PDV Mía
Termine de contarle a mi madre todo lo que debía hacer y como lo haría, habíamos acordado todos los puntos importantes, y desde luego ella no se contuvo de preguntar cuanto pagaría por sus “servicios”•
Después de terminar todos nuestros asuntos, me despedí de ella y salí del lugar, me monte en mi auto y me fui.
En el camino tuve que escuchar algo de música que me relajara, hablar con esa mujer no era muy bueno para mi estabilidad, pero ese rato de incomodidad había servido para algo.
Con Vincent frecuentando esa universidad, yo ya no podría ir de forma casual, hubiera querido usarla de otro modo, pero hay que saber adaptarse.
PDV Valentina.
Al día siguiente de mi conversación con Mía, fui al lugar del cual ella me hablo, me había dado ropa bastante elegante e incluso me presto a su chofer personal para que me buscara y me llevara a cualquier parte a donde yo quisiera ir.
Había pasado bastante tiempo desde que tuve tal trato, la vida al final me fui injusta y me quito lo que tenía, me vine a aquí para poder recuperar lo que merezco a través de Vincent, aunque al final fue Mía la que me lo dio.
En los 20 años que no la había visto, mi hija se había vuelto una copia parcial de su padre, la gran diferencia que ambos tenían era que Mía era mujer y tenía mi apariencia, del resto se parecía mucho más a él, Vincent era mucho más fácil que ella.
El chofer se detuvo en el estacionamiento y salí, el sitio al cual Mía me envió era una universidad pública, el lugar era normal, ni bueno ni malo, aunque se veían varios lugares deteriorados y con falta de mantenimiento… quizás por falta de fondos.
Me dio algo de pesar visitar un lugar como este, pero debía cumplir el encargo de Mía si quería ganarme el dinero que me prometió, camine hacia la dirección de este basurero, y en el camino atraje miradas, estaba muy bien vestida y aparentaba ser una mujer de negocios, Mía me dijo específicamente que aparentara esto.
Llegue a la dirección y me encontré con la directora, le di mi nombre y le dije que era la “patrona” de Mía, como esta última me dijo que le dijera, la directora me recibió con una sonrisa y nos sentamos a hablar.
Usando el “poder” que Mía me dio, firme todo lo necesario para convertirla en una mecenas de este lugar de clase media-baja, la directora estaba complacida, y solo faltaba hacer lo último que me encargo mi hija.
Le hable a la directora sobre una forma de traer más dinero a la universidad, la mujer se emocionó y me pregunto cómo, y le recite las palabras que Mía me dijo.
— ¿Una subasta de hombres? ¿Es en serio señora? —me pregunto, parecía sorprendida.
—Sí, quiero hacer una subasta con los chicos de esta universidad… también sería bueno que las chicas inviten a cualquier chico bien parecido que conozcan.
—No creo que sea una buena idea para recaudar fondos.
—Lo es, créame, eh visto como lo hacen en otras universidades y resultan muy exitosas.
—Ya veo… pero ¿No sería mejor una subasta de chicas? Creo que eso sería más exitoso que una subasta de hombres, ¿No sería mejor idea eso?
—No, tiene que ser de hombres.
— ¿Por qué? Si vamos a subastar alumnos, la mejor opción serían las mujeres de aquí, podríamos hacer algo de publicidad afuera y eso atraerá a hombres con dinero, deben haber muchos que paguen por una cita con alguna chica bien parecida de la universidad… si lo hacemos con los hombres no creo que podamos atraer mucha gente.
—No se preocupe, yo tengo muchas conocidas adineradas que tienen dinero más que de sobra para poder gastar en sus alumnos, pero por el lado opuesto no conozco a muchos hombres ricos que estén dispuesto a hacerlo, por eso quiero que sea una subasta de hombres, ya tengo los contactos para que todo sea un éxito… solo necesito a sus alumnos, por eso quiero que los hombres que estén dispuesto sean subastados.
—Entiendo, bien, si usted va atraer a las compradoras, entonces proseguiré con su idea, ¿Cuándo quiere que ocurra?
—Lo más pronto posible, pero no la presionare, usted arregle todo rápido y yo le atraeré la gente ¿Entendido?
—Sí, de acuerdo, hare lo que dice, espero que esa subasta salga bien, estamos con una ligera escasez de fondos en estos momentos.
—Sí, de eso me di cuenta, y además de sus alumnos, también dígales a todos los de la universidad que si conocen a unos cuantos de hombres atractivos, que los inviten al evento, de esa forma tendremos más chicos que subastar.
—Bien, se lo informare a todos los alumnos.
Hable con la directora unos momentos más antes de retirarme, ya había cumplido el encargo de Mía, intercambie números de contacto con la directora antes e irme, me subí al auto de Mía y lo disfrute un poco antes de llamar a esta.
— ¿Hiciste todo bien?
—No te preocupes hija, ya todo está arreglado… y ahora, con respecto al pago…
PDV Teresa
Habían pasado un par de días desde que Vincent vino sin avisar a mi universidad y causó estragos a donde sea que fuera, después de estar junto con Mía y Vincent, me había vuelto bastante popular en la universidad.
Los 2 Saint habían llamado mucho la atención, y ahora tenía varias hordas de universitarios preguntándome como los conocía y como era mi relación con ellos, muchas de mis compañeras me preguntaron una y otra vez si tenía algo con Vincent, ya que vieron como el bastardo corría con una sonrisa hacia mí en el comedor de la universidad y peleaba junto conmigo por mi comida.
Según ellas parecíamos una pareja, negué de inmediato eso, pero no estaban tan convencidas y hubo muchas que me preguntaron si podía organizarles una cita con Vincent.
Vincent era muy atractivo, y encima de eso se notaba que venía de clase alta, era una gran opción para ellas, y ahora no paraban de molestarme con eso, y no fueron las únicas, hubieron muchos hombres que me preguntaron con respecto a Mía, hasta me pidieron su Facebook y su Instagram para poder seguirla, de seguro planeaban tratar de hablarle algún día de estos.
Muchos me alentaron a invitarlos a ambos, me negué, no quería involucrarlos en esto, pero incluso Daisy se puso en mi contra, y me dijo que al menos invitara a Vincent… este último debía valer al menos un par de cientos de miles de dólares… mientras que mis compañeros…
En palabras de Daisy, íbamos a tener suerte si lográbamos recaudar 20.000 dólares con los que se estaban inscribiendo…
Con Vincent íbamos a poder compensar todo, debía hacerlo por la universidad, al final cedi a la presión colectiva y anote el nombre de Vincent, y en un impulso también el de Mía, mis compañeros me miraron fijo mientras hacía esto.
Eso fue intenso, pero ya todo estaba hecho, de todas formas si Vincent o Mía no querían venir, no se les iba a obligar.
Después de eso, la universidad entera se movilizo para el evento de la subasta, todos estaban emocionados, y de hecho, hubieron alumnos que empezaron a decir cuánto iban a obtener para la universidad al venderse a una de esas chicas ricas.
Al parecer todos ellos pensaban que las mujeres acaudalas que iban a venir serian iguales a Mía, estaban emocionados, también las chicas, quienes pensaban que podrían terminar saliendo con su propio Vincent.
Suspire un poco, tome mi teléfono y llame en primer lugar a Vincent, este debía ser el más fácil de los 2.
El idiota me hablo como si fuéramos pareja, tenía el altavoz activado y los compañeros de cerca me escucharon, salí corriendo mientras insultaba a Vincent en mi mente y le conté todo lo que paso hoy.
Vincent no tomo tan bien como espere el hecho de que anotara su nombre en la lista de hombres a subastar, me dijo una y otra vez como podía ser tan sin corazón al mandar a su hombre con otra mujer… hasta me pregunto qué tan importante era él para mí.
No sabía si decía esto en serio o no, su tono era a veces serio, otras veces sarcástico, lo calle y le dije que era para recaudar fondos para la universidad, la cual no estaba muy bien.
—Ah… ya entiendo Teresa, debiste empezar por allí.
—No me dejaste terminar idiota, la próxima vez espera a que termine de hablar.
— ¿No puedes hablarle con más suavidad a tu futuro esposo?
—No vuelvas a hablar de esa forma Vincent, hace rato me hiciste pasar vergüenza.
— ¡¿Te avergüenzas de mi Teresa?! ¡¿En serio?! ¿Cómo me puedes decir eso? ¿No me amas?
—Ya Vincent, dime, ¿Vas a asistir o no?
—Claro Teresa, por ti iría hasta cavaria desde aquí hasta la China, pero recuerda que me debes un favor por esto.
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