PDV Tomas
Clara continuo
mirándome mientras sonreía, era una sonrisa de triunfo, o quizá sarcástica…
puede que ambas.
No era tonto, la
pregunta de Clara ni era una pregunta sino una afirmación, me había traído aquí
solo para decirme eso, pero cuando pude recuperar la compostura, empecé a
pensar en sus palabras, y lo único que aparecía era una pregunta…
¿Cómo?
¿Cómo Clara se
había embarazado? Más bien… ¿Cómo es que se había embarazado de mí?
De forma absurda
empecé a hacer cuentas en mi cabeza sobre la última vez que habíamos dormido
juntos.
Fue todo muy
rápido, la última vez había sido hace varios meses atrás, había pasado
demasiado tiempo como para que hubiera podido embarazarla por accidente, no,
esto no era posible, ni siquiera sé cómo fue que pensé que esto era posible en
primer lugar.
No había forma de
que ese niño fuera mío, lo posible era que Clara estaba tratando de engañarme
de nuevo, haciéndome creer que un niño que engendro con quien sabe qué tipo en
la calle era mío.
Cuando pensé en
esto, me enoje, a mi mente llegaron varias imágenes de Clara con otros tipos,
mientras estos soltaban su “semilla” en su interior… eso me disgusto.
Fruncí el ceño,
sacudí la cabeza para poder evitar que estas grotescas imágenes llegaran a mi
mente, mire a Clara con enojo antes de empezar a irme de mi asiento.
Muy seguramente
solo me había llamado aquí para poder restregarme en la cara el hecho de
haberse acostado y embarazado de otro hombre, con lo cínica que era, esto era algo
muy probable.
Estaba asqueado y
quería irme.
— ¿Adónde vas mi
amor? —me pregunto Clara, mientras se adelantaba y me tomaba del brazo,
interrumpiéndome.
—Suéltame —le
dije mientras me quitaba su agarre de mi brazo.
—Pero mi amor,
¿Por qué me tratas así?
— ¿Y todavía lo
preguntas? Porque no mereces que trate de otra manera siendo como eres.
— ¿Yo? ¿Cómo soy?
—me pregunto.
— ¿En serio? Tú
eres una cínica que nunca me quiso.
—Pero es que mi
amor…
—No trates de
tocarme, espero que hayas disfrutado tu venganza, parece que no tuviste
suficiente con todo lo que paso antes, pero no dejare que tu venganza dure
mucho, ¡Adiós! —le dije mientras me levantaba de mi asiento en la mesa, esta
vez sin ninguna demora.
— ¡Es tuyo! —me
grito Clara mientras me miraba.
Al escuchar esto
gire mi mirada y mis ojos se encontraron con los suyos, pude notar algunos
nervios en ellos, pero eso no me importo.
¿Había dicho que
el niño era mío…?
— ¿Qué? —murmure.
—El niño es tuyo
Tomas ¿Escuchaste? Tuyo —me volvió a decir mientras me tomaba del brazo y
empezaba a arrastra de nuevo a sentarme en la mesa.
—No, ¿Qué? ¿Cómo?
—murmure mientras la miraba.
—Siéntate y
escúchame, hazlo.
— ¿Cómo es eso de
que el niño es mío?
—Siéntate Tomas,
y así podre decirte todo, por favor.
Al escuchar esto último,
vacile unos momentos antes de finalmente sentarme.
Mire a Clara, mi
cabeza estaba revuelta ¿Cómo podía ese niño ser mío? Si hace mucho que no
dormíamos juntos… habían pasado más de 6 meses desde la última vez si no
recuerdo mal.
No era posible
que estuviera embarazada debido a esa última vez…
—Dime Clara ¿Qué
es eso de que el niño es mío? Es más… ¿De verdad estas embarazada? —le
pregunte.
Se me había
pasado por alto si eso del embarazo podía ser cierto o no.
—Mi palabra
debería ser suficiente para ti Tomas, pero si no confías en mí, aquí tienes —me
dijo Clara mientras sacaba algo de su bolso.
Era una prueba de
embarazo, y daba positivo…
— ¿Y cómo se yo
que esto es tuyo? ¿Cómo sé que no lo manipulaste de alguna forma para obtener
este resultado?
— ¿Tanta
desconfianza me tienes? ¿A mí? —parecía herida la decir esto.
No me iba a
tragar eso…
— ¿Y todavía lo
preguntas?
—Te estoy
diciendo la verdad Tomas, esta prueba de embarazo es mía, si no confías en mí,
puedes venir con al médico junto conmigo para que él mismo te compruebe mi
estado actual ¿Eso quieres? ¿Eso te complacería? Si es lo que necesitas para
creer en lo que digo, lo hare, podemos ir ahora mismo si quieres.
