PDV Teresa
—Vamos Teresa, no
seas tan fría conmigo, estoy a punto de echarme a las lobas, dame un beso para
poder calmarme —me dijo Vincent, mientras me acercaba los labios de una forma
un tanto cómica.
No sabía si decía
esto en serio o no.
De todas formas
no tuve tiempo para pensar en eso, ya que mientras Vincent continuaba
acercándose a mí, pude ver como unas manos lo tomaban y lo alejaban de un modo
un poco brusco.
Había sido Tomas
el que lo había hecho.
Vincent fue
alejado un poco de mí, pero seguíamos cerca, este último miro sorprendido a
Tomas.
Por un momento
considere correr, sabia como salir del escenario, no debía serme muy difícil
irme, por un momento pensé escapar, pero luego me di cuenta que si lo hacía,
conociendo a Vincent, iba a ir por mí, y no le iba a ganar una carrera a este,
y menos con estos zapatos…
— ¿Qué paso
Tomas? ¿Qué haces? —le pregunto Vincent.
— ¿Qué hago yo?
¿Qué haces tú? —le pregunto este.
— ¿Qué hago? ¿No
lo ves? Quiero un beso de mi chica antes de ir a lanzarme a las lobas de allá
afuera, eso quizás me de suerte y rebase el millón Tomas —le dijo Vincent,
mientras me jalaba hacia él.
Otra vez
estábamos casi pegados, pero nuevamente Tomas nos separó a ambos.
—Tomas ¿Qué te
pasa?
— ¿Ustedes 2 se
conocen? —nos preguntó Tomas mientras alternaba su mirada entre Vincent y yo.
Trágame tierra.
—Claro que si…
ahora que recuerdo, no te la he presentado, bueno, puedo hacer eso ahora, ella
es Teresa, es mi empleada Tomas, la
chica de la cual te eh hablado hasta ahora —le dijo Vincent mientras me
señalaba.
Tomas al oír esto
último giro su mirada hacia mí… creo que estaba molesto.
— ¿Trabaja para
ti?... Teresa… ¿No dijiste que tu jefe era un hombre de más de 60 en silla de ruedas?
¿Me mentiste? —me pregunto, parecía indignado.
—Claro que no… no
es lo que parece, yo…
— ¿Ustedes 2 se
conocen? —Vincent interrumpió eso último que iba a decir, aunque de todas
formas no tenía nada pensado.
—Claro que si
Vincent —le respondió Tomas.
— ¡¿En serio?!
¿Desde cuándo? ¿Cómo se conocieron?
—Vincent…. Ella
es la chica de la cual te hable hace más de 2 meses, la chica con la cual firme
un contrato para ser mi novia de alquiler —le dijo Tomas a Vincent, en un tono
algo pausado.
— ¿Me estas jodiendo
Tomas? Tienes que estar haciéndolo ¿Lo estás haciendo? —le pregunto Vincent.
— ¿Parezco que lo
hago?
Al escuchar estas
últimas palabras, Vincent pareció asustarse, y empezó a alternar su mirada
entre Tomas y yo.
Estos 2… ¿Qué
relación tenían ambos? Y más bien ¿Qué fue lo que hablaron sobre mí? Siento que
me estoy perdiendo de algo.
—Entonces…
¿Teresa fue la chica con la que…? —murmuro Vincent, mientras miraba a Tomas, parecía
asustarse aún más.
—Si Vincent… fue
con ella.
— ¡Teresa! ¡Me
dijiste que tú te acobardaste en el último minuto y te fuiste del club! ¡¿Me
has mentido?! —pregunto Vincent, mientras me miraba al igual que Tomas.
Maldita sea,
quiero irme, estoy muy incómoda.
—No Vincent…
bueno, sí, no estas entendiendo todo —murmure, estaba tratando de ganar tiempo
y ver que podía decirle a este.
— ¡¿Pero qué
Teresa?!
—Más importante
que eso ¿Ustedes 2 se conocen? ¿Desde cuándo? ¿Qué son ustedes? —le pregunte a
Vincent.
Esperaba desviar
el tema con esto.
— ¿Qué somos? ¿Tú
qué piensas Teresa? Somos amigos —me dijo Tomas.
—Tomas yo nos
conocemos desde hace años, él es el amigo del cual te eh estado contando Teresa… fue quien me acompaño cuando fui al club
donde compre tu virginidad —me dijo Vincent.
Cuando este
último dijo esto, me asuste y termine girando mi mirada hacia mis compañeros de
la universidad, Vincent había hablado muy fuerte, me entro pánico, mis
compañeros que seguían formados en la fila me miraban de forma rara.
¿Qué estarán
pensando ahora de mí?
—Responde Teresa
¿Me mentiste cuando me dijiste que te habías ido del club por un ataque de
pánico? Tú… ¿Tú pasaste esa noche con Tomas? —Vincent, parecía enojarse
mientras hablaba.
— ¿Acaso no sabes
la respuesta ya Vincent? —le pregunto Tomas.
—Teresa —Vincent
pareció ignorar a Tomas, y continuo mirándome, sus ojos eran intensos.
PDV Mía
La subasta de
hombres que organice en secreto había marchado bien, mi madre lo hizo
perfectamente.
