Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 126

PDV Teresa

Daisy nos arrastró a Tomas y a mí hacia el interior del lugar donde se celebraría la subasta, ninguno de los presentes noto nuestra llegada exceptuando a un par de personas, antes de que Daisy pudiera guiarnos hacia el escenario, yo me detuve y tome la mano de Tomas.

Le dije a Daisy que yo nos guiaría a partir de ahora y que se fuera a su posición, me miro unos momentos antes de asentir y salir corriendo hacia el lugar donde debía estar, vi cómo fue al escenario y después de eso me fui con Tomas.

Lo lleve al escenario por mí misma, había puesto a Vincent casi al último lugar, habían como 200 chicos y chicas por delante de él, si colocaba a Tomas al comienzo de la fila, quizás eso haría que no se pudieran ver.

No sé si eso funcionaria o no, pero debía intentarlo, Tomas pasaría por la pasarela mucho antes que Vincent, y eso daría tiempo de que se fuera sin que se llegaran a ver.

Era en lo único que pude pensar a este punto.

Lleve a Tomas a la fila y lo coloque en los primeros puestos, hubieron muchos hombres que se quejaron por saltarme la fila de esa forma, pero yo era la organizadora, y debían aceptarlo, además muchos de ellos se callaron cuando vieron a Tomas a los ojos.

Su mirada podía ser muy intensa.

Después de que todo estuvo arreglado, me fui de allí y rece por que todo saliera bien, camine al lugar del escenario que me tocaba y salude al público.

Dije las palabras que ensaye en estos últimos días, y después de unas breves oraciones de apertura y unos cuantos agradecimientos a nuestro mecenas… la cual por alguna razón no pudo asistir al evento que patrocino, di comienzo a la subasta.

Hice que las luces se apagaran, el lugar quedo en relativa oscuridad, y las pocas luces que quedaban fueron guiadas a la pasarela, hice pasar a la primera pareja.

Primero fue un chico de mi universidad, no lo conocía, y tampoco había visto su rostro antes, se había vestido de forma esmerada, eso se notaba, camino por la pasarela mostrando todo lo que tenía, no le fue muy bien.

Al principio no recibió muchas ofertas, solo después de un tiempo fue que estas llegaron y no fue nada de lo que hubiera podido esperar.

Al final se fue después de solo haber obtenido 500$ por él.

Este comienzo fue… no tan bueno.

Después de que el chico se fuera, hice pasar a la chica, el hacer esto me hizo acordar involuntariamente de lo que paso hace más de 2 meses atrás, cuando yo hice algo similar en el club nocturno al cual me llevo Daisy.

Aunque claro, en esta ocasión la chica no estaba subastando su virginidad… solo subastaba una cita con ella.

La chica desfilo de la mejor manera que pudo por la pasarela, al finalizar pregunte por las ofertas, en comparación con el chico anterior, la chica recibió más ofertas, hubieron varios hombres interesados.

Al final la chica se subasto por 800$ en total.

2 chicos, y habíamos obtenido 1300$ por ahora… no estaba tan mal, habían casi 200 más, y faltaba el plato fuerte que eran Tomas y Vincent.

Se seguíamos con esta tendencia con las 100 parejas de chicos y chicas que teníamos podríamos reunir más de 200.000$ para la universidad, y eso era sin contar a Tomas y Vincent, lástima que Mía no participo, con ella podríamos mucho más.

Seguí pasando las distintas parejas una en una, las ofertas que recibimos fueron más o menos las mismas para todos ellos, las mejores parejas de chicos y chicas lograban recaudar entre ambos unos 2000$, mientras que las otras recaudaban unos 1000$ en promedio.

Era lo esperado, aunque cuando Daisy paso, pudo reunir mucho más en comparación con todos los demás que pasaron antes, un tipo de unos 30 años, quizás un poco menos, de piel blanca y cabello negro, empezó a dar bastante dinero por ella.

Pude ver como Daisy fruncía el ceño, ese hombre empezó a dar un par de amenazas de que nadie le quitaría a “su chica”, y eso pareció dar en el orgullo de varios hombres de la subasta.

Empezó una pequeña guerra de ofertas por Daisy, motiva por el orgullo al parecer.

