Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 128

que esto salga PDV Teresa

Vi como Vincent atravesaba las cortinas y se mostraba ante el público, sin saber qué hacer, lo perseguí para detenerlo y tratar de hablar con él.

Ambos salimos, y las luces se enfocaron en nosotros, lo menos que quería era esa atención en estos momentos, pero de seguro pensaron que Vincent era el siguiente en ser subastado por mí.

Pude escuchar como los compradores murmuraban ante la presencia de Vincent, no preste atención y en su lugar me apresure y trate de tomar su brazo, pero mientras estaba en eso, Vincent lo agito y evito que pudiera tomarlo.

Se giró, nos miramos, pude ver el enfado de Vincent en sus ojos.

— ¡Te dije que no me tocaras! ¡Sé dónde estuvieran esa mano tuyas y que has hecho con ellas! —me dijo mientras ambos estábamos en la entrada de la pasarela del escenario.

— ¡Vincent! ¡¿Quieres calmarte un poco y escucharme?! Puedo explicarte todo si te calmas y me dejas darte mi versión de las cosas, solo tienes que escucharme.

— ¡No! ¡No quiero escuchar nada! ¡¿Sabes cuánto fantasee en ser el primer que tomara tu virginidad de allí atrás?! ¡¿Sabes cuánto?! ¡Y ahora descubro que hace tiempo que te “dieron” antes que yo! ¡Y a mis espaldas! —me grito.

Su voz sonó el escenario… lo más probable es que los presentes escucharan lo que dijo…

—Fue solo 1 vez, y no has escuchado como pasó todo, ven conmigo, cálmate y escucha mi versión de las cosas —trate de agarrarlo otra vez para llevármelo detrás de las cortinas.

Ya habíamos hecho mucho escándalo.

Vincent volvió a esquivar mi agarre.

— ¡Vincent!

— ¡No quiero escuchar nada ahora Teresa! —continuo retrocediendo, alejándose de mí.

— ¡Te dije que vengas ahora! —le grite mientras me acercaba.

— ¡No!

—Si no me escuchas por las buenas, entonces te contare las cosas en estos momentos ¿Eso es lo que quieres?

—No, te dije que no quiero escuchar nada de ti ahora.

—Pues no tienes elección, o vienes conmigo para que hablemos en privado o hago que me escuches ahora.

—No voy a ir contigo Teresa.

—Entonces voy a contarte todo ahora ya que no quieres hacerlo por las buenas.

—No voy a escuchar nada de lo que tengas que decir —me dijo Vincent mientras se colocaba las manos en sus oídos.

— ¡Vincent!

— ¡¿Qué dijiste?! ¡No te escucho! —me dijo Vincent, mientras me hacía algunas muecas burlonas.

— ¡No seas idiota vas a…!

Antes de que pudiera terminar lo que iba decir, pude ver como Vincent se caí de la pasarela… el idiota se había puesto a retroceder de espaldas sin mirar por donde iba y termino por caerse por uno de los bordes.

Las mujeres de cerca dieron varios gritos de asombro, pude ver como muchas personas sacaban sus teléfonos para grabar la escena.

Me acerque a Vincent, este se levantó rápido del suelo, giro la mirada varias veces en los alrededores, noto que las personas cercanas estaban grabando todo.

— ¡¿Es que quieren llevarme de recuerdo a sus casas?! ¡Búsquense un oficio! ¡¿O por qué no me toman también fotos?! ¡Podrán enmarcarlas y llevarme de recuerdos a sus casas! —les grito Vincent a todas las personas cercanas.

Tal comentario solo hizo que más personas alzaran sus teléfonos para poder captar la escena… el hombre que compro a Daisy por 50.000 dólares también estaba entre ellos, se estaba riendo.

—Vincent, ya regresa conmigo de una vez, ya llevaste esto muy lejos —le dije mientras le daba mi mano para ayudarlo a subir de nuevo a la pasarela.

Vincent al escuchar mis palabras se giró para verme, nuestras miradas se cruzaron, pero él solo se dio la vuelta y se fue mientras todos los demás lo miraban y lo seguían apuntando con sus teléfonos.

Suspire al ver todo esto, y después note que la atención de todos los teléfonos se giró hacia mí, me fui de inmediato al ver esto y pase las cortinas, al llegar allí fui recibida por Tomas, dio la casualidad de que nuestras miradas se cruzaron en ese momento, era intensa.

Pude escuchar a mis compañeros murmurar mientras estábamos juntos, no sé si habrán escuchado lo que paso allá afuera en la pasarela.

— ¿A dónde se fue Vincent? —me pregunto Tomas.

—Él… se fue.

— ¿Se fue?

—Sí, se acaba de ir.

—Ya veo…

— ¿Puedes hablar con él por mí? No quiso escucharme.

—Antes de hablar con Vincent, primero quiero hablar contigo Teresa.

Maldición…

— ¿Sobre qué quieres hablar Tomas? —le pregunte.

No me presiones más por favor…

— ¿Qué te parece ese asunto sobre que Vincent sea tu jefe, Teresa? ¿Ese es un tema que te interesa?

Diablos…

—Pues… con respecto a eso…

— ¿Quién era el hombre que me presentaste como tu jefe en Francia?

—Ese hombre, era el padre de una amiga mía que hice en nuestro viaje a Canadá, era Francesa, y cuando estuve allá me puse en contacto con ella, cuando me dijiste que venias, le pedí el favor de que hiciera pasar a su padre como mi jefe para que creyeras en lo que dije —le dije a Tomas, tenía que decirlo todo ahora.

—Entiendo, ¿Por qué hiciste eso?

—No quería que supieras que Vincent era mi jefe, por eso lo hice.

— ¿Por qué no querías que me enterara de esto?

—No sé, pensaba que si te enteraras de Vincent, todo iba a complicarse aún más para mí, pensé que era lo más fácil de hacer, creí que sería lo mejor.

—No me has respondido Teresa, responde, y dime la verdad ahora, quiero saber —continúo Tomas.

— ¿Quieres saber? ¡No! ¡No me acosté con Vincent y no le di nada a este! ¡Ni sexo normal, ni oral ni nada! ¡No me acosté con él ni con nadie más! ¡¿Has escuchado?! ¡No me acosté con nadie! —le grite a Tomas.

El trato que había recibido por este ya me había enfadado y no pude contenerme más, me estaba presionando mucho y venia de discutir con Vincent.

—Eso dices, pero ¿Cómo puedo creerte? No sería la primera vez que me mientes a la cara sin alguna vergüenza ¿Quién diría que de una cara inocente como esta podría salir tantas mentiras? —me dijo Tomas, mientras usaba su mano para tocar ligeramente mi barbilla.

— ¡Si no confías en mi puedes decirle a tus empleados que investiguen y averigüen por ti todo lo que quieres saber! ¡No tengo nada que ocultar ahora! ¡Haz eso si tanta desconfianza me tienes! —le dije a Tomas, mientras me quitaba su mano de mi barbilla.

—Podría hacerlo.

— ¡Hazlo entonces!

— ¿Quieres que lo haga? Tengo el personal para hacer lo que pides Teresa, y no me costaría nada hacerlo.

— ¡Si puedes hacerlo, hazlo! ¡No puedo decirte que no!

—Entonces espero que no tengas nada más que ocultar, ¿Quieres que descubra más sorpresas de ti?

—No lo sé, hazlo si quieres, no es mi problema si no confías en lo que te digo, hazlo, no te voy a detener.

Tomas y yo nos miramos fijamente por unos segundos, sentí como mi corazón latía a un ritmo frenético, creo que hasta podía sentirlo chocar contra mi pecho y de una forma muy fuerte.

—Bien, entonces como no tienes problemas Teresa, hare lo que digas, espero que no encuentre nada malo.

—No me arriesgaría a que el contrato que firmamos se rompa y tú puedas usarlo para poder extorsionarme usando el dinero de la remuneración diaria que me diste —le dije a Tomas.

Tomas pareció confundido unos segundos, pero pareció darse cuenta de algo, unos instantes después de esto se dio la vuelta y empezó a marcharse.

—Nos vemos después Teresa, dile a tu universidad que no voy a de salir con esa mujer que pago por esa cita conmigo, diles que le envíen otro chico —me dijo Tomas mientras se alejaba.

Cuando mis compañeros escucharon estas palabras de Tomas, varios de ellos se alteraron… Tomas había conseguido para la universidad casi 1 millón de dólares… pero parece que ahora no íbamos a poder obtenerlos… y por culpa mía al parecer.

Me iban a pedir explicaciones después de esto… ¿Qué iba a decir?

Suspire, me había metido en buen lio, de saber esto no hubiera invitado a Vincent a esta tonta subasta, no debí dejarme convencer de hacerlo.

Sentí como alguien tocaba mi hombro, me gire, y vi que Daisy estaba parada a mi lado, me miro con cierta preocupación.

— ¿Qué paso Teresa? ¿Todo bien? —me pregunto.

Ni de cerca…

—Pues… —note de reojo como mis compañeros me apuntaban con sus teléfonos celulares, no termine lo que iba a decir.

Debieron haber grabado todo lo que hable con Tomas… de hecho, debieron haber grabado desde que empecé a hablar con Tomas y Vincent…

Ya sabía que iban a hacer con todo el material que tenían a su disposición… empecé a odiar esta universidad…

bien…

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO