PDV Teresa
Mía al escuchar a
Vincent frunció aún más el ceño, no parecía agradarle el verlo aquí.
—Estoy
acompañando a mi “amiga” Vincent.
— ¿Ustedes 2 se
conocen? ¿Desde cuándo? —pregunto Vincent, estaba atónito.
—Nos conocimos
hace poco más de 1 mes atrás Vincent —le
respondí.
— ¿Hace 1 mes?
¿En dónde?
—Eso no es
importante Vincent, estoy acompañando a Teresa en estos momentos y…
— ¿Por qué razón está
tu aquí con ella? ¿Por qué viniste a su universidad? —le dijo Vincent
interrumpiéndola.
—Porque soy su
amiga y quise ver su universidad y el
ambiente que hay, ¿Qué diablos haces tú aquí? ¿No tienes trabajo?
—Cierto Vincent,
¿No debías trabajar hoy?
—Pues sí, pero
termine dejándoselo a alguien más, veras, estaba yo allí sentado en mi oficina,
cuando de repente me di cuenta de que podía dejarle mi trabajo a alguien más y
de esa forma venir a ver a mi Teresa justo mientras esta en su ambiente
natural.
— ¿Ambiente
natural?
—Sí, quería verte
como le haces en la universidad y aquí me tienes, vi la hora y supuse que
estarías comiendo, tuve que visitar otros lugares antes de finalmente
encontrarte.
Vincent al decir
esto se sentó en la mesa sin decir nada más, Mía siguió arrugando el ceño al
verlo.
—Bien, cuéntenme más
sobre ustedes 2, eso de que se conozcan y se lleven entre si me impacto, vamos,
cuéntame todo Teresa, por cierto ¿A quién hay que llamar para que te atiendan
aquí? No veo camareros.
—Aquí no hay eso
Vincent, tienes que ir a pedir tu comida por ti mismo —le dije mientras
señalaba el lugar donde se pedía la comida.
— ¿En serio? Eso
es inhumano.
—Solo ve allá si
quieres comer.
—No tengo ganas,
compárteme un poco de tu comida Teresita.
—No, esto es mío,
ve y compra tu comida.
—Vamos, no seas
mala y dame un poco —me dijo Vincent, antes de abalanzarse sobre mí tratando de
quitarme la comida de la boca.
— ¡Vincent! ¡Ya
para! —el bastardo de verdad estaba tratando de quitarme mi comida.
—Ya, basta los 2,
yo iré a pedirte algo Vincent —nos dijo Daisy, mientras se levantaba de su
asiento.
—Gracias, ¿Lo ves
Teresa? Ella si es una buena persona.
—Estas tentando
tu suerte Vincent —le dije mientras lo miraba enojada, y Daisy extendía la mano
hacia él.
— ¿Qué pasa? —le
pregunto.
—No pensaras que además
de buscarte la comida también te la voy a pagar… ¿Verdad?
—Pues…
—Vincent, no te
pases de la raya —el idiota al oír mi amenaza solo se rio, antes de meter su
mano en su bolsillo y darle de par de billetes a Daisy.
Mientras Daisy
iba por comida, Mía termino por contarle el cómo nos conocimos a Vincent,
aunque cambiando varias cosas en el proceso, de hecho su historia fue que nos
conocimos por casualidad en una clase de gimnasia y desde entonces no fuimos
acercando.
Vincent no se lo
trago por completo e hizo algunas preguntas a Mía, más que todo para saber
desde cuando iba a un gimnasio público, esta solo le dijo que no era su
problema lo que ella hiciera.
Vincent me
pregunto sobre si lo que Mía decía era verdad o no, yo asentí y confirme todo,
Vincent se me quede mirando, pero al final pareció creerse nuestra historia.
No sabía por qué Mía
le mintió a Vincent, pero después de que nuestra comida termino, esta me dijo
que lo hizo para que Vincent no supiera que fui yo la que armo ese escándalo en
su cumpleaños.
Le agradecí por
eso.
Después de comer
todos juntos en un ambiente algo raro debido a la presencia de los 2 Saint, nos
fuimos, la amiga de Daisy se despidió de nosotros, se sentía incomoda con personas
como Mía y Vincent cerca, Daisy los conocía a ambos y no tuvo problemas en
seguir junto con ellos.
Nuestro grupo de
4 permaneció junto, supuestamente Mía y Vincent se llevaban mal según ambos,
pero entre los 2 juntos lograron crear un ambiente bastante agradable, Mía tuvo
que separarse de nosotros por unos momentos ya que tenía que hacer algo
importante.
Supuse que eso
era hablar con los encargados de la universidad, al parecer no quería hablar de
eso frente a Vincent, por lo que dio una excusa.
Después de quedar
nosotros 3 solos, Vincent se giró para verme y volvió a preguntarme sobre como conocí
a Mía y cual era mi relación con ella, creí que el asunto había terminado, pero
Vincent parecía insistente en eso.
— ¿Me estás
diciendo la verdad Teresa? Espero que no me mientas, eso sería un puñal en el
corazón, ¿Quieres dejar mi corazón herido?
—Ya ambas te
dijimos el cómo fue que nos conocimos Vincent, te estoy diciéndola verdad.
— ¿Segura?
—Sí, Mía y yo
somos amigas, nos conocimos por pura casualidad nada más y hemos hablando desde
entonces, nos llevamos bastante bien.
—Casualidad…
—Vincent, no seas
tan desconfiado.
—Perdón Teresa,
es que se me hace muy difícil imaginar el que nos hayas conocido a ambos así
como así… me pareció raro nada más.
—Pues así fue
Vincent, me agrado bastante Mía, ambos se parecen.
—No, no creo
Teresa, ella y yo somos distintos.
— ¿Cómo?
—Solo lo somos
Teresa, no sabes cómo fue crecer con ella, siempre rompiendo todos mis
juguetes, entrando a mi cuarto sin permiso, fue una pesadilla, mi infancia con
bien para su edad… su apariencia se asemejaba a la mía, o más bien era la mía
la que se asemejaba a la de ella.
Mi madre busco
brevemente y me encontró, al sentir su mirada me tense un poco, pero me forcé a
calmarme, debía permanecer controlada, habían pasado 20 años, verla así de
repente me sacaba de zona de confort.
Mi madre camino
hacia mí y me saludo, hizo una expresión maternal al verme, la mentira le salía
tan bien como a mí.
Quiso darme un
beso pero me negué e hice que se sentara en la mesa conmigo.
Le había pedido a
mi padre que localizara a mi madre y me diera la forma de poder contactarme con
ella, no quería pedírselo a Vincent, y tuve que recurrir a él.
Mi madre al
sentarse conmigo hizo el acto de ser una madre arrepentida y cosas similares,
no me creí nada, no era tan buena mentirosa, tenía bastantes recuerdos acerca
de ella y sin que Vincent lo supiera había hecho un leve seguimiento suyo hasta
mi adolescencia.
Ya sabía cómo
era.
Me canse de ver
eso, y le dije que parara con su acto, que no iba a poder engañarme a mí como
lo hizo con Vincent, ella trato de persistir por un tiempo más, y tuve que
ponerme ruda con ella para que dejara de hacer eso.
Me termine
agitando más de la cuenta, era difícil permanecer calmada enfrente de ella.
—Mía ¿Por qué
tienes que ser tan dura conmigo? Yo solo quiero…
—Ya es suficiente
Valentina, no te llame aquí para que vinieras aquí a decirme mentiras a la
cara.
— ¿Por qué me
llamaste entonces? Cuando recibí la llamada de tu padre me sorprendí bastante,
ni siquiera sé porque me busco o como supo que estaba en la ciudad, pero tenía
la esperanza de…
—Te contacto por
causa mía Valentina, necesito que trabajes para mí.
— ¿Trabajar… para
ti? ¿De que estas hablando Mía?
—Sé que estas en
contacto con Vincent y quieres usarlo
para poder hacer que te mantenga, si trabajas por un tiempo para mí, te daré
una buena remuneración y no tendrás que preocuparte por el dinero por un tiempo
¿Qué me dices? ¿Aceptas?
Mi madre pareció
pensativa al escuchar esto.
—Bien, te
escucho, ¿Cómo quieres que trabaje para ti? Espero que no sea algo complicado o
físico, tengo una edad avanzada ya, Mía.
—No te preocupes,
no te pediré nada de eso, sé que no podrías llevar ni una cuenta por ti misma,
solo tienes que usar tus dotes de actriz, eso es todo, fingirás ser alguien más
por mí y te pagare bastante dinero si lo haces bien ¿Entendiste?
—Si… entiendo
Mía, dime que es lo que quieres que haga y lo haré lo mejor que pueda, espero
que ese pago que piensas darme valga la pena.
—Lo valdrá, no te
preocupes por eso… mama, tu solo has tu trabajo bien y podrás obtener el dinero
que quieres obtener de Vincent.
Mi madre escucho
atentamente todo lo que tenía que decirle, el que Vincent se enterara de mi
relación con Teresa me hizo modificar un poco las cosas, pero al final iba a
obtener lo que quería y el mismo resultado final.
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