Las palabras de
Clara tenían un cierto malestar en ellas… no sé si eso era real o no, la
mentira se le daba bien a ella.
—No, no es
necesario que vayamos al médico para ver eso.
Ni loco iría
junto con ella a hacer exámenes de ese tipo, todo el mundo podría pensar otras
cosas al vernos juntos en ese tipo de situaciones, incluyéndome a mí mismo.
— ¿Entonces crees
en mí? ¿Ya crees que estoy embarazada de verdad?
—Incluso si fuera
así Clara, no me vas a venir con el engaño de que ese niño es mío, no soy tonto
como tú de seguro crees.
—Tomas…
—La última vez
que estuvimos juntos, ¿Fue hace cuánto? ¿6 meses? ¿O 7 meses? Espero que no
pienses que soy tan tonto como para creerme de que tu embarazo es desde ese
momento.
—No iba usar esa
excusa Tomas.
—Que bien, porque
solo haría que me fuera de inmediato, no me gusto que me trates como idiota,
ese niño que tienes no puede ser mío, tú y yo no hemos estado juntos en mucho
tiempo Clara, no me vengas con eso.
—Tomas, la
paternidad del niño se puede saber incluso antes de que nazca él bebe, solo
tenemos que hacer una prueba de paternidad cuando cumpla los 2 o 3 meses de
embarazo… como no estás seguro, podemos hacer la prueba y podrás comprobarlo
— ¡Y además…!
Espera, dices que engendraste ese niño de forma artificial… ¿Cómo conseguiste
mi semen? —le pregunte.
Otra vez me falto
pensar en un detalle, al mencionar la inseminación artificial perdí el control,
pero ahora que lo pensaba, para hacer ese proceso médico, se necesitaba mi
semen para poder hacerlo, y no basta una simple gota, se necesitaba más… ¿De dónde
demonios saco Clara la cantidad suficiente como para tener éxito en eso?
Solo había una
“fuente” de donde podía provenir… y obviamente yo no se la di… ¿Cómo la obtuvo?
—Quieres saber
Tomas —al decir esto Clara volvió a sonreír.
—No empieces
Clara, ¿Cómo fue que conseguiste mi semen?, yo no te lo di… ¿No me digas que
entraste en la noche a mi cuarto y mientras dormía tú me…?
—Santo cielo,
¡No!, ¿Por quién me tomas? ¿En serio
piensas que yo haría algo como ir a masturbarte mientras dormías en tu cuarto
mientras tengo una botella en mi otra mano? ¿Quién piensas que soy? ¿Una
prostituta que trata de aferrarse a un ricachón? —me pregunto ofendida.
—Si no hiciste
eso ¿Cómo fue que obtuviste mi semen para eso Clara?
—Tomas… ¿Cuántas
veces te masturbas al día?
— ¿Qué?
— ¿Cuántas veces
lo haces al día o por semana? Parece que esa chica Teresa no te complace bien,
eh visto en persona lo mucho que te has “desquitado” este tiempo que has estado
con ella.
— ¿Qué quieres
decir con eso Clara?
—Tomas… deberías
aprender a masturbarte únicamente mientras te bañas, de esa forma cuando
llegues al clímax, tu semilla se ira por el drenaje y será mucho más difícil de
conseguir.
¿Qué es lo que…?
—Aunque ahora que
lo pienso, mientras vivíamos juntos, cuando te masturbabas a escondidas mías,
te salteabas entre la regadera y los pañuelos, cada vez que lo hacías me dolía
un poco, tener un esposo que prefiere masturbarse a estar con su esposa es
preocupante, aunque por suerte para mí, no cambiaste tus hábitos en este
tiempo… esos pañuelos y esos papeles donde arrojabas tu semilla al llegar al
clímax me fueron muy útiles.
¡Los papeles!
— ¿Tú… lo
conseguiste de allí?
—Si… no fue
fácil, tuve que reunir muchos, amor, necesitaba una buena cantidad y por obvias
razones extraer tu semilla de esos papeles no es muy fácil, muchos se
terminaban arruinando, tarde un tiempo en poder finalmente extraer lo que
necesitaba de esos papeles que usabas para complacerte… a todo esto, tienes que
eliminar por completo ese forma de complacerte a ti mismo… nunca sabes a donde
pueda llegar la semilla que botas, cariño.
— ¿Cómo? ¿Cómo
fue que pudiste conseguir esos papeles Clara? ¿Cómo?
—No fue muy
difícil… tu empleada me los dio amor.
¡Sarah!
— ¿Qué hiciste
con ella?
—Cielos, no uses
un tono como si la hubiera amenazado, solo hable con ella mientras tú te divertías
en el extranjero y le di una buena suma de dinero a cambio de que solo me
entregara todos los papeles que tu
botaras en tu baño o en cualquier otra parte… no fue nada complicado.
¡¡¡Sarah!!!
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO