Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 125

PDV Teresa

Daisy y yo

habíamos estado bastante ocupadas ayudando en la organización de la subasta,

toda la universidad se agito bastante, y la directora termino por escoger un

cierto lugar de la universidad donde armo un escenario con una pasarela que me hacía

acordar a las que vi en el Miss Francia.

Al parecer,

hombres y mujeres iban a desfilar por allí, mostrándoles sus “atributos” a

todos los posibles compradores.

Fue una locura,

pero al final todo quedo arreglado, el escenario fue levantado, las

invitaciones fueron enviadas y nuestra mecenas nos confirmó la asistencia de

sus amigas.

La directora nos

hizo hacer propaganda en las afueras, Daisy y yo nos movimos para eso, esta última

fue la contribuyente más importante, ya que se contactó con un par de clubes

nocturno donde se vendían las virginidades de las chicas, estos les dieron los

números de varios hombres de negocios, y ella los contactos.

Ninguno de los

otros universitarios pudo compararse a Daisy en este aspecto.

Después de varias

idas y vueltas, se decidió que yo iba a ser la anfitriona del evento, una

cortesía de Daisy, la cual le dijo a la directora que yo sería perfecta para la

tarea.

No me pude negar

y acepte, al final sería yo la que subastaría a los chicos y  chicas que caminaran por la pasarela, algo en

mi interior se sentía incómodo con la idea, pero de todas formas lo acepte.

Vincent me

confirmo que iba a traer a un par de sus amigos para subastarlos, le di la

dirección y le dije lo que tendría que hacer.

El día llego y la

universidad se llenó de un gran número de autos bastante costosos, todos los

estudiantes pudieron ver como diferentes mujeres de entre 20 y 45 años se

bajaban y entraban a la universidad, ninguna de ellas era tan atractiva como Mía,

pero hubieron algunas que no estaban demasiado lejos, eso emociono a mis

compañeros varones, en especial los que se iban a subastar.

Todos ellos

esperaban ser comprados por ellas.

Yo era la

anfitriona, así que guie a todos los invitados hacia el lugar de la subasta, en

medio de esto me topé con algunos amigos de Vincent, los cuales me reconocieron

ya que Vincent les dijo que yo estaría a cargo de todo y solo necesitaban

hablar conmigo para resolver cualquier duda.

Los amigos de

Vincent no eran tan bien parecidos como este último, pero se veían muy bien,

suspire de alivio por esto, por lo menos de esa forma Daisy no me iba a

criticar por no haber invitado a Tomas.

Guie a los amigos

de Vincent hacia sus posiciones, y después de eso también guie al resto de los

estudiantes que iban a ser subastados a donde tenían que estar… esto de ser la

anfitriona de un evento de esta escala no era fácil, maldije a Daisy por

ponerme esta responsabilidad.

Estuve horas

preparando todo, y en medio de eso recibí la llamada de Vincent, el cual ya había

llegado a la universidad, quería verme antes de que empezara a todo.

Estaba muy

ocupada en estos momentos, pero Vincent era nuestro principal “activo” por así

decirlo, y debía complacerlo, les dije a un par de compañeras que me

suplantaran por unos momentos mientras yo iba a ver qué es lo que pasaba con

Vincent.

Fui a su

encuentro, y al llegar el idiota me dio una abrazo, esto no hubiera sido malo

de no ser porque me levanto y me apretó muy fuerte, tuve que golpear su cabeza

para que me bajara.

Después de eso,

hable con él, y me sentí frustrada al escuchar que me cito aquí solo para

hablar conmigo y decirme tonterías, tuve que ignorar mis responsabilidades solo

para poder venir hablar con él y al final todo fue por un capricho suyo.

Me fui enojada,

mientras Vincent me perseguía.

—Vamos Teresa

¿Cómo puedes tratar así a tu futuro esposo? ¿Es que no me tienes paciencia?

— ¡No! Estoy muy

ocupada ahora Vincent, ¿Crees que organizar todo esto es fácil? Hay como 100 a

200 invitados y eso sin mencionar a los cientos de estudiantes que se van a

subastar, ¿Crees que puedo perder tiempo de esta forma? —le dije mientras

continuaba caminando.

Debía volver

rápido a mi lugar, yo era la que iba a subastar a todos.

—Bueno Teresa,

por algo estudias tu carrera ¿No? Esto te hará ganar experiencia, relájate un

poco —me dijo, mientras me tomaba por el brazo y me hacía detenerme.

—Vincent, no

estoy para juegos ahorita, hay mucho que hacer todavía.

—Cálmate, ¿No vez

que tu príncipe ya llego? De entre todos los que vas a subastar el único que va

a darte ganancias voy a ser yo.

Habían pasado más

de 2 meses desde que lo conocí… su orgullo o narcicismo siguen igual que

siempre.

—Un poco de

humildad te vendría bien Vincent —le dije mientras me quitaba su agarre.

— ¿Para qué sirve

eso? Si tienes algo, presúmelo, y yo tengo mucho.

—Hay muchos

chicos que se van a subastar hoy Vincent, puede que más de 100.

—Y todos ellos se

ven como ranas, mientras que yo soy la rana que ya se convirtió en príncipe

Teresa, no hay comparación.

— ¿Y eso incluye también

a tus amigos?

— ¿Los conociste?

—Si.

—Entonces ya

debes saber la respuesta.

—Vincent…

—Bien, bien

Teresa, quizás haya 1 que pueda obtener un precio… “casi” igual al mío, pero

solo “casi”.

— ¿Ah sí? ¿Quién?

—No necesitas

saberlo ahora, lo veras en la subasta, quizás te lo presente si eres buena

conmigo y me das un beso como se debe, ¿Si sabes que en todo este tiempo yo soy

el único que te ha besado? Nunca me has devuelto ni 1 solo beso Teresa.

—En primer lugar

ni siquiera te pedí que me besaras, lo hiciste sin mi consentimiento.

—Pero te gusto

¿Cierto?

—Lo hiciste, pero

ni siquiera recuerdo bien el nombre, y además un amigo mío me trajo aquí para

un evento, ni siquiera me dijo cuál sería el nombre de la universidad a la cual

me trajo.

¿Un evento?

— ¿A qué clase de

evento vienes Tomas?

—El idiota de mi

amigo me dijo que se haría una subasta de hombres y mujeres en esta universidad

para poder recaudar fondos, me insistió mucho para que viniera aquí, pero el

infeliz me abandono para ir con alguna de sus chicas y me dejo botado en este

lugar, ni siquiera se bien como orientarme aquí, eh caminado por varios partes

buscando ese dichoso evento pero solo encuentro lugares vacíos —me dijo Tomas, parecía

tener muchas quejas hacia ese amigo suyo.

Maldije en mi

interior, alguien de la universidad había invitado a Tomas a participar en la

subasta ¿Quién fue? Había cientos de hombres en mi universidad y cualquier de

ellos pudo haberlo invitado.

De todas formas

eso no importaba, Tomas estaba aquí… también Vincent, ambos vinieron a

subastarse, si se encuentran, entonces Tomas terminaría por descubrir mi

mentira y sabría que no dije la verdad cuando estuvimos en Francia.

Quien sabe cuánto

se enoje por eso…

Y eso sin

mencionar la posible reacción de Vincent, este último era bastante orgulloso…

por no decir narcisista, de seguro si ve a Tomas va a compararse o competir

contra él por cualquier razón tonta, hombres con actitudes de “alfas” como

ellos no podrían llevarse bien.

Empecé a ponerme

nerviosa, pero luego recordé que Tomas aún no ha visto la subasta… todavía

puedo echarlo de aquí sin que se encuentre con Vincent, aun puedo salir de…

—Tomas ¿Qué haces

aquí? —sonó la voz de Daisy detrás de mí.

Maldije mi

suerte.

—Un amigo mío me

invito a una supuesta subasta de hombres y mujeres para recaudar fondos para

esta universidad, vine aquí a eso, pero el idiota me abandono y estoy tratando

de encontrar el lugar —le respondió Tomas a Daisy, esta última llego junto con

nosotros.

— ¿En serio

vienes a la subasta? ¡Fantástico! ¡Vamos! ¡Te llevare allí! —le dijo Daisy

mientras tomaba el brazo de Tomas y lo arrastraba.

Mire a Daisy con

todo el enojo que pude reunir, le quería decir con la mirada que no hiciera

eso, o no me vio o me ignoro, sea como sea continuo arrastrando a Tomas para ir

a la subasta.

—Vamos Teresa,

ven rápido —me dijo Daisy mientras se volteaba a verme.

No quería ir con

ellos... sin mi presente no habría razón por la cual eso 2 se junten.

—Vamos Teresa,

recuerda que eres la anfitriona del evento, te tardaste demasiado y vine a

buscarte, todos te están esperando… vamos, esperan por ti —me dijo Daisy, quien

camino hacia mí, me tomo del brazo y me jalo con ella.

Ofrecí algo de

resistencia, pero al final Daisy logro lo suyo, y me llevo hasta el escenario

junto con Tomas.

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