La directora
también término incluyendo a las mujeres, pero eso no importaba, cuando me
dieron la noticia, fui a buscar una peluca, me puse lentes oscuros junto con
una pañoleta en la cabeza y me fui a la subasta de incógnita.
Tenía que
comprobar mi trabajo por mí misma.
Mi hermano iba a
asistir pero si no me veía fijamente no me reconocería, me mezcle junto con unas
cuantas conocidas y me adentre a la subasta.
Me senté al lado
de cierta conocida mía, la cual tenía un fetiche con Tomas, hace años había
tratado de estar con él, pero Clara le termino ganando el juego, ahora que
estaba soltero no iba perder la oportunidad, me sorprendió cuando pago casi 1
millón de dólares por solo para tener una cita con Tomas.
La subasta había
marchado bien, pero me sorprendí un poco cuando vi que Teresa había puesto a
Tomas y Vincent en distintos lugares, quise darle un empujón a las cosas y
mande a uno de mis empleados junto con un par de chicas a que hablaran cerca de
Vincent sobre el gran “monto” que consiguió Tomas.
Esperaba que eso
lo hiciera actuar.
Tomas y Teresa
habían pasado por la cortina y ya no se les veía, aun no había pasado el siguiente chico o
chica, cosa rara, pero seguimos esperando.
La conocida que
compro a Tomas estaba muy alegre por haber ganado y hablo conmigo con
satisfacción, insulto un par de veces a Clara, esta última no le caí bien, me
pregunto el por qué estaba aquí y encima de eso con una peluca.
—Solo vine a ver
algo importante —le conteste, mientras tenía mi mirada fija en las cortinas.
fue mi turno de abrir los ojos, mire a Tomas, ¿Qué le había contado a Vincent?
¿Cuánto sabia este último sobre nosotros?
— ¿A qué te
refieres con eso Vincent?
— ¿Tu qué crees
Teresa? La palabra “Canadá” ¿Te suena familiar? ¿O te suena los toqueteos
debajo de la mesa o en medio del baile? —me pregunto Vincent, su tono era muy
indignado.
Maldita sea,
¿Tomas le había dicho todo eso a Vincent? Me enoje, esos eran asuntos privados
¿En qué demonios pensaba cuando le dijo todo eso a él?
Bien, eran
amigos, pero no debía decir nada, era privado.
Tomas no me
desvió la mirada y no pareció importarle mi enojo, no pude mirarlo por mucho
tiempo, ya que Vincent me distrajo.
—Yo pague 300.000
dólares por ti y aun así no quisiste estar conmigo, después fui como de tonto a
estar pendiente de ti durante meses solo para recibir migajas, y ahora me
entero de que andabas de ofrecida ¡Y a un amigo mío!
— ¡Oye! Te estás
pasando Vincent, estas exagerando mucho.
Puede que no haya
manejado las cosas de la mejor manera, pero Vincent se estaba extralimitando.
— ¿Exagerando?
¿Sabías que deje a mis 7 novias por ti? ¿Sabes cuánto llevo sin tener sexo por
serte fiel? No recuerdo la última vez que pase tanto tiempo sin estar con
alguien en mi cama, ¿Y me dices que exagero? Santo cielo, me hubieras dicho
algo antes, debí haberme visto como un idiota —dijo Vincent, mientras se
golpeaba ligeramente la frente con su mano al decir esto último.
—Espera ¿De
verdad tenías 7 novias? —no pude evitar preguntarle.
Pensaba que eso
solo era una broma.
— ¿De verdad
rompiste con todas tus novias por ella? —le pregunto Tomas, parecía igual de
sorprendido que yo, aunque por otras razones…
— ¡Si! ¡Y si!
¡Rompí con todas por ti! ¡Y ahora descubro que no valió la pena! Tuve que
masturbarme para poder calmar el fuego en mí y evitar serte infiel, ¡Y todo
mientras tú te divertías con mi amigo a mis espaldas! ¡A mis espaldas!
—Vincent…
—murmure, mientras me acercaba a él.
Estaba bastante
agitado, ¿Por qué el idiota de Tomas tuvo que contarle todo a él?
Vincent se alejó
de mí antes de que pudiera tocarlo con mi mano, me miro con cierta repugnancia.
—No me toques
Teresa, se dónde han estado esas manos tuyas y que han tocado —me dijo Vincent.
¿Qué fue lo que…?
Esos ojos con los
cuales me miraba en estos momentos no los reconocía, nunca me había mirado de
ese modo.
—Y pensar que
acepte venderme a esas lobas por ti,
necesito salir de aquí —dijo Vincent mientras caminaba hacia… ¿El
escenario?
—Vincent, por ese
lugar no… —le dijo Tomas.
— ¡Vincent por
allí se sale ah…!
— ¡Silencio los
2! ¡Tú no eres mi “amigo fiel” y tú… tú eres una decepción! ¡Eres como las
demás! —nos dijo Vincent a Tomas y a mí, mientras alternaba su mirada entre
ambos.
¿Amigo fiel? ¿Una decepción? ¿Cómo las demás?
Quise detener a
Vincent, pero no me escucho, y paso las cortinas… habían salido al escenario.
Allá afuera
estaban los compradores de la subasta… Vincent estaba bastante alterado… no creo
que esto salga bien…
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO