Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 120

PDV Teresa

— ¿Hablas en

serio? —me pregunto la madre de Vincent.

—Sí, si

terminamos esto así, de seguro hará sentir mal a Vincent en el futuro, no

quiero eso, te daré el beneficio de la duda y veamos que ocurre entre los 2,

vamos a ver si has cambiado y puedes demostrar ser una verdadera madre para

Vincent… y Mía.

—Teresa… no creo

que eso sea bueno —me dijo Vincent.

—Vincent, es lo

mejor, créeme, si te vas así de seguro te sentirás mal después, al menos

debemos intentarlo, vamos, quiero que trates de llevarte bien con tu madre,

hazlo por mí.

Vincent giro su

vista hacia Valentina, suspiro después de unos segundos.

—Esta bien

Teresa… lo intentare…

— ¿Qué me dices tú?

¿Trataras de demostrar que ya no eres la misma de antes?

—Siempre eh sido

una buena madre aunque no lo creas, me apena que Vincent haya mal interpretado

toda su infancia conmigo… estoy dispuesta a demostrarle que se equivoca con

respecto a mí y que solo estoy aquí por él.

—Bien, veamos si

dices la verdad y no estás aquí solo por su dinero, intercambien números de

contacto para que puedan hablar en el futuro.

Vincent al

escuchar esto, frunció el ceño, tuve que mirarlo de forma amenazante para que

finalmente intercambiara diferentes formas de contacto con su madre.

Ahora ambos

tenían la forma de poder hablar entre si cada vez que quisieran…

Los 3 hablamos un

breve tiempo más en el cual le deje en claro a la madre de Vincent que ella

solo tenía el beneficio de la duda por estos momentos, iba a tener que

demostrar con sus acciones si de verdad iba a ser una buena madre para Vincent.

Le dije que si lo

hería otra vez, yo misma la echaría de nuevo de la vida de este.

Ella me miro con

burla al decir esto, pero estaba decidida a cumplirlo si decepcionaba a Vincent

de nuevo.

Después de

arreglar un par de detalles, Vincent y yo nos fuimos, este último me dijo con

sarcasmo lo intimidado que se sintió cuando amenace a su madre de que la

echaría su vida si lo decepcionaba… me dijo que se sintió muy “asustado”.

Lo golpee en su

cabeza por burlarse de mí, este solo me dijo que estaba conmovido por toda la

“atención” que le estaba dando y trato de abrazarme varias veces, tuve que

mantenerlo a raya de diversas formas.

Vincent ya tenía

la forma de poder comunicarse con su madre, ahora la que faltaba era Mía… ¿Cómo

reaccionaría ella al ver a su madre? ¿Sería igual que Vincent?

A la mañana

siguiente, Vincent y yo nos regresamos a Estados Unidos, el viaje a Francia fue

muy bueno, tuve un par de momentos en que me sentí como entre la espada y la

pared… más que todo por causa de Tomas, el cual siempre amenazo con descubrir

mi mentira en cualquier momento.

Pasaron un par de

semanas, y en poco tiempo ya me encontraba en el 2 mes desde que firme el

acuerdo con Tomas y me convertí en su novia de alquiler, en ese tiempo, Vincent

se había vuelto más… “pegado” a mí en comparación con antes.

Me mantenía al

día sobre cómo iba su relación con su madre, hasta los momentos no habían

progresado mucho, era difícil romper la distancia.

Seguí estando

junto con Tomas en ese tiempo, y de hecho, hubo una ocasión en  que por pura casualidad tenía que reunirme

con mi madre en el hospital mientras estaba con él.

No pude hacer que

se fuera y ambos fuimos juntos al hospital para ver a mi madre, la cual se

sorprendió bastante al ver a Tomas junto conmigo.

Al verlo me

pregunto quién era, quise presentarlo en un inicio como mi amigo, de la misma

forma en que se lo presente a Richard, pero el bastardo se me adelanto y se

presentó como mi “novio” en frente de mi madre.

A esta última se

le iluminaron los ojos cuando Tomas dijo esto, y se mostró muy entusiasmada,

nos hizo sentar junto con ella y nos preguntó cómo fue que nos conocimos y como

inicio nuestra relación.

Fue todo muy

repentino y sin otra historia, solo pude contarle la misma historia que le

conté a Clara hace 2 meses atrás, en la cual nos conocimos en la universidad

pública a la cual iba.

Mientras le

contaba esto a mi madre… el bastardo de Tomas se puso a tocarme allí atrás.

Estábamos

sentados uno al lado del otro, y mientras yo contaba mi historia y mientras Tomas

intervenía en algunas ocasiones, pude sentir como su mano primero tocaba mi

espada y de allí iba bajando.

Al final volvió a

hacer de las suyas… pude sentir su mano allí abajo e hizo lo mismo que hizo en

la fiesta de Mía, aunque por suerte en esta ocasión solo se conformó con

tocarme las nalgas únicamente y no ir más “adentro”…  solo que en lugar de Mía, ahora teníamos

enfrente a mi mama… por suerte pude contenerme mejor en esta ocasión.

Mi madre estaba

muy enfocada en mi historia y no vio nada más… por suerte para mí.

Al igual que

Clara, ella se creyó todo mi cuento, no parecía tener dudas en ningún lugar a

diferencia de Clara, de hecho, hasta le dijo a Tomas que “cuidara” de su hija,

y se lo dijo varias veces, y no se conformó hasta que este último se lo

prometió.

A veces podía ser

muy insistente.

Después de pasar

un calvario con mi madre y Tomas en un mismo lugar hablando entre si y mientras

este último hacía de las suyas conmigo sin alguna vergüenza, tuve la buena

noticia de que su tratamiento había dado efecto y dentro de poco podrían darle

de alta.

Una muy buena

noticia, mi madre por fin podría regresar a casa después de tanto tiempo

internada en el hospital.

Se lo conté a mi

hermano después de salir, y ambos planeamos una pequeña fiesta con nuestros conocidos,

íbamos a tener todo listo para cuando nuestra madre regresara.

Lo mejor sería

que no iba volver a una casa con una hipoteca, había usado los 100.000 dólares

A la 1 de la

madrugada todos los clientes se habían marchado y el restaurante se quedó solo,

Tomas solo se fue después de que comprobara esto, me despedí de él, aunque

mientras lo hacía me dijo algunas palabras que no comprendí bien.

Me dijo que

conservara este traje de mesera que fue diseñado por Vincent, debía conservarlo

bien, no sé por qué me dijo eso.

A pesar de mis

dudas le dije que lo haría y entonces se fue, después de que se fuera me puse

junto con Daisy a ayudar a la limpieza, mientras estábamos en eso, llego Mía,

la cual se lamentó por haber llegado tarde al feliz ocasión.

Me alegro su

llegada y después de limpiar me puso a hablar con ella junto con Daisy, le

presente a esta última a Mía, quería que las 3 nos lleváramos bien entre

nosotras, Daisy era mi mejor amiga, y Mía me había caído bastante bien en estas

últimas semanas desde que la conocí.

Mi hermano nos

atendió personalmente, su expresión era tonta mientras veía a Mía, de entre las

3, atendió especialmente a esta última.

Su favoritismo

era claro.

Mientras

conversábamos las 3 juntas, pude notar como Daisy fruncía el ceño varias

veces,  podía notar que Mía no le estaba

cayendo bien por alguna razón que no entendía.

Al final Daisy se

excusó con que tenía que ir a otra parte para poder hacer algo y abandono la

mesa, Mía la miro con una sonrisa ligera.

—Parece que tu

amiga esta celosa de mí, Teresa… ¿Crees que piense que quiero quitarle el

puesto como tu mejor amiga? —la cara de Mía se veía bastante divertida al decir

eso.

—Daisy no

pensaría eso Mía, ya la escuchaste, solo tiene cosas que hacer nada más.

No estaba seguro

de eso… pero no quería que Mía pensara mal de Daisy.

—Eres muy ingenua

o muy dulce Teresa… provoca comerte, en especial con esa cara tan inocente que

tienes.

— ¿A qué te

refieres con eso de “comerte”?

—No lo sé, tu

dime… solo me refería a abrazarte fuerte y no dejarte ir… ¿En que estabas

pensando?

—Pues yo…

—Tienes una mente

más sucia de lo que esperaba… una cara tan inocente y una mente tan sucia, que

combinación.

— ¡No es lo que

piensas Mía! ¡Es… por causa de tu hermano! ¡No sabes lo alerta que eh tenido

que estar mientras estoy junto con él!

—Sí, puedo

imaginarlo, por cierto Teresa ¿En qué universidad estudias?

— ¿En cuál?

—Si… me eh

interesado mucho en la educación y piensa que ser benefactora de una

universidad sería algo satisfactorio.

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