Ese hombre de cabello negro gano le gano a los demás al ofrecer por Daisy un total de 50.000 dólares… al pronunciar ese monto, vi cómo le guiñaba un ojo a Daisy.

Los demás hombres de la sala no siguieron ofertando mas, 50.000 dólares ya era mucho solo para una simple cita, Daisy estaba a mi lado y miro con esperanzas a algunos de ellos, ninguno cumplió con sus expectativas.

Al final Daisy fue para ese tipo de cabello negro, el cual se emocionó bastante, quería subir al escenario para abrazarla, tuvimos que detenerlo para que no lo hiciera, no se permitía el contacto en la subasta.

De todas formas su mirada siempre estuvo fija en Daisy.

— ¿Quién es él Daisy? —le pregunte con curiosidad.

Era obvio que se conocían de alguna parte.

— ¿Recuerdas que te dije que me dieron 50.000 dólares por mi virginidad? —me pregunto Daisy mientas se giraba hacia a mí.

—Si ¿Y…?

—Pues ese tipo fue el que la compro —me dijo Daisy, antes de retirarse tras bastidores.

Me quede viendo a mi amiga mientras se iba, no me espere que el tipo que compro su virginidad hubiera venido a la subasta.

Me acorde de algo, a diferencia… de mi noche con Tomas, Daisy no disfruto mucho su noche con el tipo que compro su virginidad… aunque yo debí estar era con Vincent… ¿Cómo hubiera sido estar con él en lugar de Tomas?

Por lo visto Daisy y ese tipo no quedaron muy bien.

Hasta ahora, Daisy fue la oferta más alta, 50.000 dólares, algunos estudiantes se emocionaron pensando que ahora habían empezado las grandes ligas, seguí pasando varios pero sus montos no se acercaron a los de Daisy.

Después de varias parejas, finalmente llegó el turno de Tomas.

Tomas al subastarse no llego al millón, pero casi lo hizo, y la ganadora fue esa mujer que no me agradaba, la que se había encaprichado por él, estaba disgustada, pero no tenía más opción que declararla ganadora y decirle que tendría una cita con Tomas en el lugar que ella quisiera.

Me sentía enferma, Tomas y yo pasamos la cortina y salimos fuera de la vista del público.

— ¿Estas bien Teresa? —me pregunto, mientras nos acercábamos a la fila de los universitarios, los cuales miraron a Tomas con admiración y envidia.

—Sí, si lo estoy, no pasa nada.

Debo aprender a fingir mejor…

—Si tú lo dices, pero cualquier cosa me avisas para…

— ¡Abran paso! Ahora es mi turno, sigo yo —las palabras de Tomas fueron interrumpidas cuando escuchamos esa voz.

Maldije en mi interior, sabía quién era.

Gire con miedo mi mirada, y pude ver como Vincent caminaba a pasos rápidos hacia el principio de la fila, lo había dejado casi al último y ahora se estaba adelantando.

Le dije como 1000 insultos mientras lo veía acercarse, entre en pánico, no supe que hacer, Vincent no tardó mucho en llegar ante mí y Tomas.

Maldita sea.

—Ahora es mi turno, casi llegaste al millón Tomas, “casi”, ahora es mi turno, yo si llegare al millón, ya verás —le dije a Vincent a Tomas mientras lo miraba con una expresión divertida, creo que pude ver algo de competencia en sus ojos.

—Inténtalo a ver qué pasa Vincent, no creo que vayas a llegar a la marca… tengo varias cosas que decirte —le respondió Tomas.

Repase las palabras que dijo Vincent… la forma con la cual hablo con Tomas… Ellos… ¿Ellos 2 se conocían?

Por la forma en la cual hablaron… los 2 no parecían ser simples conocidos, ¿Eran amigos?

Vincent se rio de las palabras de Tomas, y giro su mirada hacia mí, me puse muy tensa.

No lo hagas, no lo hagas, no lo hagas.

El idiota de Vincent me dio un abrazo y me empezó a decir que le deseara suerte en la subasta, e incluso me dijo que le diera un beso de la buena fortuna, y todo delante de Tomas.

Maldita sea…

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