iba volver a una casa con una hipoteca, había usado los 100.000 dólares
A la 1 de la
madrugada todos los clientes se habían marchado y el restaurante se quedó solo,
Tomas solo se fue después de que comprobara esto, me despedí de él, aunque
mientras lo hacía me dijo algunas palabras que no comprendí bien.
Me dijo que
conservara este traje de mesera que fue diseñado por Vincent, debía conservarlo
bien, no sé por qué me dijo eso.
A pesar de mis
dudas le dije que lo haría y entonces se fue, después de que se fuera me puse
junto con Daisy a ayudar a la limpieza, mientras estábamos en eso, llego Mía,
la cual se lamentó por haber llegado tarde al feliz ocasión.
Me alegro su
llegada y después de limpiar me puso a hablar con ella junto con Daisy, le
presente a esta última a Mía, quería que las 3 nos lleváramos bien entre
nosotras, Daisy era mi mejor amiga, y Mía me había caído bastante bien en estas
últimas semanas desde que la conocí.
Mi hermano nos
atendió personalmente, su expresión era tonta mientras veía a Mía, de entre las
3, atendió especialmente a esta última.
Su favoritismo
era claro.
Mientras
conversábamos las 3 juntas, pude notar como Daisy fruncía el ceño varias
veces, podía notar que Mía no le estaba
cayendo bien por alguna razón que no entendía.
Al final Daisy se
excusó con que tenía que ir a otra parte para poder hacer algo y abandono la
mesa, Mía la miro con una sonrisa ligera.
—Parece que tu
amiga esta celosa de mí, Teresa… ¿Crees que piense que quiero quitarle el
puesto como tu mejor amiga? —la cara de Mía se veía bastante divertida al decir
eso.
—Daisy no
pensaría eso Mía, ya la escuchaste, solo tiene cosas que hacer nada más.
No estaba seguro
de eso… pero no quería que Mía pensara mal de Daisy.
—Eres muy ingenua
o muy dulce Teresa… provoca comerte, en especial con esa cara tan inocente que
tienes.
— ¿A qué te
refieres con eso de “comerte”?
—No lo sé, tu
dime… solo me refería a abrazarte fuerte y no dejarte ir… ¿En que estabas
pensando?
—Pues yo…
—Tienes una mente
más sucia de lo que esperaba… una cara tan inocente y una mente tan sucia, que
combinación.
— ¡No es lo que
piensas Mía! ¡Es… por causa de tu hermano! ¡No sabes lo alerta que eh tenido
que estar mientras estoy junto con él!
—Sí, puedo
imaginarlo, por cierto Teresa ¿En qué universidad estudias?
— ¿En cuál?
—Si… me eh
interesado mucho en la educación y piensa que ser benefactora de una
universidad sería algo satisfactorio.
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